Capítulo XXV: ¡Sorpresa!

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*Un mes después...

—¿Ya les dije que las playas eran un sueño?, es en realidad una experiencia única – balbuceaba Phuwin

—Creo que como tres mil veces – rodó los ojos Satang

—Entiendo tu emoción, pero ya nos sabemos toda la historia de principio a fin –le recordó Fourth

Los tres amigos sentados en una banca de una pequeña plaza cerca de la universidad. Los tres se encontraron para ir a comer juntos, pero Dunk les había llamado para que lo esperaran. Así que ahí estaban charlando de esto y aquello, excepto por el omega recién llegado de su viaje a las Islas griegas, que su único tema era sobre aquello.

—Yo creo que apenas y viste la playa, estoy seguro de que Pond no te dejo ni salir de la habitación de hotel – se rio Satang

—También creo lo mismo –se burló Fourth

—¿Estuvieron ahí? –quiso defenderse Phuwin

—No es necesario, esa marca en tu cuello y el cambio en tu semblante lo está gritando – refutó Satang

—¿Estudias para detective?, deberías considerar cambiarte de carrera Tang –rodó los ojos el omega resoplando al mismo tiempo

—Bueno, bueno, solo nos llamaste para comer juntos y restregarnos en la cara tu luna de miel o... ¿hay algo más? – levantó una ceja Fourth a su cuñado

—Inteligente, por eso le gustas a mi hermano – sonrió Phuwin –En realidad si hay algo... les traje un regalo –tomó su bolso de sus piernas, sentado él al medio de Satang y Fourth y comenzó a rebuscar dentro por dos cajitas rectangulares, y se las entregó a cada uno.

Satang fue el primero en abrirla, no sintiéndose sorprendido para nada, más bien sonriendo de medio lado y extendiendo su mano a Fourth. Phuwin miró la mano del gamma frente a él, luego miró a ambos, viendo la cara de decepción de Fourth, quien palmeo su rostro resignado, metiendo su manos en su bolsillo y sacando su billetera

—¿Qué sucede? –dijo Phuwin –No van a decirme nada, felicitenme por lo menos

—Lo siento amigo, felicidades para ti, pero no para mi... —Fourth saco un par de billetes entregándoselos a Satang, al tiempo que cerraba los ojos

—Gracias querido amigo y... felicidades Phu, serás un gran padre – rio alegre Satang, guardando el dinero y palmeando la espalda de Phuwin sin ningún cuidado.

—Con suavidad por favor –detuvo la mano de su amigo el omega. En ese momento llegó junto a los tres Dunk, algo agitado por correr y llegar a tiempo.

—Por lo que veo Satang tenía razón – miró a los tres el alto –Felicidades Phu

—¿Cómo es que todos sabían?, tendré que conversar seriamente con Pond

—No fue él, créeme, es solo que... era lógico que algo así sucediera —se encogió de hombros Dunk

—Da lo mismo vamos a comer, tengo un hambre que me desmayo en cualquier momento —se puso de pie Phuwin

—Si yo igual, aunque sigo algo enfermo, ya llevo días así —se quejó Fourth

—Eres un debilucho para ser un alfa —se burló Satang. Los cuatro amigos caminaron a la cafetería y sentados pidieron como si el mundo fuera a acabarse.

La mesa se veía llena de diferentes dulces, pasteles, y bebidas frías. Un verdadero festín. Phuwin les comentaba sobre cómo se sentía completamente normal, sin ningún síntoma, radiante y con energía, que solo porque su aroma había cambiado, fue Pond quien sospecho primero, luego de un test, estaba confirmado.

Enigma (Gem4th)Where stories live. Discover now