Rosas blancas 11

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"Hana, Adrián, ¡estamos aquí!" escucharon una voz llamándoles. Ambos giraron la cabeza hacia el lugar del sonido y vieron a Alya de pie junto a las escaleras de la escuela. Marinette y Nino estaban a su lado.

Ambos se acercaron al grupo de amigos, pero justo cuando lo hicieron, Chloe, una chica rubia, se puso frente a Adrián. Sin previo aviso, lo abrazó, tomando por sorpresa a Adrián, quien se quedó inmóvil por un momento. Luego, Chloe se viro para mirar a Marinette con una sonrisa de superioridad.

Adrián, un poco incómodo, puso su brazo alrededor de Chloe y le dio unas palmaditas en la espalda como señal de aceptación. La dinámica entre los amigos parecía variada , y Hana observó con curiosidad cómo interactuaban todos en este grupo diverso.

La tensión entre Marinette y Chloe no pasó desapercibida por Hana, quien notó el ceño fruncido de Marinette. Decidió apartarse discretamente de la situación, caminando hacia dónde estaba Alya para evitar sentirse incómodo en medio de esa interacción.

La dinámica del grupo de amigos parecía tener sus altibajos, pero Hana estaba contento de tener a Alya como compañía en ese momento. La jornada escolar prometía ser interesante. "Hana, ¿cómo estás?" preguntó Alya con una sonrisa mientras le miraba. Hana le devolvió la sonrisa y asintió. "Bien, ¿y tú?" respondió con amabilidad.

La conversación con Alya se desarrollaba de manera más relajada y agradable, proporcionando a Hana un respiro de la tensión que había sentido antes. La amistad de Alya era un ancla en medio de las complejas dinámicas del grupo de amigos.

Después de que Adrián lograra alejarse de Chloe, se dirigió hacia Nino y los dos comenzaron a conversar amigablemente. El timbre sonó, y todos se dirigieron a sus clases. El día transcurrió de manera relativamente tranquila, a pesar de las discusiones ocasionales entre Chloe y Marinette.

Hana notó que Chloe y Marinette no parecían ser mejores amigas. Además, notó que ambas compartían un interés en Adrián, lo que parecía ser el origen de su rivalidad. Hana decidió mantenerse al margen de las complicaciones entre ellas.

Durante el almuerzo, el grupo de amigos se relajó en los sillones de la clase de arte. Hana estaba dibujando en su libreta mientras observaba a los demás conversar. Adrián se acercó y observó su trabajo, elogiándolo.

Hana se sonrojó un poco, ya que no le gustaba que vieran sus dibujos. "Gracias", respondió tímidamente.

Adrián continuó la conversación: "Sabes, Marinette también dibuja, pero se enfoca más en la moda. Sus creaciones son realmente hermosas". Hana miró en dirección a Marinette y sonrió, apreciando el talento de su compañera.

Rosas blancasWhere stories live. Discover now