capítulo 6

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El día transcurrió normal, con mucho entrenamiento y uno que otro regaño del mister. Özil sintió que comenzó el día con el pie izquierdo, pero mejoró un poco. El entrenamiento fue bastante normal; estuvo practicando mucho los pases con Cristiano.

Podría decirse que había un cambio considerable en el equipo. A veces, cuando estaba dando pases, inconscientemente se los pasaba a Sergio, y al parecer, a Sergio no le disgustaba.

Pero Mourinho no permitiría que estos dos se miraran en la cancha. Veía que existía una conexión, pero sabía que Sergio era un coqueto y debía mantener el ambiente tranquilo.

— Sergio y Cristiano, vengan — inmediatamente se dirigieron hacia Mourinho. — Y a usted, ¿qué le pasó en el labio? — Sergio señaló su labio lastimado. — Parece que le partieron la cara — Cristiano lo dijo en tono burlón. Aunque no lo admitiera, Cristiano era un chismoso. Él sabía desde hacía dos años que Iker y Mourinho tenían algo, pero quien guarda el chisme, más se entera de las cosas. — No pregunten, no les incumbe — Mourinho se ponía nervioso, sobre todo con estos dos, ya que a veces no se callaban y, en lugar de callar, sacaban la sopa. — Miren, en una semana será el debut de Özil y, como he visto su modo de juego, quiero que se enfoque en los pases, pero solo hacia Cristiano. Y solo si es una emergencia real se lo pasará a Ramos — Ramos iba a replicar, pero la mirada pesada de su entrenador lo dejó callado. Él pensaba que, estando con Özil, tendría la ventaja de destacar en el siguiente juego.

El entrenamiento continuó regularmente. Todos comenzaron a hablar más, quizás porque había llegado el chico nuevo, y se animaron a hacer las conversaciones más amenas. Iker estaba un poco distante con todos, estaba molesto, y nadie sabía por qué, excepto Cristiano.

Después de sus actividades, todos fueron a los vestuarios, donde ya estaban listos para retirarse. Özil empezó a hablar más con Luka, sentía que se estaba adaptando, pero a veces sentía la mirada pesada de su líder de equipo; a veces la ignoraba y miraba hacia otro lado.

— Özil, vámonos — dijo Ramos acercándose a donde previamente estaba hablando con su amigo. Ramos estaba atento al teléfono mientras Özil se despedía de su compañero y guardaba sus cosas.

Ramos seguía viendo su celular y vio de reojo que Özil estaba listo, así que se fue caminando hacia la salida y se despidió de todos con un "hasta mañana".

Escuchó a su amigo ir tras de él. No le había mencionado el plan de comprar ropa, pero planeaba decirlo en el camino. Subió a su coche junto con Özil, arrancó y decidió irse.

Özil miraba atentamente por la ventana, pero en unos minutos después vio que su compañero tomaba una ruta diferente. Volteó a verlo confundido pero no recibió respuesta. Siguió mirando por la ventana y notó que iban a un centro comercial.

— Ramos, yo no tengo dinero — dijo preocupado. No quería molestar a su amigo, pero sabía que si entraba allí, quería comprarse algo, y no le gustaba la sensación de no comprar nada. — Vente, no te preocupes — Ramos salió del auto usando una gorra y unos lentes negros.

Özil salió algo preocupado del coche. No le gustaba la sensación de no tener ni un centavo. Caminó detrás, alcanzando así a su compañero.

Solo seguía a su amigo que iba a paso veloz hacia lo que creía era una tienda de ropa deportiva. Entraron. Özil se sentía extraño, ya que Ramos, para que se mantuviera a su lado, le tomó la mano. Se sentía nervioso. Sabía que solo era el agarre de su muñeca, pero no pudo evitar sentirse incómodo.

Se sentía nervioso al tacto, como si donde su compañero tocaba ardiera de la pena. No sabía por qué se sentía avergonzado, y para colmo, se dejaba llevar a donde él quisiera. Se sentía mal porque no podía sentir esto hacia un hombre.

Por Causa do Amor (Mesut Özil X Sergio Ramos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora