Capitulo 7: Confesión.

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Xiao estaba gritando en silencio (si es que se puede), caminando en círculos por toda la sala. Había hecho esto mismo por todos los extremos de su casa. Se encontraba bastante nervioso y no sabía cómo más calmar sus nervios. Sus hermanas y su padre solo lo veían con gracia sentados en el sofá principal de la sala.

– será mejor que te calmes si no quieres comprar baldosas nuevas – comentó Zhongli con un ligero tono de burla.

– no puedo papá, estoy nervioso – se quejó Xiao sin parar en ningún momento de caminar.

– sí, lo notamos – ahora comento Ganyu, tratando de aguntar la risa.

– hijo, ¿se puede al menos saber qué te tiene así? –

– hoy en la tarde esperaré a Venti y me confesaré – informó sin rodeos el joven de ojos ámbar.

– oh ya veo, y ¿no sabes que decirle verdad? – preguntaba la joven de cabello celeste suponiendo la situación, conocía bastante bien a su hermano como para intuir que era eso lo que le alteraba.

– yo... le eh estado confesando por esas notas en toda la semana; pero de solo pensar que hoy lo tendré frente a frente, que sabrá que soy yo el de los regalos y que me le confesaré, me pone demasiado nervioso, ¿y si termino haciendo el ridículo frente a él? – se detuvo (por fin) viendo a sus familiares.

– bueno, en ese caso podrías preparar lo que le dirás; te puedo ayudar en eso – propuso Ganyu con una sonrisa en su rostro tranquilizando un poco a su hermano.

El resto de horas el joven de ojos ámbar no paró en ningún momento de preparar lo que le diría a su amado; escribió y borró muchas veces, habló frente a un espejo y frente a su hermana, se preparó para cuando tuviese a Venti frente a él para no hacer el ridículo. Su idea era confesarse e invitarlo a una cita. Así que tenía que salir bien.


~~~


Ese mismo día, el joven de ojos turquesa, con sus características dos trenzas adornando cada lado de su rostro, caminaba muy tranquilamente por el parque cerca de su hogar en dirección a la única universidad de la ciudad, también cerca de su hogar. El clima era muy fresco y realmente agradable ese día, cosa que le daba una sensación de tranquilidad.

Mientras caminaba, no para de pensar en la nota que había recibido esa misma mañana junto al ramo. Si lo escrito era cierto, ese mismo día conocería por fin a su enamorado secreto, aunque sospechaba quien era. Con eso, daba pie a que fantaseara un poco con el momento en que se encontrarían cara a cara por fin, como se confesarían (si resultaba ser Xiao su enamorado), como se besarían después de eso, incluso las veces que saldrían y el momento en que se presentaran a sus familias; si, Venti estaba completamente en las nubes a ese momento.

Se encontraba tan concentrado en sus pensamientos y caminando automáticamente, que no prestó atención a que estaba a punto de cruzar una vía vehicular bastante concurrida, cuyo semáforo aún se encontraba en verde y los autos cruzaban sin detenerse. Uno de esos autos se movía a una gran velocidad cerca a la acera peatonal y Venti estuvo a punto de poner un pie sobre la via, justo donde transitaba aquel vehículo; pero antes de que su pie tocara el suelo, algo jaló de su camiseta hacia atrás, haciéndolo retroceder varios pasos y alejándolo del peligro.

– deberías prestar atención por donde caminas – Venti inmediatamente volteó a sus espaldas para ver a quien le había salvado de un accidente. Se trataba de un joven de su misma estatura, de tez blanca, cabello bastante corto de un tono violeta profundo, y unos ojos del mismo color a su cabello; quien lo veía con bastante dureza.

Anónimos || xiaovenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora