Capítulo 25

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Narrador

La guerra de la casa Targaryen había iniciado hace cuatro lunas, los negros atacaban las flotas y ejércitos de los verdes y viceversa.

Había muertes de inocentes en los ataques de ambos bandos, intentos de secuestro y asesinato a integrantes de los negros.

La casa del dragón estaba cavando su propia tumba y nadie se daba cuenta de ello.

En estos momentos, los verdes se encontraban atendiendo las necesidades de los pueblerinos, pero a las afueras del castillo se encontraba una chica de cabello blanco montada en un gran dragón color bronce.

El techo del castillo recién reparado volvió a quedar hecho pedazos cuando la furia de bronce lo atravesó junto a su jinete

Visenya -¡Otto Hightower, maldito traidor!

Gritó mientras se aproximaba hacia el nombrado.

Alicent -¡Guardias, apresadla!

Cada persona que se acercaba a la chica acababa en el suelo con una herida provocada por su daga o por algún hechizo de su varita.

La chica se acercó a Alicent, y puso su daga en la garganta de la pelirroja

Visenya -No te acerques o le corto el cuello

Otto -¿A qué has venido?

Visenya -A por venganza

Otto -Niña estúpida... Yo no te he hecho nada

Visenya -¿Te suena el nombre de Voldemort? Responde

Otto -...

Visenya -Sí, claro que te suena... Por qué tú le pagaste para que me secuestrara esa noche ¿Verdad?

Alicent -¿De qué está hablando padre?

Otto -Hacía lo mejor para el reino, y te alejé del tirano de tu padre

Visenya -¡Me metiste en un infierno! ¡Me torturaron cada día que pasé en esa maldita casa! Y fue por tu culpa....

Otto -Si quieres matarme hazlo, pero deja a Alicent

Visenya -¿Matarte? Oh, no seré yo quien tenga el gusto de hacerlo, pero tu hija y tus nietos... Ellos van a ver cómo pagas las consecuencias de tus acciones

La peliblanca sacó su varita y le apuntó

Visenya -¡Crucio!

Cuando el hombre cayó de rodillas, Daemon Targaryen le clavó su espada en el corazón.

Visenya -Piensa en quien confiar Alicent, confiaste en tu padre, en un traidor, y ahora está muerto, replantea tu lealtad a la corona, a la verdadera corona

Susurró Visenya en el oído de la pelirroja, la cual estaba paralizada al ver el cadáver de su padre en el suelo.

Suspiró al dejar de sentir la daga en su cuello y vio como padre e hija se marchaban montados en Vermithor.

(.....)

Visenya

Estaba en mi antigua casa recogiendo algunas cosas de Sirius, pero escuché un ruido, creí que eran mortífagos, no sabía donde esconderme. Miré al cuadro de Regulus en busca de una solución.

Regulus -Ve a mi cuarto, rápido

Agarré las cosas y las llevé al cuarto de Reggie, me escondí debajo de su cama y recé porque no fueran a ese cuarto primero, al estar debajo de la cama me percaté de que había algo debajo del colchón, era una libreta con el nombre de Regulus

Visenya -¿Qué es eso?

Agarré la libreta y la metí en la caja con las cosas de Sirius, una vez que dejé de escuchar murmullos y pisadas salí, me despedí de Reggie y volví a Rocadragón.

Visenya -Veamos que hay aquí dentro

Empecé a hojear la libreta, y me di cuenta de que era un diario del año en el que murió Reggie.... Descubrí muchas cosas, pero lo que más me impactó fue descubrir que mi hermano no era el traidor que decían mis padres y Sirius, Regulus había traicionado a Voldemort para evitar que los planes de Walburga y Orion se cumplieran... Mancharon su nombre para siempre... Y murió pensando que Sirius le odiaba por haberse unido a los mortífagos, es curioso porque Sirius pensaba que Regulus le odiaba por haberle dejado en la mansión en su cuarto año...

Yo era la única que sabía cuánto se querían el uno al otro...

Y no pude decírselo a ninguno...

𝐓𝐀𝐑𝐆𝐀𝐑𝐘𝐄𝐍 || 𝐋𝐮𝐜𝐞𝐫𝐲𝐬 𝐕𝐞𝐥𝐚𝐫𝐲𝐨𝐧Where stories live. Discover now