3

95 15 0
                                    

Yeosang

Entro a mi habitación,me echo algo de brillo labial,verifico que mi cabello no esté desarreglado,acomodó un poco mi ropa y una vez listo respiro el aire fresco del atardecer.

Observo como el sol desaparece poco a poco,entonces sucede: mi lindo vecino abre su ventana y se asoma,me sonríe y ambos nos quedamos mirándonos por un largo rato.

Sí,es raro,pero se ha vuelto costumbre, han pasado dos meses desde que cenamos en su casa y mis padres se volvieron buenos amigos de los Choi,sin embargo,nosotros nos evitamos como la peste y solo nos vemos haciendo esto cuando empieza el anochecer.

Pero soy pésimo abordando chicos,y él, él parece no tener más interés que simplemente observarme atravez de su ventana ¡Patético!

Ya han pasado varias horas y debo dormir temprano,pues tengo que ir a la escuela mañana.

Resoplando con frustracion;todas las tardes me asomo a la ventana con la esperanza de que el haga algo diferente y dé ese paso que tanto deseo,tal vez imagino cosas en mi cabeza y ese chico realmente no tiene interés alguno en mí.

Me voy a dormir decepcionado y siento como varias lágrimas mojan mis mejillas,estoy loco,lo sé.

Jongho

Tomo mi copa y sorbo el liquido rojizo;esta bebida es lo único que me mantiene relajado.

-Jongho,mi niño -Mi padre Wooyoung interrumpe en mi habitación y se me ha cerca con expresión cariñosa,acaricia mi cabello y cubre mis hombros con sus brazos,su mirada me hace desconfiar y sé que va volver a insistir con lo mismo.

-No le haré daño,papá -Digo cortante.

-No.le harás daño -Sonríe malicioso- le gustas,el también lo disfrutará. No te preocupes, asumiremos toda la responsabilidad;hijo debes pensar en nosotros. Tu no quisiste...

-¡Papá! -Lo interrumpo- No quiero hablar de eso,lo elegí, respeten mi decisión,por favor.

-Lo invitaré a la casa para que te haga compañía, de todas formas eres muy solitario -Se marcha dejándome con la palabra en la boca por que sabe que voy a refutar.

Yeosang

Preparo galletas y trato de relajarme antes los nervios que me azotan, quiero sorprender a Jongho mi detalle. Me pongo una ropa cómoda y tomo mi regalo.

—Bienvenida, querido. —El señor Wooyoung me recibe con una gran sonrisa y me examina de arriba abajo—. Eres hermoso y perfecto, lleno de vida y mucha energía. Tu sangre debe ser pura como tu alma.

No sé por qué me siento raro con sus palabras y su mirada me pone alerta. Me saca de mis pensamientos cuando me lleva a rastras por las escaleras.

Nos paramos frente a una puerta de madera fina y el da pequeños toques. Trago pesado y abrazo la cajita azul contra mi pecho, siento que muero de los nervios y temo parecer un tonto frente a él. La puerta se abre y el señor me jala hacia dentro.

—Los dejó solos —el pronuncia con una sonrisa de satisfacción y cierra la puerta tras sí. Ambos nos quedamos mirando como tontos y no sé cuánto tiempo pasa, pero ya me están doliendo los pies.

—H-hola —Jongho balbucea con nerviosismo, bien, por lo menos no soy el único—. S-siéntate... —Extiende su brazo en dirección a un sillón y yo todo tímido y muda me siento.

—T-te traje esto. —Levanto la cajita en su dirección y él esboza una sonrisa—. Son galletas.

Jongho toma la caja y la pone sobre su mesita de noche, me atrevo a examinar su habitación y un hermoso piano negro llama mi atención. El pelicastaño se sienta a mi lado y acaricia mi cuello.

¿Mi vecino es un Vampiro?Where stories live. Discover now