Nota: todos los personajes, animes, imágenes, música que aparezcan en este video no son de mi propiedad créditos a sus respectivos creadores, y lo único que me pertenece es el fic ósea que el dueño del fic es PEPO DBZ. Fin de la nota, comencemos.
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Los días habían transcurrido en el Reino Koopa, y con cada amanecer, la rutina de entrenamiento de Boosette y Bowsette continuaba. El lugar elegido para sus prácticas, un área apartada en las afueras del castillo, se había convertido en su propio pequeño campo de batalla. Pero algo estaba cambiando, y no era solo su habilidad y resistencia.
Azrael, el bebé dragón que se había unido a sus sesiones de entrenamiento, había experimentado un crecimiento inusualmente rápido. Sus alas, que antes apenas eran lo suficientemente grandes para equilibrar su pequeño cuerpo, ahora se expandían con majestuosidad, revelando un envergadura impresionante. El pelaje de su espalda había tomado un tono más oscuro, y su mirada era más inteligente y aguda.
—¿Has notado algo extraño, Bowsette?— Preguntó Boosette, mirando con curiosidad al creciente dragón.
—Sí, definitivamente— respondió Bowsette, sus ojos fijos en el joven Azrael mientras se movía con gracia entre ellas —Se está desarrollando mucho más rápido de lo que imaginaba. No sé si esto es normal—.
Azrael, sin prestar mucha atención a su conversación, continuó explorando el área circundante, su cola larga y espinosa moviéndose con gracia mientras olisqueaba el aire con curiosidad. La incertidumbre llenaba el aire mientras las dos mujeres observaban cómo su peculiar compañero seguía creciendo ante sus ojos, un misterio envuelto en su repentino aumento de tamaño.
El sol brillante se cernía sobre el campo de entrenamiento cuando finalmente Boosette y Bowsette decidieron poner fin a su agotadora práctica. El esfuerzo y el sudor que habían dedicado a su entrenamiento habían dado sus frutos, pero también habían dejado sus huellas en sus rostros, y ambas se encontraban jadeando mientras se enjuagaban el sudor de la frente.
—¡Uf, eso estuvo intenso!— Exclamó Boosette, pasándose la manga por la frente.
—Estás en lo cierto— respondió Bowsette, tratando de recuperar el aliento— Creo que hemos logrado hacer grandes avances— Suspiro con cansancio la rubia tetona.
Sin embargo, mientras las dos chicas conversaban sobre su entrenamiento, notaron que Azrael, el bebé dragón, se revolcaba en el suelo cercano, rodando de un lado a otro con una expresión de puro deleite en su pequeño rostro.
—¿Qué diablos está haciendo?— murmuró Bowsette, frunciendo el ceño y observando al travieso dragón.
Boosette se acercó lentamente al dragón, una sonrisa juguetona en su rostro.
—Parece que nuestro amigo Azrael está disfrutando un poco de diversión post-entrenamiento— comentó, extendiendo una mano hacia el dragón.
Azrael, al sentir las caricias de Boosette, dejó escapar un pequeño gruñido de placer. Sus ojos se entrecerraron, y su cola se movió con entusiasmo mientras disfrutaba de la atención.
Bowsette se acercó también, incapaz de resistir la tentación de acariciar al juguetón dragón. Ambas mujeres se encontraron entonces acariciando y mimando al adorable Azrael, quien parecía estar en el paraíso con toda la atención que recibía.
