Untitled part

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--ya pueden decirnos por qué estamos aquí? -- Dark Pit se encontraba parado con los brazos cruzados sin saber el motivo de tanta urgencia. A su lado estaba Pit con la misma pregunta.

-- debe de ser algo bueno. Palutena y Viridi están sonriendo -- Pit pensó que no debería de ser algo malo.

-- así es mi querido Pit -- Palutena dijo con las manos juntas cerca de su pecho. -- Viridi y yo hemos encontrado un hechizo que les va a ayudar --

-- ayudar en qué? -- Dark Pit pregunto un poco ingenuo. Sabía que de vez en cuando les gastaban bromas para su propia diversión, y no quería ser su conejillo de indias.

-- que sea una sorpresa? -- Viridi sonrió a Palutena y ella asintió. – bien quédense parados y no se muevan que terminaremos pronto. -- Viridi y Palutena retrocedieron muy animadas.

-- me da miedo esa sonrisa. Que crees que aran? -- Pit susurro a Dark Pit

-- si hacen algo ridículo, me largo de aquí para siempre -- Dark Pit respondió imaginando a los enemigos berenjenas que han derrotado con facilidad.

-- bien chicos, ahora comencemos -- Palutena casi gritó de la emoción y junto con Viridi dijeron unas cuantas palabras al mismo tiempo. Un círculo apareció debajo de los chicos mientras brillaba. Las chicas siguieron con su conjuro formando una sola voz. Una mano de cada una se levantó y cada diosa apunto a su sirviente. Los ángeles se miraron un poco inseguros y luego desviaron su mirada hacia ellas esperando lo que fuera que sucediera a continuación. Se encontraban en un jardín de Viridi escogió para esto, así que las hojas de los árboles y arbustos comenzaron a flotar y girar alrededor de ellos como si estuvieran en medio de un remolino. Cuando finalmente las diosas terminaron, las hojas cayeron al suelo dejando a los ángeles escupiendo tierra y hojas.

-- que fue eso. Un hechizo para ensuciarnos sin tener que movernos? -- Dark Pit dijo un poco molesto por la pérdida de tiempo mientras se sacudía el cabello.

-- no veo lo que se suponía que fueran hacer -- Pit dijo acomodando su corona de laureles.

-- Por qué no intentan aletear un par de veces -- Palutena no podía más con su emoción. Los ángeles miraron sus alas confundidos quedándose sorprendidos al instante. Sus alas habían crecido al tamaño de que deberían de tener para poder volar.

-- será posible? -- Pit tomó una de sus alas inspeccionándola asegurándose de que no era una ilusión sintiendo las plumas de vuelo muy reales. Incluso dio un pequeño jalón a una provocando un poco de dolor.

-- esto es genial!!! -- Dark Pit gritó y extendió sus alas doblando las rodillas para tomar impulso en un gran brinco en donde salió volando por si solo sin rumbo fijo. Pit lo miró sorprendido e hizo lo mismo. Aleteo lo más que pudo manteniéndose cada vez más y más arriba en el cielo. Las diosas los miraban compartiendo sus alegrías mientras veían a Dark Pit sonreír y a Pit llorar. Cosa que no se veía muy a menudo..... al menos a Dark Pit sonreír genuinamente. Los ángeles volaron sin parar hasta que sus alas se cansaron. No querían aterrizar, pero los músculos tienen que descansar para poder seguir en movimiento más tarde. Pit aterrizo y corrió para abrazar a Palutena.

-- o Lady Palutena, muchas gracias. Gracias, gracias, gracias, gracias, gracias. -- Pit aun lloraba de la felicidad. -- nunca he sido más feliz en mi vida --

-- me alegro mucho por ti Pit, ahora ya no necesitaras mi ayuda para volar -- Palutena devolvió el abrazo.

-- y tú no vas a abrazarme? -- Viridi dijo extendiendo lo brazos cuando Dark Pit aterrizo muy agitado por el cansancio. Sabía que no lo haría, pero no iba a dejar la oportunidad de molestarlo.

El coqueteo de Dark PitWhere stories live. Discover now