Capitulo I

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Era como cualquier otro día en las calles de Tokio Japón, una joven de 16 años de cabellos negros como la noche y unos ojos azules, cómo unos hermosos zafiros alado de ella, la acompañada su mejor amiga Sango una joven de cabellos castaños y unos hermosos ojos color chocolate.

Ambas chicas caminada felizmente platicando, cuando de repente un joven de cabellos negros y ojos color caoba, caminada aun lado de ellas y dejo caer un pequeño dige en forma de luna llena con varios  rubíes pequeños que formaban una luna  creciente dentro de la otra luna.

Cuando kagome noto el pequeño dije en el suelo, lo tomo entre sus manos para llamar al joven que lo había perdido, pero al ver que aquel chico había desaparecido, lo guardo en su bolsillo para devolverlo o simplemente llevarlo a las cosas perdidas y que ellos se encargarán de devolverlo a su dueño.

Al llegar al lugar donde dejaría aquel pequeño objeto, el encargado le pidió un poco de información de cómo era el joven que había extraviado, aquel preciado dige kagome como pudo dió la descripción del joven.

—Señorita podría darme una descripción del joven que lo extravió— Hablo el encargado de la oficina de objetos extraviados.

—Bueno no lo ví bien, pero era alto como 1.70, su cabello era negro le llegaba hasta el hombro y sus ojos eran de un color caoba, pero no ví bien su rostro para decirle bien señor— le dijo kagome al encargado del lugar.

Cuando kagome salió del lugar, alcanzó ha escuchar como el hombre que la había pedido una descripción del joven, tomaba una llamada —¿Si era el?— se escuchaba al otro lado de la línea.

—Con la descripción que me dió la señorita, es claro que es el— contesto el hombre.

—¿Que más descubriste?— volvió a preguntar la voz del otro lado de la línea.

—El tenía en su poder, “Grom” pero al parecer lo termino extraviado— contesto el hombre, mirando el lugar por ¿Dónde la chica de ojos azules, había salido?

—¿Tienes alguna explicación para que el lo haya extraviado? O el ¿Por qué lo termino dejando a la vista de cualquier persona?— hablo de nuevo el hombre.

—Específicamente no cualquier persona, más bien el esperaba que ella lo encontrá—Hablo el hombre encargado del departamento de cosas perdidas.

—Yin síguela y no la pierdas de vista— hablo el otro hombre a través del celular.

—Como tu digas, le dirás que ya apareció el “Grom” y también la chica — La voz del hombre, era con un tono de incredulidad que hubiera aparecido nuevamente aquel artefacto.

— No sabrá hasta, que el mismo lo descubra— se escucho después de colgar la llamada.

[...]

Yin salió de la oficina de las cosas perdidas, llevando consigo aquel extraño objeto para evitar más accidente como el que había pasado, la última vez que está joya había aparecido, pero antes de comenzar a investigar a la joven de ojos azules tenía que esperar a su compañero de trabajo.

Yin detestaba trabajar con el, pero que podía hacer era su compañero y tenía que trabajar con el, aunque él no quiera, cuando Yin llegó al lugar donde se encontraría su compañero Yang lo esperaba.

—Por lo menos dime algo—Hablo el otro hombre de cabello negro.

—¿Eres tonto o que ya la perdimos?— La molestia del hombre de cabellos azules.

—Yin no me gusta que me hables así— contesto su compañero.

—A veces creo que te pasas de dramático Yang— Contesto el chico de cabellos azules.

La Última cazadora de MonstruosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora