My new friend, Wednesday Addams

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—¡Tienes que estarme jodiendo, Enid!- Yoko gritó, golpeando el suelo con su puño

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—¡Tienes que estarme jodiendo, Enid!- Yoko gritó, golpeando el suelo con su puño. Se había caído de la cama de Enid (en la cual se encontraban originalmente hablando después de que la menor llamase a su mejor amiga en busca de desahogar todo lo que tenía en su interior desde aquel infortunado suceso) debido a la exagerada risa maniaca que no había cesado desde que Enid comenzó a relatarle su primera charla con Wednesday Addams.

—¡Demonios, Yoko. Deja de reírte!– Exclamó Enid, lanzándole una almohada en el rostro a su mejor amiga, frustrada, avergonzada y muy roja. —Me haces sentir mucho peor.—

La mayor inhaló un par de veces antes de encontrar su voz.

—No creo que eso sea humanamente posible, Enid.— Confesó la pelinegra, apoyando sus codos en el colchón de la cama, aún sentada en el piso.— Es decir, lo primero que sale de tu boca la primera vez que hablas con una criatura inocente como Wednesday Addams es: "¿Me dejas chupártela?" . Solo por qué te quedaste sorprendida por el enorme tamaño de su mini-Wednesday, no tan mini según lo que me estás contando... no te da derecho a ser una indecente. Debiste invitarla a un café primero.—

—¡Yoko, ya basta!— gritó Enid, tirandose de espaldas a su cama, cubriendo su rostro con una almohada, ahogando un grito de frustración en ella. Tenía ganas de llorar debido a lo avergonzada que se encontraba con Wednesday.

Demonios, después de haber soltado tal cosa, no se dio cuenta de la estupidez que había dicho hasta que el rostro entero de la chica se volvió tan roja como una manzana. El labio inferior le tembló, no pudo decir ninguna palabra y Enid, inmediatamente, se dio cuenta de lo profundo que la había cagado.

"L-lo siento... creo que debo irme."

Fue lo único que pudo articular la pelinegra, quien se olvidó de inmediato de su ducha y salió corriendo con la ropa a medio poner, dejando a Enid con una disculpa en la boca y con la vergüenza más grande que había experimentado en la vida.

—Debo disculparme con ella.– Balbuceó Enid, aún con el rostro enterrado en su almohada.

—¿Hm?— Inquirió su mejor amiga, subiendo a la cama y quitándole la almohada del rostro.
—¿Qué dijiste?—

—Que debo disculparme con ella. No podré vivir en paz conmigo misma si ella sigue teniendo esa errónea impresión de mi, Yoko.— Dramatizó la menor, sentándose sobre sus pantorrillas y meneando a su amiga de los hombros. —¡La traumaticé!–

—Si, eso me ha quedado bastante claro.— ironizó su amiga rodando los ojos. —Pero créeme cuando te digo que Wednesday va a estar ignorándote hasta en los almuerzos. Debe de estar igual o más avergonzada que tú.—

—Pero tú me vas a ayudarás a atraparla.— Canturreó Enid sonriendo exageradamente.

—Si la vamos a "atrapar", se va a asustar mucho más.— Analizó la pelinegra, llevándose los dedos a la barbilla con expresión pensativa.

Falofilia | Wenclair Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz