La Nueva Vida De Draco Malfoy

I

Faltaban pocas semanas para que las clases empezaran, Draco aún no lograba convencer a su madre de salir de la mansión. Ya no podía hacer nada, solo le quedaba pasar la carta.

—amo Draco —dijo Dobby —tiene unos invitados, lo están esperando en la sala.

—bien, es hora de pasar la carta Dobby —el elfo asintió junto a una reverencia y desapareció —llegaron los gorilas...

...

En cuanto cruzo la puerta, sintió ese aura que llega ha agobiarte. Miro a sus padres y luego a los invitados, analizando cada expresión.

—Draco —dijo Lucius —sientate —Draco obedeció —ellos son Crabbe y Goyle, estarán contigo en Hogwarts. Son tus nuevos amigos, sus padres son cercanos a nosotros; tratalos bien.

— ¿serán mis guardaespaldas? —pregunto disgustado —no nesecito que me vigilen, padre

—Draco... —trato de intervenir su madre.

—ustedes —dijo refiriéndose a Crabbe y Goyle —vinieron a perder su tiempo, vayanse porque no los voy a necesitar. Si eso era todo, iré a terminar de empacar mis cosas.

El trauma seguía, ver morir a uno de sus amigos era algo que no podría soportar nuevamente, ya tenía mucho en lo que pensar.

...

Llegó el día, su plan se ponía en marcha, probablemente habría cosas que no podría cambiar pero, lo intentará hasta no poder más.

No se despidió de sus padres como lo hizo la primera vez, espero a que él tren se llenará y fue en busca de Harry.
Para su suerte, Weasley aún no llegaba. Se armó de valor y deslizó la puerta del compartimento.

—Hola —saludo amigablemente — ¿me recuerdas?

—oh, hola —respondió Harry —eres Draco, el de la tienda de túnicas, ¿te puedo ayudar?

—el tren está lleno y quería saber si podía acompañarte —le dijo amablemente, Harry se mostró hostil, asustando un poco a Draco —claro, si no te molesta.

—no, adelante —la respuesta hubiera alegrado a Draco, si no fuera por la expresión que ponía su acompañante, posiblemente alguien ya le había hablado de él —sabes, estoy algo nervioso por todo esto... —confesó, relajando el ambiente y haciendo sonreír al pequeño Malfoy —no conozco nada de este lugar y quería disculparme si me mostré un poco enojado, es por los nervios.

—no te preocupes, pregúntame todo lo que quieras saber —le respondió de inmediato, sus ojos brillaban por la felicidad y los de Harry, hicieron lo mismo — ¿Qué es lo que más te da curiosidad?

—mmm... ¿cómo es hogwarts?

—es un castillo antiguo, hay muchos retratos que hablan, para subir a la torres las escaleras cambian de lugar y como es un lugar gigantesco, es fácil perderse —respondía, dejando maravillado a Potter —cada casa tiene su dormitorio, por ejemplo los de Slytherin van hasta las mazmorras, la sala común está bajo el lago negro.

— ¿y eso no es peligroso? —le preguntó algo preocupado.

—no, hay un hechizo que lo protege. Otra pregunta.

— ¿cómo sabes tanto del castillo?

—mis padres me lo contaron —respondió un nervioso Draco.

—oh, bien... —pensó otra pregunta — ¿qué es eso de las casas?

—bien, hay cuatro casas. Gryffindor, Ravenclaw, Huffellpuf y Slytherin; cada una tiene su historia pero no te aburrire con éso.

— ¿A qué casa entraras?

—eso... no me importaría quedar en cualquiera pero, mi padre quiere que quede en Slytherin —le respondió desanimado —y tú, ¿Dónde quisieras quedar?.

—no sé... aunque quisiera quedar en la misma que tú —Draco sonrió, la respuesta le tomo por sorpresa pero, fue la que lo lleno de alegría —digo, eres mi primer amigo y no quisiera alejarme.

Todo iba bien entre ellos, habían conectado demasiado bien y eso era bueno para los planes de Draco, podría ayudar a Harry y estar cerca de él.

—disculpa —entro diciendo un niño con el cabello rojo —puedo... —miro a Draco y frunció el ceño, iba a cerrar la puerta para seguir buscando un lugar.

—Weasley —lo detuvo Draco —debes ser el menor, siéntate con nosotros —Ron lo miro ofendido y enojado —no hay más lugar en todo el tren.

— ¿por qué un Malfoy invitaría a un Weasley a acompañarlo? —pregunto con sorna —niño —dijo refiriéndose a Harry —, deberías alejarte de él; no te traerá nada bueno juntarte con una mago oscuro.

—solo estoy siendo amable —Draco lo miro —no quiero ofenderte y propongo olvidar está disputa entre familias, los errores son de nuestros antepasados, no nuestros.

—no confío en ti —dijo entrando y sentándose al lado de Harry —Ron Weasley.

—Draco Malfoy —vio a Harry —él es Harry Potter, es tímido con las personas.

— ¿en serio es él? —preguntó Ron, Draco asintió -perdón por lo de hace rato —le dijo a Harry y este solo asintió, aceptando la mano que le extendió Weasley.

A medida que el tren avanzaba, los tres se iban conociendo más y más, dejando las diferencias de lado.
En el transcurso también conocieron a Hermione Granger, tanto a Harry y a Draco, les disgusto la forma en como hablo sobre el hechizo que está por realizar Ron en su rata y lo metiche que fue al meterse sin pedir permiso en el compartimento para demostrar (presumir) sus habilidades con la magia.
Cuando finalmente se fué, los tres suspiraron de alavio y no querían encontrarse con aquella niña, Draco olvidó que eso era inevitable, tarde o temprano Hermione sería parte del grupo junto a Nevelli Logbotton.

—llegamos —exclamo feliz Ron — ¿listo Harry?

—sí, eso creó.

Al bajar del tren fueron recibidos por Hagrid, quién los guío hacia los botes en dónde fueron separados de Draco, él cuál fue reemplazado por Hermione y Neville.

—Draco —le saludo Crabbe —te tocó con nosotros, subamos.

Los recuerdos llegaron, la mente de Draco se peturbo, su amigo, aquel que había muerto en aquel incendio ahora está vivo, no quería volver a perder a sus amigos así que lo ignoro.
En cuanto llegaron al castillo las cosas pasaron como antes, lo que incomodaba a Draco, era la selección. ¿Dónde quedaría Harry en esta ocasión? ¿dónde quedaría él?

—Draco. Malfoy —llamo Mcgonagall —pase aquí.

Su cuerpo parecía entumecido, cada pasó se le dificultaba, no tenía la sonrisa arrogante de la primera vez, ahora estaba asustado. Sintió al sombrero en su cabeza, parecía que el aire se le había ido —curioso, muy curioso —empezó el sombrero —tienes mucho conocimiento, más de lo que me podría imaginar, tienes una asombrosa inteligencia, digno de un Ravenclaw —el corazón de Draco parecía ir más rápido _tu ambición y astucia son perfectas para Slytherin pero... hay algo mucho más fuerte; tu sed de venganza, la valentía es lo que más se nota, al igual que tú conocimiento. Serias un gran líder... no sé a dónde enviarte, pensé que Potter sería el más difícil pero, al parecer me equivoqué.

—Slytherin —susurro Draco —mandame ahí, es la única forma...

—tu corazón duda pero, tú pareces seguro —le hizo conocer —si es tu decisión, así será. ¡Slytherin! —grito finalmente, Draco no estaba feliz, él no quería eso pero, aún no estaba listo para revelarse por completo ante su padre, nesecitaba ganar poder.