Godspell

Nothing Else Matters

Disclaimer: los personajes de Good Omens no me pertenecen ni estoy lucrando con ellos de ninguna forma esto solo es por entretenimiento.

Disclaimer 2: está es una interpretación libre sobre pasajes de la biblia se recomienda discreción.

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Nota: esto fue planeado como un One shot pero si se me ocurre algo más o si a alguien le gustó este escrito y tiene una sugerencia estoy dispuesta a escucharla 🌼 la imagen de portada será cambiada posiblemente, hasta ahora no tengo planes de hacerlo un crossover con Saint Young Men.
Sin nada más que decir disfruten n.n

El aire comenzó a helar, ya había salido la luna y su piel quemada por la resolana ahora se erizaba con el frio, todas esas sensaciones tan humanas, tan carnales, seguían sintiéndose algo extrañas, el estómago le pedía comida, llevaba días sin probar alimento o al menos agua, su naturaleza divina lo haría resistir sin problemas pero su carne, esa mitad mortal que ahora era parte de su ser le rogaba por piedad, le pedía alimento, refugio, dormir, calma... Temblaba y sus dientes castañeaban así que dejo de orar, entonces lentamente un ser se deslizaba elegante entre la oscuridad acercándose peligrosamente al hombre hincado que moría de frio.

-¡¿Quién está ahí?!- Hablo con firmeza.

-Oh, nadie, solo soy una serpiente antigua- Dijo el reptil mientras se enroscaba frente al hombre y lo veía fijo con sus enormes ojos amarillos, este lo vio a los ojos suspiro y miro al cielo

-llego el momento- susurro, se levantó afirmando sus pies en la arena tomando una postura algo a la defensiva mientras en su cara reflejaba templanza, como si apenas hace unos momentos no estuviera tiritando abrazado de sus rodillas.

-dime ¿cómo te ha ido?, llevas en el desierto ¿Quince días? ¿No te has aburrido?- dijo la serpiente en tono burlón -no imagino que tanto puedes hacer a la intemperie sin donde dormir, al menos un juego de cartas para pasar el rato, además te faltan unos 25 días más, la obsesión que tienen ustedes con el numero 40 jamás la entendí, yo hubiera dormido todo ese tiempo si estuviera en tu situación- rio y comenzó a rodearlo mientras hablaba, Crawley sentía un viejo rencor reanimarse, tanto rencor le tenía al El Padre y ahora le habían dado permiso de tentar a su único hijo, de lastimarlo, de probar si estaba listo para el sacrificio tan grande que estaba destinado a tomar y de ser digno de los futuros planes que el cielo había creado para él. ¿Qué tal si lo obligo a responder todas esas preguntas que quise hacerle al jefe? ¿Qué tal si lo obligó a saltar de un edificio muy alto? ¿Qué tal si lo arrogo a un lago de azufre hirviendo? Solo para que sienta lo mismo que nosotros pasamos, quiero hacerlo sufrir, hare que Dios se arrepienta por...
Su monologo interno se pauso al ver al muchacho comenzar a temblar, casi imperceptible al ojo común, pero era obvio para Crawley -¿tienes frio?- pregunto sin ningún afán de burla

-No- contesto en tono seco mientras no apartaba la mirada del enemigo.

Crawley no sabía que el Mesías podía sentir igual que un humano, volteo a todos lados en busca de alguna cantimplora o recipiente que el hombre pudiera traer consigo pero no había nada -espera ¿has estado ayunando todo este tiempo?- pregunto Crawley

-y orando, para eso el Espíritu me guío hasta acá- dijo el moreno mientras se cruzaba de brazos tratando de disimular que los estaba frotando para obtener calor

-¿no tienes hambre? O sed?- pregunto muy extrañada

-N-no, bueno, no debería, no importa, puedo soportar más tiempo- dijo mientras apartaba la vista del reptil

Al parecer Dios no solo era cruel con sus creaciones, también era capaz de dejar que su hijo muriera de hambre abandonado en el desierto solo para probarlo, para saber si merece lo que le ha dado o lo que está a punto de darle, la serpiente vio en los ojos del moreno algo que no hubiera esperado nunca ver en los ojos del Mesías, lo imagino diferente desde que supo de su existencia , no se parecían a los ojos de Gabriel, ni de Metatron, ni nadie en los puestos altos del cielo, tampoco eran los ojos de Lucifer antes de revelarse, su mirada se parecía más a la de Azirafel ese día en el edén, ese día en que le confesó haber regalado la espada, eran de duda y miedo pero no había maldad en ellos, ¿estaban haciendo lo correcto? ¿Debían dejarse llevar por sus emociones aunque eso sea desobedecer?