I Still Want You¡! ↬ NamJin Adaptación

twenty-four

—Ah, Seokjin...—

Las lágrimas picaban en los ojos del chico debido a la cantidad de fuerza que ejercía al tomar el miembro de Namjoon en su garganta, la televisión de la sala pasando a segundo plano, mientras el alfa estaba sentado en el sofá con Jin arrodillado entre sus piernas.

Habían estado toda la noche entre toques traviesos, hasta que finalmente el omega no pudo aguantar más la tortura de llevar un mes sin intimidar con su querido esposo. Y es que el tercer mes sus hormonas se habían alterado en demasía, rogando casi con lágrimas las manos grandes de Namjoon tocando cada rincón de su cuerpo.

El alfa acarició su cabeza sin querer ser brusco, pero la manito de Jin sobre la suya le indicó los deseos que tenía, así que cerró su mano sobre el cabello marcando un ritmo salvaje, embistiendo profundamente la boca del omega disfrutando ver su miembro perderse en los abultados e hinchados labios de su amado.

—Hmm, bebé así...—

Seokjin se dejaba hacer, le gustaba ser tomado de todas las maneras por su alfa. Chilló un poco cuando rozó con sus dedos su propia erección que rogaba por ser atendida, quería que Nam acabara en su boca, sin embargo, fue levantado por sus manos hasta ser sentado en su regazo.

El moreno pasó la lengua por los labios del omega saboreando su propia esencia, tomó su boca en un beso duro y demandante, recorrió con sus manos las anchas caderas de su esposo hasta llegar a su trasero donde apretó sacándole gemidos a Jin.

—Namjoonie—

— ¿Qué quieres amor? —

Jin ladeó la cabeza para que su alfa besara la piel sensible de su cuello a su gusto, succionando y dejando marcas que tendría que cubrir bien al siguiente día si no quería recibir miradas indiscretas de parte de sus compañeros.

—A ti, por favor—

—Desvístete para mí, bebé—

Con pasos torpes se levantó del regazo del alfa, poniéndose frente a él. Lentamente se despojó de su camiseta dejándola sobre algún lugar del piso, siguió con sus pantalones ajustados sacándolos con un poco de esfuerzo y soltando una risa tonta cuando vio la diversión pintada en el rostro del moreno.

Su vientre estaba un poco más abultado, por lo que empezaría a usar ropa más suelta.

—Ven, ven— el alfa palmeó sus muslos.

Con los ojos brillantes volvió a sentarse sobre las piernas de Namjoon, suspiró cuando sintió su dura erección rozando su entrada.

—Eres precioso— un dulce beso fue depositado en su mejilla sonrojada. —Estoy tan enamorado de ti como el primer día—

Las palabras del alfa siempre lo abochornaban creando revuelos en su estómago como si tu tuviera un zoológico entero dentro. Aunque irónicamente lo que tenía era dos lobitos.