Me Enamoré De Un Pendejo (Aquino X Duxo)

Cap. 10: Hasta pronto

- Duxo se levantaría viendo cómo Aquino ya había hecho las maletas y estaba cambiado esperando a que su amigo se despierte

A- oe... Yo ya estoy listo, solo espero mí vuelo

D- ¿A qué hora llegará?

A- hoy pero a las 1 de la madrugada

D- ¿Y que hora es?

A- son las 10

- Duxo un poco desanimado se pondría sus zapatillas para después ir junto Aquino y abrazarlo

D- no... No te vayas Aquino

A- perdona Duxo, no tengo otra opción, me gustaría quedarme más tiempo contigo pero quiero que sepas algo

D- ¿Mh?

A- siempre serás lo más importante para mí

- Aquino acarició la cara de Duxo para calmarlo y se apartó del abrazo

A- tengo que seguir guardando mis cosas...

- Aquino seguiría acomodando todo y buscando sus cosas para llevárselas

D- ( se me pasó el tiempo volando, ¿Por qué no lo aproveche? )

- mientras Duxo pensaba esto vio como una de las remeras de Aquino estaba debajo de su cama, al verla lo primero que hizo fue esconderla en su armario a todo esto Aquino estaría buscando en la sala su cámara

A- ¡Aquí está! ¿Cuando la abre dejado aquí?

D- ( pensé que me vio... ¿Que estoy haciendo?... )

- Aquino entraría en la habitación del oji-lila para examinar si no se había dejado nada allí

A- pues... Parece que no, oye Duxo

D- ¿Que pasa webon?

A- no quieres ir a... No lo sé... ¿Algún lado?

D- ¿Por qué no vamos a... El centro? Otra vez ya lo se... Pero allí fue cuando nos propusieron la apuesta

A- buena idea webon, además debemos reclamar la plata a Lucasta y a Tomy

D- jaja, es verdad

- Duxo y Aquino se prepararon para salir de la casa. Duxo se puso una camiseta negra y unos jeans azules, mientras que Aquino se puso una sudadera gris y unos pantalones deportivos. Ambos se miraron al espejo y se sonrieron

D- Te ves bien, webon

A- Tú también

D- Vamos, no perdamos más tiempo

A- Sí, vamos

- Duxo y Aquino salieron de la casa y tomaron un taxi hacia el centro. Durante el trayecto, hablaron de cosas triviales, como el clima, la música y las películas. Pero ambos sabían que había algo más importante en sus mentes

D- Oye, Aquino...

A- ¿Qué pasa, Duxo?

D- ¿Qué vas a hacer cuando llegues a Chiclayo?

A- Pues... No lo sé. Supongo que volveré a mi rutina de siempre...

D- ¿Y qué hay de nosotros?

A- ¿Nosotros?

D- Sí, nosotros. ¿Qué va a pasar con lo que tenemos?

A- Bueno... Podríamos seguir en contacto por teléfono o por internet. Podríamos mandarnos mensajes, llamarnos, hacer videollamadas...

D- ¿Y eso es suficiente para ti?

A- No, claro que no. Pero es lo único que podemos hacer por ahora

D- ¿Y si te digo que hay otra forma?