─※ 𝓣𝓲𝓽𝓲𝓻𝓲𝓽𝓮𝓻𝓸※─ OcFem Reader x Alastor

Capítulo 6

·Saber quién eres·

Los días pasaban los padres de Niffty no aparecían y cada que salía con ella o sola siempre aparecía Alastor ya era costumbre que sus "casualidades" hicieran que estos dos terminaran almorzando o desayunando juntos y esta vez no era la excepción.

Estaba harta de fingir que no sabía, harta de seguirle el juego como una puta marioneta.

-Alastor... ya sé quién eres- dijo mientras se llevaba otro pedazo de carne a la boca, al menos era un restaurante decente.

El solo fingió demencia a pesar de que sabía a lo que esta se refería.

-Querida no sé a qué te refieres, pero si es por lo de locutor de radio eso te dije hace varios días- su mirada era retadora, él sabía a lo que se refería más no iba aceptarlo hasta que se lo dijera de forma explícita, solo se levantó del asiento poniendo sus dos manos en los extremos de la mesa para acercarse más.

-Alastor, te voy a ser más clara entonces, no juegues conmigo porque se bien que tú eres el asesino de Nueva Orleans- tal vez parecería paranoica pero sinceramente no le importaba en absoluto, desde que empezaron a salir el siempre intentaba sacarle información del caso, su manera de jugar y cortar la carne con el cuchillo era la misma o al menos la manera en la que hacía los cortes, recordaba cada herida en las fotos y archivos del caso que su hermano le había dejado ver y también aunque con culpabilidad sabía como se llegaban a hacer esas heridas.

Eran lo mismo.

-Y ¿qué vas a hacer al respecto Amelia?... ilumíname- ya que no podía seguir ocultándolo simplemente agrando su sonrisa y la miro a los ojos, ninguno despegaba la vista del otro era casi como una batalla entre la locura y la cordura pero ¿Quién era realmente cada cual? Cada quién con su propio infierno casi imposible saber quién era el más cuerdo de los dos.

-La verdadera pregunta es: ¿Qué esperas que haga?- los orbes miel de la fémina mostraban burla, algo que solo causo una risa nasal al contrario.

-Y me decían a mi demente-

-Quién dice que por esto lo dejas de ser Alastor- de verdad esta mujer le volvería más loco de lo que ya estaba porque siendo sinceros ¿quién en su sano juicio actúa de esa manera?

-Si tan solo me definieras la palabra demente darling tal vez lo aceptaría- su intención no fue la coquetería con aquella dama pero a veces simplemente salía de una manera tan espontánea, curiosa y para otras personas algo escalofriante.

Eso era algo que a los dos les fascinaba en el fondo.

Pero... ¿Cómo mierda descubrió que era él?

El solo esperaba que terminara su turno de trabajo para ir a su hogar, después de su encuentro con aquella mujer había algo que le carcomía el alma y no, no era el demonio al que le había vendido su alma.

Algo que le decía que matara a la azabache después descuartizarla y tirarla en el bosque como lo había hecho con su anterior víctima, hacer que se retuerza para que no volviera a ser un problema pero había otro inconveniente...

Le encantaba la sensación de tensión que le causaba aquella mujer, una sensación de siempre estar alerta, eso hacía que su entretenimiento fuera puro y más si lo veía en primera persona, era como una montaña rusa, no le importaba si le daba nauseas era simplemente adictivo.

Quería ver hasta donde llegaba esa mujer o simplemente hasta donde pudo haber llegado ese afilado cuchillo aquel día.

Wow... jamás pensó que una mujer así le llamaría tanto la atención, bueno que podía hacer, era bien dicho que las mujeres podían llegar a ser la locura de un hombre.

Su sombra solo lo veía extrañado y como no, era la primera vez que él se comportaba de esa manera...

No importa si me haces más heridas si sé que tú las vas a coser.

Se mi perdición y mi salvación a la vez...