Los capitanes

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Pasaron unos días y Trafalgar ya se encontraba en plenas condiciones. Estaba hablando con Luffy subido junto a él al mascarón del barco. 

—Torao tú eres médico ¿Cuánto tardará Zoro en despertar? 

 —No lo sé muwigara–ya. Él es un hombre fuerte pero vencer a la muerte es complicado. 

—Pero ya lo hizo una vez Torao, estoy seguro que puede volver a hacerlo. 

 —Seguro que sí, anda ven aquí. —susurró el chico y le abrazó con cuidado.  

Luffy dejo su rostro en su pecho disfrutando de sentir los latidos del corazón de aquel hombre. Luffy no lo daba a notar pero después de lo de Ace, le aterraba perder gente. Y al igual que en ese momento, Law estaba allí para apoyarlo. El moreno comenzó a acariciar su cabello con suavidad a la par que lo recogía con protección. Sentía cierta pena por la situación, sobre todo habiendo visto al cocinero con aquel ornamento. Miró a Luffy pensando en su recuperación y lo que le dolía a ver le visto en en aquella situación. Las noches que se había pasado examinando sus constantes y el amor que había surgido en ese tiempo hacia aquel loco capitán.

—Si no hubieras despertado, quizá hubiera utilizado mi Eterniti. —susurró inaudible para los demás.

Luffy tenía el sombrero en el cuello , sus cabellos se restregaban entre en pecho del muchacho. Law noto su preocupación en forma de pequeñas lágrimas que manchaban su camiseta amarilla. Hacía tanto que no se la ponía, era un día especial, decidió hacerlo pero no imaginaba que sudadera favorita terminaría empapada así. Law le colocó en sus piernas como si de un niño se tratase, le abrazó con fuerza y alzó su rostro. —Relájate, Zoro–ya es muy fuerte— le dijo pero su respuesta le dejo sin palabras. —Ace también—. Esa contestación hizo que entornara los ojos y juntara su frente.

—Escuchamé, no va a volver a pasar, no voy a dejar que vuelvas a sufrir. ¿Confías en mí verdad?

 —Lo hago Torao — expresó convencido y le miró a los ojos.   

Aquella conexión hizo que los dos se sonrojaran con ternura, Trafalgar cogió el mentón de su aliado y asegurándose que nadie les veía besó al chico con suavidad. Luffy correspondió aquel gesto abrazándose de su cuello, no era nada pasional, solo era amor puro y relajante. Cuando se separaron Luffy estaba mucho mejor, se limpió las lágrimas que aún quedarán en su rostro y dio su particular risilla.

—Gracias Torao.

***  

Ya había pasado un mes de aquel incidente, los sombrero de paja navegaban con mucha más tranquilidad, aunque todos seguían preocupados por el více capitán. Sanji no pudo dejar más tiempo a la tripulación sin su comida, ya que Luffy le pedía carne cada día y aunque Torao no cocinaba mal ellos echaban de menos las esquisiteces de su compañero. Estaba cocinando ese día; con el pendiente que no se había quitado en todo ese tiempo, el porta espadas y una de ellas, su favorita, en su cadera. Los demás quedaron extrañados de verle con aquellas características cosas de Roronoa pero no dijeron nada, todos siempre supieron que eran mejores amigos y sus peleas solo lo denotaban aún más. Lo que no imaginaban es que la cosa había ido a más. Cuando terminaron de comer Sanji estaba lavando los platos, todos se levantaron y se fueron a sus respectivos trabajos dentro del barco, todos menos Trafalgar.

—Cocinero–ya —llamo desde su sitio que era el antes sitio de Zoro 

 —¿Te quedaste con hambre Law? —preguntó el chico cerrando el grifo. 

 —No, solo quería hablarte del estado del paciente. 

 —¿Que ocurre? —preguntó intentando ser impasible, se encendió un cigarro y lo escucho apoyado en el mobiliario.  

»Sanji–ya, no quiero asustarte y antes de que me preguntes, se perfectamente que estás saliendo con él. —Sanji dejo que sus cabellos cubrieran su vista y soltó el humo exigiendo que le hablara. —Bien, escúchame ya lleva un mes con el estabilizador y no ha dado señales de mejora, no puedo hacer más pero ese aparato que mantiene su corazón latiendo solo durará una semana más... Tiene una semana para vencerla si no morirá sin posibilidad...

Sus ojos se fijaron en el chico, su respiración comenzó a ser agitada y su cigarro cayó al suelo sin molestarse en apagarlo pues eso ya lo hicieron las lágrimas que caían de sus ojos. Si Zoro no despertaba lo perdería para siempre. Después del tabaco siguió él, las piernas le flaqueaban y termino dando con las rodillas en la tabla de madera. A Torao no le gustaban esas interacciones pero entendía como se sentía, pues si fuera Luffy quien estuviera allí postrado y el no pudiera hacer nada, seguramente se volvería loco. Estrecho entre sus brazos al rubio mirando hacia la enfermería, deseando que ese chico volviera en sí. Con egoísmo pensaba en su amado y el dolor que podría causarle otra pérdida.

—Trafalgar, ¿No puedes hacer algo? Yo se la doy... yo le doy mis órganos, mi corazón —susurro con dramatismo aquel rubio mientras el hipo iba comiendo sus palabras. —Pero por favor no le dejes morir, no podría estar sin él. 

El corazón de Law se encogió al ver tanta tristeza junta, recordó por un momento a su maestro y cuidador. Él decía siempre que todo tenía una solución, se preocupaba por él al igual que ahora él se preocupa por sus pacientes. Law sonrió enternecido y poso una mano en el cabello del mayor.

—Sanji–ya, si el plazo se cumple, puedo hacer algo... aunque no sé si eso le gustaría a Zoro–ya.

Al darle esperanzas la sonrisa del rubio regreso , limpio sus lágrimas con la manga y cerró los ojos con suavidad para indicar que iba a ir con aquel chico. Trafalgar lo dejo ir pensando en su Eterniti y lo poco que le gustaba la idea de darlo a otros. Sanji colocó la espada al lado del marimo mientras acariciaba sus cabellos, le decía que tenía que despertar, que se le acababa el tiempo, que le necesitaba... En otro plano lejano Zoro llevaba luchando con esa cosa de sabana negra y guadaña afilada un mes, no llevaba la cuenta pero estaba agotado. Él no tener una conexión con el exterior le estaba matando. 

La espera del príncipe  (Zosan/Lawlu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora