Eras todo lo que necesitaba [EN PAUSA]

Capítulo 16

Bianca Miller

Lo primero que vi cuando desperté fue a él, estaba junto a mí y como prometió no me dejo sola, no me abandono. Mi enojo ya había pasado y él está tratando de hacer lo que le pedí, sé que no cambiaría de la noche a la mañana o puede que nunca lo haga luego de las palabras que me dijo la anciana.

—Siento una energía negativa, están inculcando odio en él—dice mientras me abraza para que no escuche —Haces bien en no entregarle tu confianza.

—Te quiere lo puedo notar, pero entre lo que siente y su familia tiene una pelea interna, no sabe que camino tomar, por eso mi niña disfruta de estos momentos junto a él. Mantente fuerte y no le entregues tu corazón, él te apuñalará por la espalda, el será tu perdición.

Dijiste que dejáramos todo atrás, pero en tu corazón hay odio, como puedo luchar contra eso, no me diste opción voy a jugar a este juego que estas creando y me aprovechare de muchas situaciones.

Nos destruiremos y arderemos juntos, lo miro mientras acaricio su rostro.

—Buenos días —veo esos ojos color azul me miran.

—Buenos días dormilón.

—Preciosa, soñé que despertábamos así, pero la realidad es mucho mejor —sonríe.

Yo me acurruco en su pecho y él acaricia mi cabello igual como lo hizo anoche.

—Dormir en la cama es mucho mejor que en ese horrible sillón, no amanecí con dolor de espalda —reímos.

—Bueno de ahora hasta el resto de los días que quedan te invito a dormir conmigo —lo miro.

—Gustoso acepto —lo beso y él se sorprende —Bianca ¿Qué fue eso? —me mira, mientras yo me levanto para ir al baño.

—Un beso de buenos días —encojo los hombros.

—Espero tenerlo entonces todos los días —se levanta acercándose a mí —No, espero tener más durante todo el día.

—Está siendo muy codicioso señor Anderson.

—Claro que lo estoy siendo —se acerca a mis labios —¿Tiene algún problema con eso señorita Miller?

—Tendré que aumentar los intereses, ya que el cliente está pidiendo más.

—Auméntelos todo lo que quiera cuando veo un buen negocio no dudo en gastar —sus labios unen con los míos, un beso diferente a los anteriores.

Él baja a preparar el desayuno y yo me alisto para el día que nos espera, anoche él estuvo conmigo, siempre tengo estos sueños cada cierto tiempo que me hace no poder en conciliar el sueño hasta desvelarme, pero estar en sus brazos me hizo sentir paz, tranquilidad y seguridad.

Disfrutaré de estos momentos como me dijo la anciana, hasta que el destino nos diga hasta aquí.

—Bianca es mejor que nos sentemos —lo escucho mientras caminamos por el campo —Debes descansar un poco.

—No estoy cansada aun, esta vista es hermosa —miro el prado tan verde —Un espacio tan bello y libre.

—¿Quieres que te compre una propiedad en el campo? —lo miro asombrada.

—Matteo Anderson ¿Hablas en serio? —rio.

—Todo lo que tú quieras lo puedo comprar —besa mi mano —Solo debes pedírmelo, no importa el costo.

—Presumido —me atrae hacia él —No quiero, además recuerda que yo soy una mujer que se puede consentir sola.

—Lo sé, pero de todas maneras te consentiré y créeme no me importa gastar toda mi fortuna en ti y en nuestros bebes —me roba un beso.