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Parte 1 – Spring day.

El viento de invierno chocaba contra las mejillas de un chico rubio mientras miraba hacia abajo, hacia el trafico de carretera con sus luces cegadoras en la oscura noche. Sus mejillas estaban coloradas, al igual que sus dedos, los cuales se apretaban contra la baranda de aquel puente, ya casi no podía sentirlos, así como tampoco sentía nada en específico; ya no tenía nada en este mundo, así que probablemente el mundo tampoco necesitaba de él, de todos modos, no tenía nada que ofrecerle. Subió un pie a la baranda, y por un momento dudó, con el mundo silenciado a su alrededor. ¿Realmente era eso lo que quería? No, fue la respuesta, pero no había más motivos para quedarse, ¿no? Nada lo motivaba, aun cuando había intentado con todas sus fuerzas el mantenerse en pie, sin éxito. Todo su mundo se había despedazado y no había quedado nada de él, ni siquiera sus lágrimas, lo único humano que podía tener ya no estaba tampoco. Subió el pie que quedaba en el piso a la barandilla y tomo aire, el cual caló en sus pulmones por lo helado que era, pero lo necesitaba, ese respiro fue lo que le dio el valor, cerró los ojos y se dejó caer.

Sintió un golpe en su costado derecho, luego otro más sólido contra el suelo que sacó el aire de sus pulmones. Apretó los ojos, esperando que la muerte tomara aquello que le había dado, pero era extraño, sentía que había caído demasiado rápido, no en cámara lenta como él esperaba. Fue más extraño aún cuando sintió que le apretaban los brazos con los dedos y lo sacudían, abrió los ojos de golpe solo para ver a un joven sobre él que le miraba con ojos histéricos, su boca -adornada con un piercing- se movía de forma rápida pero el joven no podía escuchar nada. Otra sacudida y pudo notar que le estaba gritando, hasta que pocos segundos después pudo entenderlo.

—¡¿...ás loco?! ¡La muerte no es la solución! ¿Te encuentras bien? ¿Puedo ayudarte? Déjame ayudarte —el joven subió la vista hacia los ojos de ¿su salvador? y el aire volvió a irse de sus pulmones. Él era hermoso, aunque gritaba mucho y tan rápido que era imposible seguir el hilo de todo aquello que dejaba salir. Lentamente subió una de sus manos y la puso sobre la boca de aquel desconocido, este alzó las cejas, sorprendido, y soltó lentamente al joven en el suelo.

—No estoy entendiendo nada —susurró mientras ambos se ponían de pie. El joven que le había tacleado era alto, delgado, musculoso y el chico tuvo que reprimir la necesidad de tocar su abdomen. Mordió su labio de forma nerviosa y por un instante, pareció que el joven desviaba la mirada, como si no hubiese notado aquello, o no quisiese.

—¿Estás bien? —preguntó entonces, de forma pausada y sosteniendo la mirada del contrario con una repentina seriedad— Yo puedo ayudarte, si me lo permites. Soy Jeon Jungkook, un placer —y tendió su mano hacia el chico, el cual lo pensó por unos segundos que se sintieron como horas para Jungkook, pero la tomó, de forma suave, y estaba temblando ligeramente.

—Me llamo Taehyung, Kim Taehyung —agregó aun en un susurro. Jungkook se tomó un momento para reflexionar sobre si lo que había hecho estaba bien, interrumpir así en las decisiones de otros. Pero había estado un buen tiempo mirándolo, aun cuando varios conductores le habían gritado un montón de cosas por estar ahí con su auto detenido en plena carretera, mirando a un completo desconocido subir un pie a la barandilla del puente, y cuando el chico, Taehyung, había subido por completo a ella, Jungkook no pudo controlarse y bajó de su auto a detenerlo. El chico ni siquiera lo había escuchado llegar, aun cuando Jungkook le gritaba para distraerlo. Esa duda del contrario había sido el impulso que necesitaba para ir en su rescate, él no quería morir, podía sentirlo, pero iba a hacerlo de todos modos, se preguntaba por que cosas tenía que pasar alguien para acabar con su vida de esa manera. Sacudió su cabeza, saliendo de sus pensamientos, y apretó un poco más la mano de Taehyung antes de dejarla ir. Tae bajó su mano, tratando de ignorar el cosquilleo que le había causado aquel ultimo apretón e hizo un ademán con la mano para restarle importancia a la situación— No necesito ayuda, no hay nada que puedas hacer por mí, Jeon Jungkook. No hay nada que valga la pena para quedarme aquí.

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⏰ Last updated: Oct 16, 2023 ⏰

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