Capítulo I

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Ya va casi un mes desde la última cacería, me aburre esperar, necesito volver a salir. El encierro y solo afilar cuchillos y hachas empieza a fastidiarme, extraño la sangre, veo mi abrigo de oso colgado junto a las demás pieles llamándome para ir al bosque.

La maldita jerarquía apesta, ser el hermanastro del rey es pura mierda.

Levanto la mirada para ver quién entra en mi casa mientras estoy afilando mi hacha, la lanzo en el madero que tengo en la pared para ver que tan bien quedo, - ¿Qué quieres Jin?

Ahí va de nuevo... me levanto a sacar el hacha, mientras el sigue con el sermón. -Los dioses han aprobado la caza de mañana.

- ¿No estas ocupado siendo rey? - respondo sin mirarlo.

-Espero que tu medalla este cicatrizada, te espero al amanecer, los dioses tienen algo para ti Tae-, dice para finiquitar. Se va de mi casa dejando la puerta abierta... El maldito rey no sabe cerrar una simple puerta.

Estúpido SeokJin, viene a burlarse porque no me di cuenta que el maldito oso me había alcanzado a tocar con sus garras, una nueva cicatriz de 3 pulgadas tampoco era tanto, no era mi primera cicatriz, con la adrenalina no lo sentí, el maldito curandero cerro la herida con cuchillo caliente, estuve a punto de matarlo, pero los comandantes me lo quitaron de las manos.

Salgo de mi cabaña, los encuentro forcejeando y peleando nuevamente, maldición ya me vieron.

-JiMin, JungKook- los saludo, mi cabeza no para de pensar mientras los observo - ¿No se aburren de estar peleando todo el tiempo? - Ellos solo ríen para saludar mientras se siguen empujando.

- ¿iras mañana cierto? - Pregunta JiMin.

- Por su puesto me limito a contestar.

- ¿Volverás a escabullirte solo? El comandante Min dijo que los dioses te enviaran algo-, JungKook estaba atento a que le respondiera su pregunta.

-Los veo al amanecer- los deje atrás siguiendo mi camino. Ya saben la respuesta, pero aun así hacen la pregunta.

Solo espero que obtener una buena piel, este maldito invierno está matando demasiada gente, los dioses podían detener la nieve para poder avanzar mañana, si nieva así habrá mucho peligro, deberíamos pedir a los dioses fuerza y agilidad para conseguir animales gordos para traer, son los tipos de pensamientos te tengo una y otra vez mientras me dirijo a la casa del rey, tiene agua caliente, sus vasallos siempre están al pendiente de sus necesidades, puedo ir a usarla, si el maldito puede dejar mi puerta abierta, yo puedo usar el agua de su baño, más que mal soy su hermano.

Una última vez y me voy a dormir, reviso mis cuchillos una última vez, a lo lejos veo el viejo arco oculto entre todas mis herramientas, la gran Wieland Lola me lo obsequio la primera vez que llegue con un conejo que había cazado y matado con mis propias manos con tan solo 10 años, también me enseñó a afilar flechas, luego cuchillos, hasta crear mis propias armas, con el tamaño adecuado y el peso perfecto para mis muñecas.

También fue la única que noto que era zurdo y me enseñó a usar la mano derecha para no ser sacrificado, por sacrílego, así pase de ser un maldito zurdo a un hábil guerrero ambidiestro, ¿cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que use ese arco?, 2 años talvez.

Lo tomo y me parece sorprendentemente liviano, saco las flechas para poder afilarlas, las encuentro pequeñas en tamaño, solo son 2 años, no he crecido tanto, afilo una y la lanzo con sutileza en el madero donde lanzo y pruebo mis armas, aún conservo mi excelente puntería, dejo las flechas en la mesa con el resto de lo que llevare, ajusto la atención de la cuerda y lo dejo junto con las flechas.

Queda poco para el amanecer y aun no logro dormir, pero ya me pesan los ojos, me acomodo para relajarme, cierro los ojos y siento que al fin podre descansar... Pero logro ver algo más, ¿soy una presa?, ¿porque estoy ocultándome?, espera un momento, siento el desespero ¿de quién me estoy escondiendo?, puedo sentir mi corazón en mi garganta y mis oídos, ¿así de fuerte se escucha? si sigue latiendo así me van a encontrar, ¿que era esta sensación?, ¿miedo?, no recuerdo haber sentido algo así nunca escucho un sonido, es como el crujir de las hojas al caminar, ¡viene tras de mí!, no lo puedo ver...

¡Ah! maldita sea, estoy tan sudado, despierto con la sensación de apenas haber cerrado los ojos, aunque estoy ansioso por la caza, siento que no descansé, me levanto aun de noche y comienzo a vestirme, será un largo día.

💜💜💜💜 Estoy realmente agradecida de esta oportunidad, intente escribir y sentí que no era lo mio, hoy que admiro y me inspira alguien más a hacer esto solounacarabonita, Gracias por ser mi mentora 💋 pues creo que solo tengo una gran imaginación agradecida de que les guste este desafío, gracias al Harem que les a gustado y a la dueña de este Harem 💜💜💜💜

Domando FierasWhere stories live. Discover now