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Principe Sunoo.

Sunoo jamás pensó que la palabra «príncipe» y su nombre estarían en la misma frase.

Pero si de algo estaba seguro, es que le querrías escucharlo de diferentes personas al mismo tiempo.

"Principe Sunoo, la costurera lo está esperando"

"Príncipe Sunoo, tiene una reunión en veinte minutos"

"Principe Sunoo, debe firmar estos papeles"

"Principe Sunoo"

"Principe Sunoo"

"Principe Sunoo"

- Príncipe Sunoo.

-¿Necesitas algo, Choi? — Le preguntó con un tono irritable a su- ahora - asistente.

-El príncipe Sunghoon lo solicita en su oficina.

Sunoo asintió mientras se pasaba la mano por la cara, estaba muy estresado, y eso que sólo llevaba una semana, ¿qué sería de él más adelante?

Como que eso de ser un mantenido no sonaba tan mal.

"No Sunoo, deja de pensar eso". Le dijo su consciencia.

Con pesadez, salió de su oficina y se dirigió a la de Sunghoon, que no estaba muy lejos de la suya.

Tocó la puerta, escuchando un pase detrás de la puerta, cuando entró vio a su alfa en su escritorio, leyendo unos papeles.

Cerró la puerta y se acercó al escritorio, Sunghoon al darse  cuenta que era él por su olor, levantó la mirada y le dio una sonrisa al omega.

-¿Cómo estás?-Se separa del escritorio para dejar que Sunoo se siente en sus piernas.

- Agotado, el trabajo no es tan pesado, era mejor escuchar los regaños de la señora Eunjin cada que Jungwon y yo hablamos y escuchábamos a  cada cinco minutos "Principe Sunoo" - Suspiró.-Necesito una siesta de mil horas.

El alfa se rió. - Puedes ir a tomarte una, yo puedo terminar tu trabajo.

- No, yo puedo terminarlo.

-Está bien, pero si te sientes muy cansado ve y duerme un rato.

-Lo tendré en cuenta.

Se quedaron en silencio unos minutos, sólo se escuchaba sus respiraciones y el sonido de las hojas de los árboles moverse por el viento.

- Sunoo.

-¿Mmh? - Se sentó quedando cara a cara con el alfa.

El alfa se acercó al omega y le dejó un beso, cuando se iba a separar Sunoo lo acerco con sus brazos tomando por sorpresa al alfa.

Aquel beso dulce se había convertido en uno más caliente, los chasquidos de sus labios eran melodía en esa habitación y sus lenguas peleaban por el control.

-Su-- El omega volvió a unir sus labios, sin dejar el alfa hablar.

El olor dulzón a caramelos del omega se volvió más fuerte, la bombilla en el cerebro de Sunghoon de encendió.

¡Omega en celo! ¡Repito! ¡Omega en celo!

- Kim Sunoo.- Separó al omega, quien gruño en desacuerdo.—No me gruñas.

-Entonces bésame.

-Sunoo, estas en celo. - Tocó la frente del chico viendo que tenía fiebre.

El omega lo miro con una mirada de sorpresa fingida.

-¿En serio?

-Sunoo, debo llevarte a la habitación.

Sunghoon cargó a Sunoo y salieron de la oficina, el omega tenía una mirada traviesa.

-Uhh, parece que hoy será una noche movida.

El Principe y El Sirviente  || Sungsun Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt