Capítulo 38 - Muchas preguntas para hacer, un viejo odio sale a flote

139 42 25
                                    

 No supo qué decir

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No supo qué decir. Su cabeza dolía cada vez que rememoraba cosas, sobre todo cuando intentaba hacerlo con sus últimos tres años de vida. Para su agrado, el dolor fue pasajero, recordar a Róng Suírén no era la gran cosa.

Ahora rezaba preguntarse por qué ese hombre sabía quién era. ¿De qué modo pudo haberse dado cuenta? «Por supuesto, mi hermano estaba junto a él, tienen que estar trabajando juntos. Vaya, vaya, mi hermanito tiene amigos muy interesantes». Xiāng Shén quería hacer muchas preguntas, pero no podía verse alterado.

—No necesito que me digas nada. Sé que eres tú, ya me lo han dicho. Wù Hé fue quien te reconoció y encontró, luego te encerró. Mi dios, Lǐ Bǎo Míng, ya lo ha comprobado, y Xiāng Fēng ha formulado el plan de encerrarte hasta la muerte de Nángōng Jú.

—¿Por qué no me asesinaron? Me tenían a mí y a Xìn Yuán sin defensas, ¿son acaso idiotas?

—¡Tú! Maldito imbécil, ¡si no te he matado es porque Xiāng Fēng quiere hacerlo y a su estúpida manera! Además, Lǐ Bǎo Míng todavía no arregla algunos asuntos en los cielos.

«¡Lo ha dicho, el dios Lǐ Bǎo Míng! Entonces es cierto, Xiāng Fēng es parte del juego de los dioses. Y, encima, el demonio de viento está trabajando con ellos. Dioses y demonios en equipo con los humanos, ¿qué pretenden?», reflexionó Xiāng Shén.

—Róng Suírén, nunca pensé que me odiaras tanto por salvarte el trasero.

—¡Maldito seas! ¡Arruinaste mi vida y reputación! Xiāng Shén curvó sus cejas, indignado.

—Fuiste tú el que se metió en frente de esa criatura. No me culpes, yo hice mi trabajo, protegí a un compañero en peligro.

—Ah, ¿sí? Eso es lo que tú crees. ¡Pero me alegra que te acuerdes! —exclamó, pisando el suelo—. Desde ese día, no pude caminar tranquilo por el palacio, mi padre me exigió más y más. Los soldados y guerreros no me aceptaban, todo porque no era tan bueno y respetable como el niño Xiāng. ¡Todo por tu culpa! ¡Porque te gustó alardear de tus habilidades!

—Eso no pasó en ningún momento. Yo tenía ordenes de permanecer al margen, no dije nada en tu contra ni en mi defensa. ¿Por qué no lo aceptas y dejas de ver cosas donde no las hay?

—Claro. —Rio con sarcasmo—. Después de todo, no fuiste tú el castigado hasta las quebraduras, con latigazos y demás.

«No tiene ni sentido estar hablando de esto, ¿qué puedo cambiar yo? ¡Imbécil!». Xiāng Shén contuvo el aire en su pecho y suspiró para mantener la compostura.

—Si quieres arreglar esto con palabras, estoy dispuesto a escucharte. Sin embargo, si tú modo de resolver estos asuntos es a través de la fuerza, me defenderé.

Xìn Yuán se quedó atento a cualquier movimiento, aún no había pronunciado ni una palabra, como si hubiera vuelto a ser un fantasma casi invisible.

El ambiente quedó tenso por un rato, en completo silencio. Los soldados apuntaban con lanzas, mientras que Róng Suírén seguía de pie, derecho y con los brazos cruzados, con sus gestos decía "nadie es más fuerte que yo".

Grulla Negra《Hēi hè》-En corrección-Where stories live. Discover now