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La Máscara

En el corazón de una antigua ciudad, en una tienda de antigüedades polvorienta y llena de misterios, se encontraba una máscara ancestral. Se decía que esta máscara tenía el poder de otorgar habilidades sobrenaturales a quien la usara, pero siempre a un costo demasiado alto para pagar.

Un joven ambicioso llamado Oliver, intrigado por la leyenda de la máscara, decidió adquirirla. Creía que el poder que otorgaría valdría cualquier precio. Una vez que colocó la máscara en su rostro, sintió una oleada de energía recorriendo su cuerpo. Tenía el poder de controlar las mentes de los demás con solo un pensamiento y la habilidad de mover objetos con la fuerza de su voluntad. Oliver se sintió invencible.

Sin embargo, pronto se dio cuenta del costo de sus nuevos poderes. Cada vez que usaba las habilidades de la máscara, sentía un dolor agudo en su propia mente, como si algo se estuviera desgarrando en su interior. Sus noches se llenaron de pesadillas vívidas y su salud comenzó a deteriorarse rápidamente. Pero la sed de poder de Oliver era insaciable.

Con el tiempo, los efectos de la máscara se volvieron aún más oscuros. Empezó a ver sombras acechándolo en cada esquina, criaturas que solo él podía ver. Sus seres queridos comenzaron a desconfiar de él, ya que sus ojos brillaban con una luz inhumana. La máscara había tomado el control de su mente y su cuerpo.

Una noche, mientras Oliver usaba sus poderes para manipular a las personas a su alrededor, la máscara reveló su verdadero propósito. Quería alimentarse de las almas de los inocentes para obtener más poder. Oliver se encontró incapaz de resistirse a los oscuros deseos de la máscara y se convirtió en un depredador, cazando a aquellos que estaban más cerca de él.

La ciudad se sumió en el miedo mientras los ciudadanos caían uno por uno, sus almas absorbidas por la máscara. Oliver se convirtió en una sombra de su antiguo yo, un ser sin empatía ni humanidad.

Finalmente, un grupo de valientes decidió enfrentarse a Oliver y a la máscara. Después de una feroz batalla, lograron arrancar la máscara de su rostro. Pero ya era demasiado tarde para Oliver. Sus ojos estaban vacíos, su humanidad se había ido por completo. La máscara, liberada de su huésped, desapareció en las sombras, lista para encontrar a su próxima víctima.

La leyenda de la máscara antigua perdura en la ciudad, una advertencia sobre la avaricia y la ambición desmedida. Los valientes que la enfrentaron nunca pudieron olvidar los horrores que presenciaron, recordándoles a todos que algunos poderes no deberían ser buscados, incluso si están ocultos detrás de una máscara encantadora.