XVII (Maratón 1/2)

452 65 54
                                    

Oscuridad, soledad, frio y dolor...

Eso era lo que veía y sentía, ¿Que había pasado? Lo último que recordaba era estar a salvo nuevamente, huir de Manjiro gracias a la ayuda de Haruchiyo y los Haitani, también recordaba un fuerte dolor y una voz lejana diciendo mi nombre, una voz que no había escuchado en muchos años...

No entendía que estaba sucediendo ¿Acaso había muerto? Si era así, ¿Dónde me encontraba? Ese no era el infierno y mucho menos el cielo... no había nada, ¿Acaso cuando morías debías deambular en la oscuridad el resto de la eternidad? ¿O era mi castigo por todo lo que había hecho?

No sabía cuánto tiempo llevaba deambulando por la oscuridad, aunque caminaba no llegaba a ningún lado ni tampoco lograba distinguir nada a mi alrededor

Por favor...- me hinqué en el suelo tocando mi vientre- por favor, díganme que mi bebé está con vida, por lo que más quieran, pueden hacer conmigo lo que deseen, pero mi bebé...

Reina...- jadeé ante esa voz que creí que jamás volvería a oír y sobre todo había pensado que ya no la recordaba- levanta la cabeza- obedecí esa orden sin dudarlo, clavando mis ojos en los del hombre que estaba frente a mí- ahí está mejor... jamás debes suplicar ni hincarte ante nadie, tu eres la reina, los demás se hincan ante ti, ¿O ya lo has olvidado?

Izana...- susurré

Luces incluso más bella que en el pasado- se acercó hacia mí y estiró su mano en mi dirección

No lo dudé ni un segundo antes de tomar su mano, poniéndome de pie rápidamente para abrazarme a su cuello con fuerza

Estoy muerta...- susurré cerrando mis ojos- pero mierda... se siente tan real

Es real, o algo así- sentí sus manos acariciar mi cabello y espalda- estoy tan furioso contigo, mi reina

Lo siento- me alejé apenas de él- lamento haberme casado con Manjiro, y también perdóname por todo lo que he hecho, jamás creí que me enamoraría de alguien más, pero ellos...

Shhh- acarició mi mentón lentamente- no estoy enojado por todo eso, los Haitani han hecho un gran trabajo cuidándote a pesar de todo, ellos realmente te aman, lo han hecho por años, quizá toda su vida...- sonrió levemente antes de ponerse serio- estoy enojado contigo porque olvidaste quien eres, Yuna Imaushi jamás debe rogarle a alguien, ni doblegarse, pero lo has hecho ante Manjiro por años...

Yo... creí que lo amaba- susurré- y creí estúpidamente que él también lo hacia

No lo creías, lo amaste realmente- suspiró- y aunque eso me enfurece, no estoy enojado contigo, porque merecías ser feliz, y él lo hizo por un tiempo, con mentiras y engaños, pero estuviste feliz, pero realmente me alegra que quieras acabar con él y que hayas visto la clase de persona que es, incluso si eso te costó un precio caro y muy grande, tanto que destruyó una parte de ti- desvió su mirada hacia detrás de él y sonrió de lado- ella es preciosa, es igual a ti

¿De quién hablas?- pregunté confundida

Tu hija, he estado cuidando de ella por varios años, ambos esperamos por ti, pero no creímos que vendrías tan pronto- negó- no deberías estar aquí

¿De qué...?- mi cuerpo comenzó a temblar- ¿Mi hija...?

Ángel... ese es su nombre, el nombre que tú le diste- susurró- "Mi ángel"- jadeé llevando una de mis manos a mi vientre plano- es albina y tiene unos intensos ojos morados, es igual a ti, una pequeña reina...

¿Hablas...?- mis piernas fallaron y sus brazos me sujetaron justo a tiempo antes que cayera al suelo

Te tengo- afirmó

Vendetta | Hermanos Haitani | +18 (Terminada)Where stories live. Discover now