Uno

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—¿estás seguro que quieres ir tú solo?

zayn no puede evitar atrapar a su pequeño entre sus brazos, apoyando su mentón en el hombro del rizado.

—yo podría ir contigo.

—tú estás preparando la comida, es justo que sea yo quien busque las piñas para la leña.

harry se da vuelta aún en los brazos del morocho, dejando un tierno beso en su mejilla.

—si me dejas ir, prometo que cuando vuelva tendremos sexo delante de la chimenea.

—es un chantaje que estoy dispuesto a aceptar.

zayn lo toma suavemente de su mentón y le alza la cabeza para que lo mire a los ojos.

harry lo hace, lo mira atento con sus ojitos verdosos que tanto enamoraron a zayn.

—ten cuidado, si te pasa algo yo me muero, bebé.

—sí,amor.

asiente harry, dándole seguridad a zayn.

🦋

—¡mierda!

se queja louis, golpeando con su pie al neumático pinchado de su auto, no tiene de repuesto, su celular se ha quedado sin batería, y para colmo está en una carretera al lado de un bosque.

—¡y encima nieva!

él hace horas está de viaje sobre su auto, de camino hacia la casa de su hermana, la cual no tuvo mejor idea que mudarse a la otra punta del país, pero ha tenido a su primer hijo, entonces su viaje valía la pena después de todo.

y ahora está aquí, varado sin saber qué hacer.

—¿lo puedo ayudar en algo, señor?

louis salta de su lugar cuando escucha una voz detrás suyo.

rápidamente se gira, fué lo mejor que pudo hacer ya que lo se encontró, es algo que jamás tuvo la oportunidad de ver.

un pequeño rizado con el cabello color chocolate, estatura baja, mejillas sonrojadas y su naricita de botón roja
por el frío.

iba a contestarle pero las gotitas de lluvia comenzaron a ser las protagonistas.

él tan solo tiene una remera puesta, por eso comienza a sentir frío y lo único que le queda es acariciar sus brazos.

—mi rueda pinchó y no tengo batería en mi celular para llamar al auxiliar.

explica louis, su mirada en la boquita del chico, las gotitas de lluvia posándose en sus llenos y rojos labios.

—si quiere confiar en mí, puede seguirme, iremos a mi casa, allí le puedo prestar ropa de mi esposo, no puede quedarse con la ropa mojada.

¿esposo?

el chico físicamente parecía tener solo dieciséis años.

louis cree que su esposo es un hombre inteligente, no perdió el tiempo e hizo suya a esa hermosa criatura, alejándolo del resto de los hombres.

porque serías un completo tonto si dejas ir a esa belleza.

harry le da una última mirada antes de comenzar a caminar, dándole la espalda mientras esquiva las ramas de los árboles.

quizá el hermoso chico lo está conduciendo a su muerte, pero él de todas formas va detrás de él como perro mojado, sintiendo el perfume que dejaba al pasar.

—soy harry.

el chico deja de caminar para luego girarse, louis queda parado frente a él, tomando la mano que harry le está tendiendo como saludo.

—y-o soy louis.

quiere golpearse por tartamudear al principio. aunque no es su culpa, harry es precioso, su belleza a cualquiera podría poner nervioso.

–buen lou, esta es la casa donde vivo con mi esposo.

harry hace un gesto con la mano, mostrando la casa donde vive.

—ahora ven, entremos que hace frío para estar afuera.

—¿estás seguro que está bien para él que entres a la casa de ambos con un extraño?¿no se lo tomará mal?

—él no es ese tipo de hombre.

louis no entiende a qué se refiere.
aunque se siente un poco aliviado al saber que el hombre no lo va a recibir con un rifle o un hacha.

Borboleta |Zourry|Where stories live. Discover now