❪ 🫀 ❫━━━━ QUE PUTAS
❛Como le digo que me gusta...
(🍬) Si no quiero dejar de verlo❜
❝Pero me da de to' si me besa...❞
━━━━━ Hitoshi Yoshimura solo
tenía una oportunidad de
confesar sus sentimientos hacia
Yuta Okkotsu. Había decidido
que si lo veía...
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❝Sin whisky me siento prendido Chingamos pero somos amigos❞
Yuta recordaba perfectamente cuando fue la última vez que tuvo una misión con Hitoshi, cuando todavía no entendía mucho. Esa vez, ver extenderse por el lugar una de las dos técnicas malditas de Hitoshi por el lugar había sido genial. Una técnica maldita que podía destrozar tu cuerpo fácilmente, por eso requería mucho esfuerzo físico el llevarla. Por eso no se sorprendió al ver símbolos dorados, amarillos y uno que otro rojo cubrir todo la pared, y estaba seguro que toda la habitación, de al lado. Era la espada que generaba una de las técnicas malditas de Hitoshi lo que generaba esos símbolos, solo con su presencia y aumentaba con cada corte.
A Yuta le gustaría estar en la misma habitación que el mayor, pero debían terminar esa misión. Se veía como una misión que les tomaría algo de tiempo, así que decidieron separarse para completarla en menos tiempo. Una decisión inteligente, claro, pero el corazón muchas veces no tiene que ver con la razón.
Nervioso, eso es lo que definía a Okkotsu en esos momentos, no por la misión, pues había hecho muchas de esas antes, estaba nervioso porque se había enterado de lo que se aproximaba. Se había enterado por Gojo y no por Hitoshi, con quién intercambiaba cartas y mensajes constantemente, que el clan Yoshimura había decretado que la batalla por la selección del próximo líder del clan y que Hitoshi estaba atado a ella debido a que su madre no había tenido otro hijo.
Y lo peor no estaba en eso, sino que era una batalla sanguinaria donde solo uno de los tantos participantes, no tenía ni idea de cuántos eran, saldría con vida de ahí. La cuestión también estaba en que Hitoshi ni siquiera se había dignado a contárselo y estaba seguro que cómo iban las cosas no se enteraría hasta que se volviera líder de su clan o muriera.
Le encantaría decirle a Yoshimura que se escaparan, que dejarán el mundo de la hechicería y solo fueran ellos dos, pero sabía que el más alto se negaría con una sonrisa culpable. No podía dejar a su padre, a Gojo y a Fushiguro de ninguna manera, así le costará la vida y más. Hitoshi Yoshimura era capaz de sacrificar está vida y la siguiente por salvar a quienes creía realmente importantes, aún si siempre mantenía un rostro de hostilidad y una personalidad un tanto relajada ante todo.
Yuta quería ser egoísta, muy egoísta, se enfrentaría al cruel y brutal clan Yoshimura sin pensarlo dos veces por seguir viendo respirar a Hitoshi aunque sea una vez más. Sabía que no era el único que había pensado y que si Hitoshi simplemente se negara a cumplir con esa ley de su clan, no estaría solo.
Hitoshi salió de la habitación, con su respiración totalmente agitada, pero con una dirigida a Yuta. Se habían encargado de todas las maldiciones en ese gran y abandonado edificio.
— Parece que ya terminamos — murmuró observando atentamente al mayor, al tiempo que guardaba su katana.
Yoshimura hizo desaparecer su katana, haciendo que lentamente los símbolos a su espalda empezarán a desaparecer de la misma forma. Asintió acercándose rápidamente al otro. No dijo nada, lo que le extrañó al más bajo. Sin embargo, su sorpresa se esfumó al sentir el contacto de los labios de Hitoshi contra los suyos, en un beso demandante y que hacía subir su temperatura corporal de manera rápida.
