12 { El karma } ♡

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Ivonne.

Yess y Emma no paraban de molestar a Dalia. Ella pasaba del dúo al igual que yo.

Al llegar a casa las cuatro bajamos. Cada una tenía cosas que hacer. Todas estudiamos entonces teníamos pendientes del instituto.

Solo las lleve a casa porque yo tenía que regresar al hospital, comenzaba mis prácticas. Estaba ayudando al doctor que atiende a Izan, el hermano de mi novio. Llevaba con ellos dos semanas y media.

De hecho el doctor que atiende aquí a Dalia y con el que hago mis practicas son muy buenos amigos.

Salí de casa rumbo al coche.

—Toma— era Lia.

Era un topper con comida, y como solía hacerlo con todas, en ella tenía una nota en la tapa.

"Buen día Ojitos, que ayudes a muchos.

Te quiero.

Atte. Lia".

—Que te vaya bien— me sonrió.

Le devolví la sonrisa y me marché de ahí.

Verla así, sin muchas ganas lastimaba algo en mí.

Le diría todo lo que sé de Izan pero Demean ha confiado en mí.




♤~♤~♤~♤

Luego de entrar al hospital busque a Demean.

—Hola…— lo encontré.

—¿Cómo estás?— nos dimos un beso corto por estar en el pasillo más transitado.

—¿Bien y tú?— nos abrazamos.

Sabía que era algo muy fuerte para él y para Izan todo este proceso.

Pero los dos saldrían adelante como muchas veces.

Ambos caminamos a la sala de terapias.

Ahí ya estaba Izan con el Doctor.

El chico estaba acostado y el doctor le estaba dando leves movimientos en sus pies.

Al acercarme recibí una sonrisa por parte de ambos. Mirar a Izan en esta etapa hizo que cambiara de opinión sobre él, no era aquel chico altanero y amargado del cual Dalia huía y estaba segura que era el verdadero Izan. No, el verdadero Izan Harrison era este, era aquel chico del que se enamoró.

Aquel que miró debutar. El chico que era y es la razón por la cual sus pocas pecas que tenía en las mejillas se volvían un rubor cada que lo miraba a través de una pantalla.

Aquel que anhelaba que estuviera a su lado, el chico de ojos lindos.

En el rostro de Izan había dolor.

—Ayúdame con el otro pie— ordenó el doctor.

Me coloque a su lado izquierdo y comencé a seguir los mismos ejercicios que hacía él.

—¿Cómo está Dalia?— preguntó con una leve sonrisa.

—Bien— respondí para luego ver a su hermano.

—¿Bien? Es la primera vez que te pregunto por ella y me dices que ¿Bien? Por favor Ivonne, háblame de ella— sonó suplicante.

—No puedo hablarte de ella, perdón— seguí con los masajes.

—¿Por qué no?

—Porque se enojara si se entera que he hablado de ella contigo.

—No tiene porque enterarse— dio un leve quejido— Te lo prometo… pero dime ¿Qué le gusta?¿Cuándo es su cumpleaños?¿Por qué se mudaron a esta ciudad? 

ℱ𝓊ℯ𝓇𝒶 𝒟ℯ ℒ𝓊ℊ𝒶𝓇Where stories live. Discover now