Un hombre parte del "Proyecto de Restauración de Welcome Home" recibe una misteriosa carta, y con ello unos agradables sueños comienzan a aparecer cada noche sin falta.
Piensa que quizás encontró un compañero, otro amigo incluso. El tiempo pasa y e...
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Esa carta de color azul.
Ese pedazo de papel llama los sentidos de [___].
Pudo haber otra explicación, como por el simple hecho de ser el primer objeto que vio al abrir la caja. Es una de las muchas antigüedades que hay por debajo, esperando ser analizados y archivados correctamente. No es una carta con decorativos ni algo más a destacar, solo un fondo liso de color índigo, tan agradable a la vista por la suavidad de esta.
Él mira atentamente la colorida hoja, el color estimula sentimientos tranquilizadores. Los ojos de [___] se achican de manera inconsciente.
La mente del joven divaga y divaga... Cayendo en un suave y tibio abrazo. Esto es lo que justo él necesitaba. Después de días enteros en vela, incapaz de dormir en paz sin necesitar que abrazar una almohada en busca de calor. Incluso cuando era verano, las noches eran a temperaturas obscenamente bajas, llegando a dudar si estaba en el mes correcto. Estos cambios bruscos de temperatura no ayudaban para nada a sanar el fuerte insomnio que abatía contra él durante estos meses.
Ver ese color lo tranquiliza por completo. Es extraño, un agradable cosquilleo pasa por su espalda. No sabía si existían palabras para describir la mancha blanca en su mente, una que le evita ver más allá entre el mismo y los deseos más profundos dentro de sí.
Una refrescante brisa pasa atrás de él, metiéndose suavemente por su nariz. Inhala profundamente, buscando encerrar el aire en lo más profundo de sus pulmones.
Acerca su mano enguantada a la hoja, mirando perdidamente el pedazo azul borroso.
"Ya casi..."
...
—[___]—.
Llama una voz, alertándolo. Voltea al origen de la voz, exaltado por la intrusión, sintiendo la neblina mental, esfumándose de manera brusca.
—¿Sí?, ¿Qué sucede?—. Pregunta el anteriormente nombrado, mirando con alivio a su compañero.
Él esperó una respuesta, pero solo quedaron en un incómodo silencio que pareció durar demasiado. Mira a su amigo Ryker, y ladea su cabeza, observando con un ceño fruncido como Ryker lo observa estático, asustado o incluso horrorizado. Parece que quiere decir algo, pues abre la boca, pero por alguna razón su voz no parece salir de él. Siguió así hasta que sin previo aviso se acerca y se para frente a la caja, a la vez que empuja al confundido hombre a un lado con su cuerpo, alejándolo de la caja —No toques eso—.Indicó mientras arrebataba la carta de la caja con rapidez.