Promesa lunar - Parte 3

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De vez en cuando veía a Larissa salir con los niños del orfanato, apreciaba que ellos la trataran con mucha simpatía. Ocasionalmente, veía a Oliver entregarle dibujos realizados a mano y unas cuantas flores de iones. Acciones que me parecían sumamente tiernas.

Jean estaba más pálido de lo normal, sus ojos estaban empezando a verse rodeados por unas ojeras remarcadas. Raveleash rondaba por los terrenos a diario y de vez en cuando se acercaba a mí para platicar.

21 DE JUNIO – AÑO 2148

—Newls, me gustaría preguntarle algo —dijo cuando estábamos frente a la gran mesa central del salón presidencial.

No tenía intenciones de responder.

—¿Qué pasa? —dije sin ánimos.

—Creo que es bueno verlo aquí después de lo ocurrido. Quiero decir —se corrigió al notarme incomodo—, pudo haber resultado peor. Nivel tenía vínculos poderosos.

—Sí, ya lo sé. Los compró —respondí fastidiado.

—El asesinato de Michael me puso nerviosa, creía que él podría hacerle eso a cualquiera —se defendió. Luego con un pequeño pañuelo se limpió la frente y levantando la mano me dejó ver un destello de hologramas que salían de su cabeza, mientras decía tranquilamente—: Pero un par de meses después llegué a otra conclusión. Nivel no asesinó a Michael. ¿Reconoce usted esta empresa? No sé desde qué momento empezaron las grandes marcas a verse envueltas en casos de asesinato.

Mi corazón dio un vuelco al ver aquella imagen y al recordar el cuerpo de mi amigo.

—Sí, Julisttic es la empresa en que trabajó mi padre —afirmé dubitativo.

—Entiendo, así que no me equivocaba del todo.

Las imágenes de noticias relacionadas a la empresa seguían saliendo del cabello de la oficial.

—Creía que los asesinatos estratégicos no existían más —comenté fijándome en un par de hologramas sobre ella.

—Hace tiempo no hubo nada relacionado a estos hechos... Al menos no desde la muerte de Gustavo Newls.

—¡Ustedes no pudieron encontrar las memorias robadas de mi padre! —espeté—. ¿Entonces por qué creen que tienen en sus manos la respuesta por la que Nivel nos extorsionó?

Raveleash se mostraba inquieta, hasta que dijo de nuevo en su tono de tranquilidad:

—No la tenemos, eso es cierto. Pero capturamos a alguien más. La persona que le golpeó la cabeza aquel día. ¿Lo recuerda?

—Claro que sí —me inquieté. Estaba absolutamente estremecido. Creía que se trataba de algún policía.

—Hace parte de un grupo que pretende hacerse pasar por «revolucionario». Del que Nivel fue partícipe hace quince años.

—¿Se refiere a los que marchan todos los años el 11 de noviembre?

Raveleash asintió. Imágenes de criminales, escritores, ingenieros y políticos salían de su cabeza como una cinta magnética en funcionamiento.

—Todo esto es...

—Increíble, lo sé —dijo con una tétrica serenidad.

—Oye, espera... ¿Eso no es un implante?

—La Policía Internacional está habilitada para usar algunos modificadores corporales. No nos consideraríamos andreints, si es lo que piensas.

—No sabía, lo siento, Raveleash —me disculpé intranquilo, sin dejar de apreciar la gran cantidad de datos que salían de su cabeza.

—Sí. Entonces, le debo una disculpa.

El líder mundial [Borrador]Where stories live. Discover now