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Despertaste con Bill dormido en tu pecho, era difícil no pensar en esos labios rozando los tuyos...

— qué me ves? — preguntó Bill sonriendo, ni si quiera te habías percatado de que sus ojos estaban abiertos mirándote atentos

— nada, te ves lindo dormido

— no me digas eso si no quieres que te bese — dijo moviendo su cabeza para acomodarse mejor

— Auch, Bill no te muevas así, aún están en crecimiento — dijiste refiriéndote a tus pechos

— son cómodas — se levantó para sentarse en la cama, ya que os habíais dormido en su cama esa noche (obviamente en su cama de la casa en la que se hospedaban, ya que no estaban en Leipzig)

— eso no lo dirías si las tuvieras, no puedo dormir bocabajo ni correr o saltar sin un brassier que las sujete... y no hablemos de los golpes accidentales, es horrible

— pero puedes tocarlas y son antiestrés — dijo acercando sus manos a ellas para intentar tocarlas, recibiendo un golpe de tu parte

— bajale a esa confianza

— ey llevamos años con confianza plena, ya podrías dejarme tocarlas

— algún día, Bill... algún día

Tom apareció por la puerta avisando de que Gustav había hecho desayuno para todos y tu fuiste la primera en bajar a por el delicioso desayuno.

— SÍ! ECHABA DE MENOS LA COMIDA DE GUSTAV — dijiste saltando a los brazos del rubio

— yo echaba de menos que alguien lo apreciara — respondió el secándose una lágrima falsa con dramatismo

— eso es falso, yo aprecio siempre tu comida — habló Georg

— ñiñiñiñi, ella me lo hace saber — se quejó el rubio a Georg mientras te abrazaba

— bah, cállate — se picó el mayor de los chicos

— ESTÁ DELICIOSO, GUSTAV

— ay, la amo — dramatizo él

Después de desayunar decidieron dar un paseo e ir comer helado.

— sigues amando el de menta y chocolate? — te pregunto Georg para pedir los helados

— me casaría con ese helado si pudiera
(Vosotros elegid el sabor que os guste, yo solo pongo ejemplos)

Después de pedir los helados se fueron a una plaza, muchas personas reconocieron a los chicos y pidieron fotos y autógrafos. Algunos les regalaron detalles como pulseras anillos, ya que no llevarían más cosas encima.

— estas llorando? — preguntó Gustav al ver tus ojos cristalizados

— no, solo se me saltó una lagrimita de emoción al verlos tirunfar

— AY me muero — te abrazó Bill fuertemente

— tan novio y sin linda — dijo Georg negando con la cabeza

— vaya dramática, pero así te amamos — se unió Tom al abrazo

— ya aparten yo también quiero abrazarla — se quejaba Gustav al verte en los brazos de los Kaulitz

Tras esa escena, se sentaron en un banco de una plaza y comenzaron a hablar.

— lo que daría por otro helado — saltaste en medio de una conversación

— ya nos pasamos la heladería y todos sabemos que eres demasiado floja como para volver — rió Georg

— ya se me olvidó lo que estaba diciendo, gracias a los dos — se indignó Tom

— a nadie le importaba saber lo que te pasó con dos chicas en aquella fiesta Tom

— uuuuuh, Gustav se revela — hablaste — nah pero sí es cierto, nos la pela un poco

— tu vocabulario no cambió mucho

— no Bill, mi vocabulario jamás cambiará — dijiste orgullosa

— toda una dama — habló Gustav

— ya soporten

Al rato de estar sentados se cansaron y decidieron volver a dar vueltas. Porque sí, hay personas que se cansan hasta de estar sentados.

Pasaron el día juntos, no fue un día muy productivo pero al menos lo pasaron bien. Incluso se animaron a bailar en el cumpleaños de una anciana (donde solo habían adultos y ancianos), aunque por menos de 30 minutos, ya que los echaron por no estar invitados. Gustav y Bill se hicieron amigos de una tal Encarni, que les contó que estaban en Alemania de viaje por el cumpleaños de su hermana aunque con tu ayuda de traductora ya que ella hablaba Español y no sabía alemán.

A la noche decidieron ir a tu casa para preguntarle a tus padres si podrías ir a la próxima gira de los chicos.

— pasen — dijo tu hermano — soy Louis, no nos presentamos

Los chicos se presentaron a ambos hermanos y entraron a conocer a tus padres. Todo iba bien, Louis y Derek de vez en cuando hacían bromas o contaban chistes malos que hacían reír a los chicos.

Todo iba genial, era el momento de la gran pregunta y decidiste hacerla tú, para no poner a los chicos en ese compromiso, pero ellos tenían otros planes.

— a todo esto, los chicos vinieron porque queríamos preguntar algo... — dijiste mirando a tus padres más seria

— sí, pueden preguntar lo que sea sin miedo — habló cariñosamente tu madre

Fuiste a hablar pero Bill te cortó, haciéndote saber que querían colaborar en la causa como buenos amigos.

— queríamos preguntarles que si dejarían a su hija venir a nuestra próxima gira, aún falta algo de tiempo pero queríamos saberlo pronto

— tenemos muchas ganas de que venga con nosotros y vea el mundo como siempre quiso — siguió Tom

— y prometemos cuidarla y obligarla a llamarles todos los días si quieren — habló Georg

— todos los gastos pagados — terminó Gustav para colaborar también, ya que era más reservado

— todos los gastos pagados?!! — preguntaron padre e hija a la vez

— sí, supusimos que lo sabrías y por eso no te lo dijimos — dijo Georg tras reír por la reacción de ambos

— obvio que la dejaremos ir, sabemos que la cuidarán y ha hablado mucho de ustedes desde que llegó aquí

— habló de nosotros? — preguntó Bill

— oh sí, al principio fue porque le obligamos a contarnos todo lo que le había pasado cuando vino a vivir con nosotros — dijo Louis

— sí pero luego se volvió un hábito escucharla hablar de sus grandes amigos que ahora son estrellas — siguió Derek — por cierto, escucho su música pero no quería decirles para no incomodarlos o algo... Me firman el disco?

— en verdad está obsesionado con su música, todo gracias a cierta hermana que le compro 'Schrei' por su cumpleaños

— sí, aunque me enfade contigo por comprarme un disco que en realidad era para tí y no para mí — los chicos rieron

— es que si no no me dejaban comprarlo — se justificó

Y así estuvieron por horas, los chicos conocieron mejor a tu familia y viceversa. Fue una gran noche.

Stars ✮ | Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora