Manual para no salir

                   Anoche desperté en una casa que no es la mía. Desnudo. Con un tufo nauseabundo impregnado en el cuerpo y el cerebro alternando entre cámara lenta y pausa. Era una especie de cobertizo, húmedo y oscuro, hecho de madera antigua. Al centro del único espacio que la conformaba, había un libro sobre una mesa de extraño aspecto. Mire alrededor y pude comprobar que aquel sitio, estaba desprovisto de cualquier otro indicio de existencia humana. Abrí el libro en la primera página y leí "Manual para no salir". No debí hacerlo. Susurros se manifestaron de golpe. Provenían del techo. Levanté la mirada para buscar el punto exacto de su origen y luego de unos segundos logré encontrar una pequeña puerta. La voz me dejó desconcertado por las cosas que decía y su peculiar reverberancia, que hacía que la percibiera como si estuviera duplicada. Escribiré fielmente parte de lo que escuché, con la esperanza de mantener alejado a todo aquel que desee llegar aquí:

"La voz me dejó desconcertado por las cosas que decía y su peculiar reverberancia, que hacía que la percibiera como si estuviera duplicada. —dijo la voz y luego continuó—. Escribiré fielmente parte de lo que escuché, con la esperanza de mantener alejado a todo aquel que desee llegar aquí: La voz me dejó desconcertado por las cosas que decía y su peculiar reverberancia..."

                   La voz continuó diciendo incoherencias sin poder comprender lo que pasaba. Arrastré la mesa, me subí y logré alcanzar la puerta. En su centro, aparecieron carácteres en un idioma que desconocía, sin embargo, por alguna razón, sentí que alguien o algo, me daba la bienvenida. Una vez arriba, me encontré con dos grandes ventanas a poca distancia. Fuera de ellas, un texto en letras gigantes. Un texto que te resultará familiar: "Anoche desperté en una casa que no es la mía. Desnudo. Con un tufo nauseabundo impregnado en el cuerpo y el cerebro alternando entre cámara lenta y pausa." Entonces lo entendí. Estaba en tu cabeza... sí, tú, que estás leyendo esto, en tu mente ¿o no?. Cómo llegué aquí es un misterio, pero aún sigo dentro de ti, con un nudo en la garganta. Me vi obligado a presenciar tu niñez, partiendo desde "aquello" hasta el momento en que lees estas palabras. Fui preso del miedo, de la ira, del remordimiento y la amargura, de la desesperanza y la desilución. Te conocí hasta las lágrimas y ahora que te conozco, aún más deseo salir de aquí. Quiero volver a mi vida de ocho a cinco y de cinco a doce. No quiero continuar en tu montaña rusa de emociones que me llevan hasta el hastío. Pero tus demonios me visitan desde anoche y me cuentan tus secretos. Que mierda de personas somos. Hubiera preferido no saber nada. ¿Por qué sigues leyendo? Supongo que tendrás mejores cosas que hacer... al igual que yo. ¿Por qué seguimos?, tu detrás de la pantalla y yo adentro de tu cabeza, con un plan entre las manos que no quiero ejecutar. ¡Ya, sácame de aquí!... Mi boca se ha cansado de decir "todo pasa" si lo que esperaba que pasara, nunca ha pasado...

Divago...

No entiendo nada...

¿Mi vida? La extraño. ¿Por qué? ¿Por qué quiero salir de aquí? ¿y si me quedo? Sería como si nunca hubiera existido.

Me pregunto si habrá alguien que le importe si existo...

Vienen tus demonios. Traen un libro.

avanza... más adelante

Que obediente eres...

Cierra los ojos... no pienses en la risa de un hombre... que te toca... desde dentro. No pienses en nada....