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¡Qué! ¿Cómo lo sabe?

—¡Contesta! —reiteró en hablar pese a que mis lágrimas estaban cayendo

—Eso no importa —Respondí un poco insegura. No quería que Patrick fuera lastimado por las palabrotas de mi madre

—¡¿Qué dices!?—Mamá aún está furiosa

—Cariño cálmate, Jazmín ve a tu dormitorio

Sin dudar, hice como papá me ordenó.

Mamá aún maldecía y estaba demasiado molesta como para seguir interrogándome.

Cuando llegué a mí dormitorio me acosté y seguí llorando. Pensaba en mil situaciones de las que mamá podría haberse enterado pero, ninguna podría haber sido.

Jade jamás me traicionaría

—¿Se puede?—Papá llamaba desde la puerta

—Sí—Me incorporé y limpié mis ojos

—Hija ¿Porqué no nos dijiste?—Negué y seguí llorando —Ven—De hace tiempo no sentía el cálido abrazo de mi papá, era como si volviera a ser niña

—Papá—Jade entró al dormitorio y su voz era baja

—¿Tu madre sigue abajo?

—Sí. Lo lamento

—¿Porqué?—Papá estaba extrañado

—Papá yo... yo sabía de Jaz —Papá asentó —Lo lamento Jaz

Sabía que ella no había sido pero ¿Quién se lo dijo?

—Fuimos al médico y nos vio la Sra. Kler y nos comentó que Jaz había visitado a un doctor y era por un embarazo

—Papá, mamá no puede saber quién es el papá de mi bebé

—Hija, sé que es complicado pero, puedes confiar en nosotros—Negué

—No papá, no quiero que mamá insulte o me aleje de él

Conocía a mi madre, ella era una gran mujer pero, si hay algo que descuadra sus ideas con nosotras mamá de transforma.  Pasó con Jade y yo no seré una excepción.

—Papá, deja hablar con Jaz, ve dónde mi mamá

Papá hizo así y Jade se sentó a mi lado.

—Gracias Jade

—¿De qué?

—Por guardar mi secreto

—Tranquila, sabes que todo se arreglará. Mamá lo hace porque se preocupa por nosotras . ¿Patrick sabe esto?

—No, y tampoco quiero que sepa

—Está bien, es tu decisión. Iré abajo, tú descansa

—Gracias

De tanto llorar mis ojos se cerraron.

*

—¿Qué hora es?—Vi a Joy guardando unas cosas en su bolso

—Las 9 de la noche—miró su reloj de mano

Me acomodé y me dirigí al baño.

Oía a mi madre llorar y papá estaba consoladola. Cuando llegué la baño, sentí un leve dolor en la pelvis, me acomodé para sentarme y esperé a que me sintiera mejor para regresar a mi dormitorio.

Ordené mis cosas y me preparé para seguir durmiendo.

Durante las noches sentí nuevamente un leve dolor, me acomodé y seguí durmiendo.

—Levántate —Sentí un leve movimiento y al despertar ví a mamá

—¿Qué?

—Levántate, vamos al médico

Obviamente le obedecí y me alisté para ir junto a ella. Joy aún estaba durmiendo, al bajar no ví a Jade ni a Marcus. Al parecer era más temprano de lo común.

—Hija, el desayuno está listo —Papá salió de la cocina y me señaló el comedor

Me senté y comí de lo que papá había preparado para mí. De vez en cuando daba con la mirada de mi madre pero, ella continuaba arreglándose.

Estábamos en el vehículo, mamá quiso manejar, papá estaba de copiloto y yo, sentada atrás mirando hacia la ventana con miedo. Quería estar bien, quería tener a mi bebé pero, mis nervios y miedo son mayores que yo.

-Hija ya llegamos—Papá se muestra tan protector en estos momentos

Asentí y cuando bajé del vehículo, ví a la Sra. Kler, quería golpearla pero, claro, llevaría el problema hacia otro extremo.

—¡Jaz! Que gusto verte —Miraba mi panza y no despegaba su mirada 

—Sí, bien—Puse mi mano en mi panza y papá tomó mi mano y seguimos caminando.

Él hizo un ademán a la Sra. Kler y avanzamos hasta donde mi mamá.

—Tienes que estar tranquila, todo estará bien—papá se mostraba nervioso

—Tú debes estarlo—Él sonrió

Mamá se acercó y con voz tenue informó que el doctor me llamará de esa puerta, la cuál señaló sin ánimos.

Asentí y me dispuse a esperar a que sea llamada por el doctor.
Estaba nerviosa aún, no sabía qué me podrían decir, mi bebé está en riesgo pero quiero hacer todo lo posible por estar bien y que mi bebé esté firme.

—Jazmín Sewell

Mi nombre fue llamado y mis nervios aumentaron.

Mamá se adelantó y papá me abrazó. Caminé hacia ella y entramos a la sala.

Era un nuevo doctor, este era más viejo, la sala estaba rodeada de diplomas y reconocimientos.

—Cuéntenme qué les trae por acá —bajó su mirada y luego acomodó sus lentes de mil aumento

—Viene por un chequeo de embarazo—Soltó mamá sin tabú, el doctor me miró y alzó ambas cejas

—Bien. ¿Te has hecho algún examen?

—Sí

—¿Cuáles?

—los de rutina

—¿Y qué han dicho?—dio un vistazo a la pantalla de su computador

—Estoy en riesgo de perderlo—Sentí la mirada de mamá y el doctor siguió hablando

—Así es—me observó y continuó —Debes tener reposo y asistir en seguida si algo se presenta

—¿Cómo qué?—mamá se alteró

—La pérdida —El doctor simplemente soltó de su boca lo más temible que sentía pero, él lo dijo tan simple y cómodo que ni si quiera hubo remordimiento luego de haber expulsado la palabra que más temor me daba

Mamá no supo decir palabra, el doctor consultó si teníamos alguna duda y al no oír nada, dió por término la atención.

Ambas salimos de la sala, mamá le avisó a mi papá que iba al baño y que nosotros siguiéramos de camino al auto.

—¿Estás tranquila?

—Sí

—¿Qué dijo el doctor?

—dijo lo mismo que el anterior —Miré a papá con ojos llorosos—que puedo perder al bebé

Papá me abrazó y lloré lo que no podía hacer antes.

*

Luego de la visita al hospital mamá quiso que fuéramos a una atención particular para que sea justificada la inasistencia a clases, no estaba de acuerdo con eso pero, hasta el momento ha sido bueno, he podido descansar y comer bien.

Jade me ha ayudado a no estar triste y estar en la compañía de mi sobrino. Desde hace una semana no he visto a Patrick pero hoy, será distinto ya que Trevor nos invitó a su inauguración de su gimnasio y todos iremos.

Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora