Capitulo 3

422 53 6
                                    

El sol se ocultaba en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos cálidos y dorados. Uta, Luffy y Coby estaban reunidos en la orilla del mar, compartiendo risas y sueños como siempre.

En ese momento, Shanks se acercó a ellos, una mirada seria pero amorosa en sus ojos. -Chicos, he estado pensando mucho en ustedes. Uta, Luffy, Coby... ¿qué les parece si oficialmente se convierten en mis hijos?-

Los tres se quedaron boquiabiertos, sin poder creer lo que estaban escuchando. Coby fue el primero en reaccionar, sus ojos brillaban con emoción. -¡Sí, por supuesto! Sería un honor, Shanks.-

Luffy y Uta asintieron con entusiasmo, no podían imaginar una bendición mayor. Shanks los abrazó con fuerza, sintiendo su unión más fuerte que nunca.

Días después, durante una ceremonia especial en Villa Fosha, Shanks formalizó la adopción de Uta, Luffy y Coby como sus propios hijos. El pueblo entero celebró con alegría esta nueva unión.

A medida que pasaban los días, la relación entre Shanks y sus tres hijos adoptivos se fortalecía. Juntos enfrentaron desafíos, compartieron risas y formaron recuerdos inolvidables.

Sin embargo, un día, Shanks se acercó a Uta con una expresión seria. -Chico, ha llegado el momento. Debo partir y enfrentar lo que me espera. Y quiero que me acompañes.-

Uta miró a Shanks con mezcla de sorpresa y determinación. -Entiendo, padre. Estaré a tu lado.-

Uta, con el corazón apretado, se despidió de Luffy y Coby, prometiéndoles que regresaría pronto. Los tres se abrazaron con fuerza, sabiendo que esta separación era temporal.

Juntos, Shanks y Uta partieron de Villa Fosha, enfrentando el futuro con valentía y determinación.

Mientras tanto, en Villa Fosha, Luffy y Coby continuaron su vida con la certeza de que volverían a ver a Uta y a Shanks. La promesa de amor y unión permanecía en sus corazones, dándoles fuerza para enfrentar lo que vendría.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
El día en Elegia estaba teñido por una melancolía profunda, mientras la brisa marina parecía llevar consigo el eco de lo que una vez fue. Shanks y Uta se mantenían en silencio, el peso de lo que había sucedido en el aire.

Uta miró a su padre adoptivo con ojos llenos de tristeza y culpa. -Todo esto... todo lo que amábamos... está perdido.-

Shanks asintió con pesar. -Sí, Uta. Cometí un error al no comprender el poder de tu fruta Uta Uta. Pero ahora es momento de asumir las consecuencias.-

Poco después, los Piratas del Pelirrojo llegaron a Elegia en el Nuevo Mundo. Shanks sabía que debía enfrentar lo que venía, pero también temía el impacto que tendría en Uta.

En medio del caos, Uta cantó la canción Tot Musica sin saber que era el ritual de invocación de un monstruo homónimo creado por su propia fruta. El terror se apoderó de ellos al ver la criatura gigante que emergía del suelo.

Shanks luchó con valentía, enfrentando al monstruo con todo su poder. Sabía que debía proteger a Uta y a la isla que ella amaba.

Finalmente, el monstruo fue derrotado, pero la isla estaba en ruinas. Shanks miró el desastre con pesar, sabiendo que no podía reparar el daño.

- Uta, hija... - Shanks comenzó, su voz quebrándose. - Debo asumir la responsabilidad de lo que ha sucedido. Necesito que sepas que todo esto es culpa mía.-

Uta, con lágrimas en los ojos, miró a Shanks con un nudo en la garganta. -Pero... pero padre, yo... yo también tuve parte en esto.-

Shanks abrazó a Uta con ternura. -Hija, eres valiente y fuerte, pero también eres joven y necesitas aprender a controlar tus poderes. Por eso... por eso he tomado una decisión difícil.-

Uta lo miró con confusión y preocupación, sin entender completamente lo que Shanks estaba a punto de hacer.

- Te dejaré al cuidado de Gordon. Él te entrenará y te ayudará a controlar tus poderes. Es lo mejor para ti, Uta. - Shanks dijo con voz firme, aunque su corazón se desgarraba por dentro.

Uta se sintió como si el mundo se derrumbara a su alrededor. -¿Qué estás diciendo, padre? ¿Por qué me estás dejando?-

Shanks la miró con ojos llenos de dolor. -Necesitas aprender a vivir sin depender de mí, Uta. Y yo... yo necesito enfrentar mis propios errores y decisiones.-

La despedida fue un momento de profunda tristeza y dolor. Uta se sintió abandonada y traicionada, sin entender completamente las razones detrás de la decisión de su padre.

Mientras Shanks partía, Uta miró la figura de su padre adoptivo alejarse con el corazón roto y una sensación de amargura creciendo en su interior.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Fin

¤"Pequeños Tesoros"¤Where stories live. Discover now