prefacio

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Es una noche lluviosa, fresca y atemorizante. Un clima perfecto para escabullirse entre las sombras de la noche hacia aquel callejón solitario en donde las tenues luces neón son la única iluminación.  Con la capucha puesta, el hombre alto de hombros anchos se adentra, rápidamente llamando la atención de las meseras que pasean en diminutas ropas, vestidos exóticos y de las bailarinas ya desnudas sobre el escenario de baile en donde al centro, un tubo plateado se alza hasta el techo.

Las ignora por completo, bajando su capucha y dejando ver porque ha sido tan llamativo. Los rasgos de su rostro son varoniles, ojos marrones, nariz perfilada, labios delgados y cabellos rubios. Un hombre atractivo de buen ver, que seguramente en su billetera rebosan algunos pocos fajos de billetes de cien dólares o más.

Pide un trago al bartender que, también es una mujer de predominantes senos, rubia y un pequeño corbatín en el cuello, maquillaje cargado y una linda sonrisa. Se inclina sobre la barra al momento de darle su bebida y él, nervioso, por fin pregunta:

— ¿Dónde puedo pedir una chica?

Es llevado por un pasillo oscuro, en donde a cada lado, habitaciones con títulos extraños y ridículos adornan la entrada, luces en verde y rojo, indicando su disponibilidad. En cuanto llega al destino, ve a un hombre... aquel que ya conoce, pues ha visto su rostro demacrado en boletines de prevención que la policía de Seul se ha asegurado de repartir por toda la zona. Este fuma mientras cuenta billetes, ni siquiera lo mira.

— Buenas noches.— salida, caballeroso y formal, nervioso hasta el punto de olvidar en qué sitio de mala muerte se encuentra.— Quiero... quiero hacer un pedido

El hombre mafioso, el padrote, lo mira por fin. Se burla en silencio mientras exhala el humo del cigarrillo y por fin, habla.— Bien, ¿que tipo de puta te gusta, hijo?

Casi parece orgulloso de llamar de manera tan despectiva a quien fuera. Taehyun traga su enojo, suelta un suspiro y aprieta los puños.— La que sea está bien.

— De esas no hay, vamos... pide, aquí tenemos todo tipo de culos disponibles... rubias, altas, tetonas... tú pide... — dice, entregando el efectivo a una de las chicas que los acompaña en la habitación, la luz es casi nula, pero como sus ojos ya se acostumbraron a esta, puede verla y sabe que está desnuda

— Bien... castaña, piel blanca... tetona.— casi se siente ofendido consigo mismo al soltar lo último. Jamás habría usado aquellas palabras, y menos para referirse a una dama. Pero sabe que está en cubierto, y debe seguir la etiqueta como prevención.

— Laura.— dice el hombre, y la delgada chica desnuda atiende casi corriendo.— Lleva a este hombre al cuarto 26. — indica. — Asegúrate de que pague primero... y dale justo lo que quiere.

Una vez dicho aquello, es llevado de nuevo al inicio. Aquel lugar en donde entro. Alcanza a divisar a una chica, castaña y bajita. Sola en una mesa, con lo que simula ser un pastel de cumpleaños, una vela en el. Canta con los ojos cerrados y después pide un deseo, soplando la vela.
El pecho del detective se contrae. Una joven como las que seguramente están por ahí... llenas de ilusiones que les han sido arrebatadas por tipos de mierda como aquel cabron. Sabe que no puede hacer nada, no todavía. Su misión de esta noche, es tratar de atrapar el sujeto y salvar cuántas personas pueda.

Cruza su mirada con la joven, y cuando está le sonríe, se siente más miserable. Sabe que están preparadas para tratar de seducir a todos los posibles clientes. Llevar dinero al padrote, exponerse, cumplir órdenes... todo eso, es el mundo para muchas de ellas.

Frente a la habitación, paga lo acordado en efectivo, la mujer se despide de él y por fin entra. Al centro, un gran sofá redondeado con una pequeña mesa de centro al frente, luces rojas, una cama grande al lado, una tina y espejos en las paredes. Se sentía enfermo, claro que sí. Kang Taehyun es un hombre de buen, un gran corazón, servicial y apasionado en su trabajo, resolviendo situaciones y conflictos de contrabando durante sus años de servicio, a sus penas 24, siguiendo los pasos de su padre y su abuelo, ha resuelto tres de los casos más importantes en todo el país, pedofilia, narcotráfico y contrabando ilegal del extranjero. Por supuesto que iba a ofrecerse como voluntario para atrapar a uno de los más grandes proxenetas de la Corea, y aunque recién lo había tenido frente a frente, sabía hacer su trabajo y ser paciente, aún si debía soportar comportarse como un cabron de esos.

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⏰ Last updated: Oct 09, 2023 ⏰

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