‹ :🌕: ﹝ 𝒟𝒆𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒟𝒆 𝓛𝒂 𝒫𝒂𝒏𝒕𝒂𝒍𝒍𝒂 ◌ ⁺ ˖﹞ೃ

𝑽𝑰𝑰

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Luego de aquella noche tan incómoda, Apolo continúo con su vida con normalidad, si es que normal se podía decir al hecho de que cada que salía o dormia sentía que algo..o alguien lo observaba

Queria pensar que solo era su imaginación, pero no sabía que la paranoia fuera parte de ver sombras paradas detrás de la puerta de su apartamento .... Sombras casualmente muy familiares, tal vez pondría cámaras.

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-Aah..-Se quejo Apolo, quién salía aún bostezando de su apartamento, pero bastante bien arreglado. ¿A dónde iba? Una reunión "familiar" para conocer a personas que, a palabras de su padre, "serían del agrado de Apolo".-Es domingo y son las malditas..-Dirigió su vista al reloj de su muñeca-Nueve de la mañana...¿Piensa mi padre que no tenemos nada que hacer?-Vio a su acompañante, dejando marcado un tono de molestia y confusión.

-Parece que no, si no, no estuviéramos aquí.-Respondio su gemela, que, al igual que el, no deseaba estar vestida con un traje, que claro, los vestidos no eran lo suyo; no era que no fueran de su agrado, si no que el acoso de ese tiempo estaba al tope y su hermano no soportaría no golpear a alguien que le faltará el respeto a su hermanita.-Como sea, vámonos antes de que manden a Hermes a buscarnos.

-Si..tienes razón. ¿Puedes conducir tú? Me duele la cabeza.

-Como gustes.

Ambos hermanos se dirigieron a la salida del edificio, hasta llegar al coche de la mujer y conducir hasta la mansión familiar, esa donde la familia solía pasar tiempo o directamente dormir.

Al llegar al lugar, en la mesa hacían sentados miembros de su familia, los "más importantes".
Por un lado estaban los mayores: Hades,Poseidón, Zeus, Hera, Demeter. Después venían sus hermanos o primos: Dionisio, Hefesto, Hermes, Ares, Afrodita y Athenea. Parecía que en esa ocasión su tía Hestia no los acompañaría. Luego, por otra parte, estaba un hombre que no conocía junto a un hermoso joven

-Por fin llegan, les estábamos esperando.-La voz de un hombre se hizo aparecer detrás de ambos hermanos que recién acababan de cruzar la puerta. El hombre abrazo a ambos jóvenes por el cuello.

-Papá...-Dijo Apolo algo avergonzado al ser visto en esa situación por el lindo joven.

-Lamentamos la tardanza, los detuvimos muuucho tiempo en casa de mi hermanito.-Diria su melliza que hizo que Zeus soltara a ambos jóvenes.

-Como diga. Y pasen, siéntese por favor, hoy es un día muy especial.-Obserbava como ambos chicos se sentarían en dos lugares aún vacíos, precisamente Apolo frente al bello joven.-Pues están viendo al futuro socio de la empresa y al mini socio.-Dijo refiriéndose al hombre y a su hijo que se encontraban ahí como invitados.

Minutos después de decir eso y todos estuvieran ahora sentandos alrededor de la mesa en aquellas sillas, las sirvientas llegaron con la comida y los presentes iniciaron a probar de la misma.

Apolo.

Apolo...

¡Apolo!

-Lo siento..me distraje unos segundos.-Se dio cuenta de que su hermana le estaba llamando y la mayoría podían observar como había quedado hipnotizado ante los bonitos ojos de color del chico frente a el.

-Si...claro. Te acaban de preguntar cómo vas con tu plan de la universidad.-La forma de hablar de su gemela decía mucho, tal vez un leve enojo, pero la conocía bien como para deducir que en una nada se le pasaría.

-Todo va muy bien, estoy seguro que pronto podré conseguir el dinero para ir a la que quiero.-Respondió con una bonita sonrisa contagiosa, pues logro ver cómo el joven frente a el no evito sonreír.

Finalmente la comida acabo y cada persona se fue por su lado. Zeus hablaba con Télefo, el invitado. Hades y Poseidón en otra parte, Dionisio y Hermes tomaban una copa en el jardín, Afrodita, Athenea y Artemisa charlaban en la sala, mientras que Hefesto y Hera parecían discutir en una habitación. Apolo, Apolo solo busco la manera de arreglárselas y en ese momento comenzó una plática con el chico.

-Y...¿Cuál es tu nombre?-Pregunto Apolo con una sonrisa tímida, pero su actitud demostraba seguridad.

-Cipariso, supongo que tú eres Apolo, ¿Verdad?-Respondió el nombrado. El actuar del chico parecía cuidadoso y dulce, aunque seguía teniendo un tono firme.

-En efecto, Cipariso. Es un gusto conocerte, y no lo digo tanto por el hecho de que tu padre y el mío sean socios, si te soy sincero, no me importa mucho.

-Ya veo. Igualmente es un gusto.

-Debo admitir que tus ojos son bastante bonitos..como un lindo atardecer.-En ese tipo de situaciones Apolo se solía poner algo nervioso

-Agradezco tu halago, aunque tú cabello no se queda atrás. Tiene un tono particular, pero se asemeja a una bonita flor..o melocotón.

-Lo herede de mi madre, aunque mi hermana sea de pelo castaño

-Ya veo. ¿Me dejarías tocar tu cabello? Parece ser muy suave.-Espero un "si" por respuesta, y claro que eso obtuvo. Se acercó más a el, apegándose un poco a Apolo, luego extendió su brazo y comenzó a acariciar mechones del cabello de Apolo, enredando varias hebras del mismo en sus dedos. Luego de unos segundos, le soltó y se alejo.-Cumplio mis expectativas, se nota que lo cuidas bastante.

-Ja..si, algo así.

Su rostro estaba como un tomate y tenía una boba sonrisa en sus labios decorando su tono rojo. Sin esperar más, dio un rápido beso en la mejilla de Cipariso y se alejo de ahí a toda prisa

-¡Me tengo que ir, un gusto conocerte! ¡Y adiós a todos!-Habia pedido las llaves del carro a su hermana luego de la cena, así que pudo conducir a su apartamento.

Por otro lado, Afrodita podía ver cómo Apolo había dejado al pobre Cipariso con la misma sonrisa y rubor con el que el "solecito" había salido.

Mientras tanto, Apolo al llegar a su piso sentía que iba a morir, tenía mucho calor y pensaba que le daría un infarto por lo rápido que latía su corazón, aunque rápidamente se le bajó al ver a su extraño vecino entrar en su apartamento y cerrar la puerta tras el. No le dio mucha importancia sabiendo que no le molestaría, así que hizo lo mismo y al entrar a su apartamento, cerro la puerta con llave y solo se tiró en la cama a dormir.