Indeleble ᵗʰᵉ ᵘᵐᵇʳᵉˡˡᵃ ᵃᶜᵃᵈᵉᵐʸ

9

Su mirada aún se mantenía puesta en mi a pesar que se encontraba detrás mío acompañándome-asegurándose- a que entre a mi habitación, y eso me ponía de mal humor sabiendo a que se debe ese comportamiento.

El pasillo que da a mi habitación está desierto, eso era necesario para saber que todos deben estar descansando en su debidos habitaciones.

No sabia por cuanto tiempo más podría mi cuerpo resistir caminando, en algún momento creía que me derrumbaría al suelo bruscamente, no tardo mucho en que el alivio llega a mi cuerpo al tener en vista la puerta.

Al momento de querer entrar sin darle una solo mirada a Cinco, me detiene sosteniendo mi brazo que por fortuna no ejerce fuerza, quizás, únicamente tuvo en cuenta lo débil que estaba en ese momento.

"Ya le habrá bastado con el encierro"

—Quiero que sepas que ninguno de los demás están informados que la causa de muerta de la rehén se debe por ti y sería mejor que se mantuviera así.—la arrogancia en el tono de su voz, me hace querer golpearlo, sin embargo me limito a asentir esperando a que me soltara.

Pero no lo hizo.

De hecho, se mantuvo así varios segundos que no fue agradable para mí. Sus frías palabras aún suenan en mi cabeza

—¿Me podes soltar?—mi voz suena seca, al fin teniendo la valentía de mirarlo a los ojos.

Parece reaccionar, su ojos regresan a sus manos aun sosteniendo la mía que al instante lo suelta. Su rostro tenía la expresión de estar perdido, eso me causó confusión y seguro él pensaba lo mismo, alejándose de mí en un silencio.

—Raro.–digo entrando a mi habitación.

Solo unos segundos duro la tranquilidad  después de cerrar la puerta, sentir la presencia de alguien adentro me alarmó y que él lugar estuviera oscuro solo lo empeoraba. Así que cuando la presencia oscuro que se encontraba sentada en el colchón de mi cama y se levantó queriendo acercarse en mi dirección, fue inevitable no soltar un grito que lo silencie de inmediato cubriéndolo con la palma de mi mano mientras retrocedo.

—¡Soy Vanya!–avisa encendiendo la pequeña lampara de mi mesita de luz,su voz me tranquiliza saber que no era otra persona que se colora en mi habitación.

El miedo que antes me invadió se fue al verla–¡Casi me matas del susto!–reclamo queriendo hacerle notar que su acto no me agrado y esperaba que no lo volviera hacer.

—Perdón, llevo esperando desde horas, quería asegurarme que estuvieras bien.

—Vos y tu hermano un día de estos acabarán conmigo.—digo sin pensarlo buscando ropa limpia en el armario, necesitaba una karma ducha.

—¿Yo y mi hermano?—cierro los ojos con fuerza al darme cuenta de mi error al decir esas palabras.—¿Cuál de todos?

Trato de decidir de contarle las "visitas" no deseadas de su hermano en mi habitación con únicamente amenazar a que me fuera. Hubiera podido decir una mentira y poder dejar sus seguramente justificaciones que daría por él pero solo me había sentir culpable, era la primera en darme una bienvenida cálida y que le pagara con mentiras..no podía hacerle eso.

—Pues...digamos que tu hermano menos amable le gusta venir a amenazarme—trato de hacerlo sonar casual.

"Que te amenacen varias veces te pasa seguido"

—Se que Cinco probablemente sea alguien que no sabe como...expresarse bien con una persona nueva.—aquí vamos de nuevo.

—Mira Vanya, aprecio que te preocupadas por mi, estoy bien pero me gustaría que dejaras un momento sola.

En estos momentos no tenía ánimos de escuchar como defiende a Cinco, ahora mismo el es la única persona que quiero olvidar que existe y tratar de olvidar lo patética y débil que fue en primera misión.

—Entiendo, lo menos que quiero es molestarte—a pesar que trato de ocultar  que mis palabras le afectaron, no me atrevo en voltear aun en frente del armario.

los pasos alejándose acompañado de la puerta cerrándose  hace que al segundo lleve mis manos enredando mis dedos en mi pelo lacio que se mantenía sucio por los días sin bañarlos, la frustración al igual que un imán vuelve a mi, cierro los ojos con fuerza estirando mi pelo en un inútil intento de calmarlo.

No funciono.

Seguía conmigo, y no creo que se vaya.

le encantaba atormentarme 

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¿Cuánto tiempo había pasado?

¿Cuánto tiempo lleva observándome?

Miro cada centímetro, cada pedazo de su cuerpo examinando que estuviera tal como esta, desde hace bastante tiempo que perdí la cuenta en lo que llevo sentada en el suelo esperando con paciencia el momento que apartara sus ojos en mi a pesar que no lo viera.

Pero sabia lo el que hacia.

Admirando lo que estaba acostado en mi cama ,respirando leve igual como una persona común aun que no lo fuera-

No era humano, solo una perfecta copia de mi reemplazándome simulando estar dormida al mismo tiempo que evitaba que mi presencia se viera por cualquier ojo humano incluyendo la cámara de seguridad en mi habitación que había notado desde el primer momento que lo entre.

Cada rincón de la casa estaba rodeado de cámaras, grabando cada paso, cada palabra, cada momento que pasara dentro de la academia, no podía asegurar que los demás supieran de su existencia tampoco que tuvieran la intención de decirme, si es que en verdad lo sabian.

Desde que llegue presentía que el lugar estaba rodeado de mentiras....engaños.

Y no había mas cosa que odiaría que las mentiras.

Salir de la misma oscuridad después de varias días pude juntar las suficientes energías para poder crear una ilusión que durara mas tiempo que pude hacer desde el inicio que descubrí este poder extraño.

La consecuencia fue inevitable ignorar , mi cuerpo estaba débil a causa del poder acumulado pero sabia que no debía desperdiciarlo, tenia que aprovechar esta oportunidad.

Ya es hora.

Sin provocar ningún tipo de sonido que pudiera delatarme me levanto con delicadeza sin apartar la mirada en la dirección de la cámara, abro la puerta solamente lo suficiente para que mi cuerpo pudiera salir, mirando en todas las direcciones posibles en que alguien pudiera aparecer.

Compruebo que esta en silencio y vacío continuo con mi cometido que me propuse desde que salí de ese cuarto  oscuro.

Descubrir las mentiras de Cinco Hargreaves.