Tu refúgio

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Los cuatro se abrazaron un rato, luego Heriberto dejó a los niños con su madre para que ella pudiera hablar con ellos y explicarles lo que había pasado, o intentarlo, porque era tan grande que no sabía por dónde empezar ni siquiera cómo contárselo todo a los niños.Heriberto llegó al salón y vio a su madre al teléfono, a Lena con Antonieta y a Ana Paula preparando un hermoso desayuno en el jardín. Se acercó a su mamá, porque sabía lo que María Elena tramaba, o mejor dicho, lo que buscaba.

- Sí, quiero un jet listo para mañana, y también necesito que esté Juan Pablo, que además de delegado es licenciado en derecho y entiende de derecho internacional. Heriberto se encargará de los trámites médicos si es necesario, el ADN y todo lo demás. - habló sin detenerse, sólo mirando a su hijo, estaba más proactiva que nunca. - Diana, vamos a dejarlo todo claro, si realmente la niña está en este orfanato la traeremos a casa, de acuerdo muchas gracias, mantenme informada. - apagó el móvil.

- Veo que todo está en orden aquí? - pregunta Heriberto con una media sonrisa.

- Sí, bueno casi todo, necesito que veas lo que me mandó Diana, es el historial médico de Vicky, pero ella tuvo a las niñas en Quintana Roo, y el doctor no era de allá, y según la encuesta ya no vive en el país.

- ¿No tuvo a las niñas aquí? - dijo, pero se volteó al escuchar la voz de Vicky.

- No, me hizo irme una semana antes de ganar, fuimos a la playa y tuve a las niñas en un hospital local, eso encaja con todo ahora, por qué quería que nos fuéramos de vacaciones antes del parto, que iba a ser interrumpido y allí tuve un parto normal, casi me muero por ello. - Dijo con rencor.

- Cálmate, mi amor, estábamos preparando todo para recoger a María, pero necesito que me cuentes todo, y por qué te fuiste de la ciudad antes de dar a luz.

- Heriberto, cuando él quería algo, ¡lo conseguía! - Respiró hondo y continuó. - Les dije a los niños que estaba muy enfadada con su padre porque me mintió, me quitó una joya, les dije que esa joya pronto estaría con nosotros, pero no entré en demasiados detalles. - Se paró frente a Heriberto, quien la abrazó fuertemente. María Elena, que había escuchado todo en voz baja, se fue, dejándolos solos a los dos.

Antonieta estaba poniendo la mesa, había traído todo lo que le gustaba a su amiga y a los niños, la mesa estaba hermosa, con la ayuda de Ana había preparado una mesa especial para Max y Fernanda, con frutas y dulces que les gustaban, después de que todo estuvo listo, todos se reunieron alrededor de la mesa, Victoria sintió que su corazón se calentaba de tanto amor por todos los allí presentes.

- Hoy es un día diferente, siento que estoy en mi refugio, cada uno de ustedes aquí es un pedacito de mi refugio, y pronto estará completo, Heriberto, Maria Elena muchas gracias por lo que hacen por mi y mi familia.

- Amor, ahora somos una sola familia. - tomó su mano y la besó.

- Sí, cariño, ahora somos una gran familia y espero que pronto sea aún más grande, con la llegada de nuestra joya... -le guiñó un ojo a Vicky y sonrió-. 

- Y por supuesto, si vosotros dos me vais a dar más nietos, Max y Fer ya pueden llamarme abuela. - le guiñó un ojo a Fer, que saltó de alegría.

- Tengo dos abuelitas, eso es lo mejor de lo mejor, ahora tengo dos mejores uhuuuu..." dijo bailando y haciendo reír a todos.

- Oye, si ella es tu abuela, ¿qué soy yo? preguntó Heriberto.

- Ay, doctor, ¡usted es el prometido gato de mi madre! - Ella saltó sobre su regazo y continuó. - Sabes, cuando me recogiste en el colegio y las madres de mis amigas me preguntaron quién eras, mi profesora dijo que eras el prometido gato de mi madre, y a mí me pareció precioso.

Una nueva oportunidad de amar - en español✅Where stories live. Discover now