Cazadores de brujas.

Cazadores de Brujas - Andrea Mishell Paredes

Había una vez en un pequeño pueblo perdido en el corazón de un oscuro y frondoso bosque, dos hermanos llamados Eliza y Ever. Eran conocidos en toda la región por ser valientes cazadores de brujas, y su reputación se había ganado tras años de enfrentarse a las amenazas que acechaban en la oscuridad del bosque. 

Ellos habían aprendido el arte de la caza de brujas de su madre, quien había sido una cazadora legendaria antes de su trágica desaparición en el bosque hace 12 años atrás. Desde entonces, los hermanos habían jurado continuar la labor de su madre y proteger a su pueblo de las brujas malvadas que vivían en el bosque. 

Un día, los hermanos recibieron noticias de que un malévolo grupo de brujas había estado causando estragos en el pueblo, transformando a los aldeanos en animales y causando todo tipo de caos. Sin dudarlo, Eliza y Ever se adentraron en el bosque, dispuestos a buscar el refugio de dichas brujas, detenerlas y salvar a su pueblo. Mientras avanzaban por el bosque, se encontraron con una vieja cabaña de aspecto siniestro, sabían que las brujas debían de estar cerca. Se acercaron sigilosamente y, a través de una ventana sucia, vieron a las brujas reunidas alrededor de un caldero hirviente, murmurando hechizos oscuros en otros idiomas agarradas de las manos. 

Ever empezó a tener un poco de miedo, era un miedo que jamás antes había presentido no sabía si realmente está vez estaba dispuesto a enfrentarse a tan grande grupo de brujas solamente con su hermana. 

Ever: ¡Ey Eliza! -- Suspira - ¿Estás segura de qué podemos enfrentarlas solos?

Eliza: ¿Qué dices Ever? Claro que podemos, nosotros siempre lo hemos logrado ¿Qué sucede?

Ever no sabía realmente como explicarle su miedo a su hermana, creía que al contárselo Eliza se enojaría muy fuerte o se decepcionaría de él, por lo que decide no contarle nada.

Ever: No pasa nada Eliza, solamente tengo un poco de nervios.

Eliza: -- Se ríe silenciosamente -- Tranquilo hermanito, mamá nos cuida ¿lo recuerdas?

Llegó el momento, decidieron actuar con astucia en lugar de enfrentarse directamente a las brujas. Se separaron y comenzaron a crear distracciones, lanzando piedras y ramas en direcciones opuestas para dividir la atención de las brujas. Mientras las brujas se distraían, ellos se colaron sigilosamente en la cabaña. Una vez dentro, Ever y Eliza se enfrentaron a las brujas y lanzaron hechizos protectores aprendidos de su madre, pero Ever de los nervios no recordaba cien por ciento todos los hechizos, o al menos el más importante no lo recordaba.

Eliza: Ever, recuerdas del hechizo que nos enseñó mamá para estás ocasiones ¿Lo recuerdas cierto?

Ever: - Muy nerviosa, respira rápidamente - Eliza, debo confesarte que al iniciar esto tenía mucho miedo, los nervios y el mismo miedo han hecho que se me olvidé el hechizo ¡Perdóname por favor!

Eliza no podía creerlo, pero se acerca abrazarlo y le canta la canción que de niños mamá les cantaba cuando tenían miedo.

Eliza: ¿Mucho mejor?

Ever: Muchas gracias hermana, me has ayudado demasiado, mamá estaría muy orgullosa de lo valiente que eres.

Ever se recuerda del hechizo y comienzan a atacar, las brujas intentaron contraatacar, pero ellos estaban bien preparados. Después de una intensa batalla de magia, finalmente lograron derrotar a las brujas y romper el hechizo que habían lanzado sobre los aldeanos. 

El pueblo estaba a salvo una vez más gracias a la valentía y determinación de Ever y Eliza. La gente del pueblo los recibió como héroes, y su madre, de alguna manera, parecía sonreír desde el más allá, orgullosa de sus hijos y de la tradición que habían continuado.

Desde ese día, Ever y Eliza siguieron cazando brujas en el bosque, manteniendo a salvo a su pueblo y honrando la memoria de su madre. Se convirtieron en leyendas vivientes, y su historia se transmitió de generación en generación como un recordatorio de que el valor, la valentía y la unidad pueden vencer incluso a las amenazas más oscuras.