lee hyunseo : película

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la masiva pila de trastes que había quedado de la mañana fue resuelta por yujin, quien decidió no generar queja para usarlo en su ventaja.
toda la sala del dormitorio lloriqueó en cuanto la líder dijo que esa noche la decisión sobre la película que iban a ver quedaba a sus manos, y ya todas sabían que la elección seguramente sea una una película de acción, o peor, de terror.

al llegar la noche, ya todas estaban situadas en alguna parte de los sofás con sus snacks listos, algunas ya comiendo y otras esperando, quejándose repetidamente.
yujin tomó asiento a tu lado y no tardó en buscar la película.

"¡unnie!, ¡esa no!" gritaban todas al ver que yujin había elegido el conjuro 2.

— es buena— le dijiste y chocaron puños—.

a comparación del resto, eran las únicas que encontraban gusto sobre ese género, ya habían pasado meses desde que las chicas habían aceptado ver la primera y juraron no mirar ninguna otra de toda la saga.

tu novia estaba hecha una bolita pegada a rei, quienes se tapaban con una manta, ya sintiendo demasiado temor con solo mirar la portada. negaba despacito con la cabeza esperando que mágicamente yujin cambie de idea.

entre lloriqueos, gritos y "si algo salta, juro que lo mataré" de liz, la película terminó al fin y ninguna quería levantarse de sus asientos.

— se hizo demasiado tarde, vamos, hay que dormir— gaeul trató de animarlas aún sabiendo que la mayoría iba a tener problemas para conciliar el sueño—.

en par comenzaron a levantarse, ninguna quería soltarse de sus compañeras y se habían asegurado de prender todas las luces del dormitorio.
yujin y tú reían a más no poder, hasta el crujido del piso las hacía temblar y corretear hasta sus habitaciones.

— ¿van a dormir ahora?— preguntó la mayor hacia ustedes. yujin asintió y voltearon a verte—.

— uhm, se me abrió el apetito, ¿puedo quedarme a comer algo y después voy a dormir?— preguntaste y asintieron sin problema.

sin tardar, con cansancio, se despidieron y partieron a sus habitaciones también. ahora estabas sola, en la cocina y con un gran antojo de ramen picante. sí, a estas horas.
no tardaste en ponerte en marcha.
fideos, olla, agua caliente.
cuando tomaste asiento en la mesa, abriste tiktok y comiste sin prisa alguna, estar así te hacía pasar tan rápido el tiempo que a veces terminabas durmiendo a altas horas de la noche si nadie te llamaba.

de un momento a otro, una puerta se abrió  y unos pasos muy ligeros se acercaban a donde estabas. antes de poder girarte, escuchaste que llamaban tu nombre de la manera más frágil posible.
la pequeña se había envuelto en su manta, tenía la nariz roja y de sus ojitos no dejaban de salir lágrimas.
volviste a tu celular para ver la hora que marcaba en la esquina de la pantalla, 02:19 a.m.

— unnie...— sollozó, esperando—.

— oh, bebé— fue tu reacción natural al verla—.

le abriste los brazos y como pudo, aceleró sus pasitos para llegar a tu regazo y hacerse una bolita.
la acogiste con mucho cuidado, en el momento que tus brazos la rodearon, se dejó largar todo el llanto que estaba acumulando de antes. acariciabas su cabello con suavidad y dejabas besitos en su frente.

— m-me dejaste sola... y... y... tuve una p-pesadilla...— reclamó. sollozaba y sentías que tenía el corazoncito realmente herido—.

— mi amor, lo siento tanto, me dio hambre y me quedé, no me di cuenta de la hora— hiciste que levantara la cabeza para poder mirarla a los ojos—.

llenos de lágrimas que parecían no tener intención de parar.
suspiraste y sabiendo la debilidad más grande de tu novia, te acercaste con cuidado a su cara y cuando cerró sus ojitos, juntaste sus labios. era un beso suavecito como les decía ella, aunque un poco salado, tenía el sabor a ternura y protección que lee seo necesitó para dejar de llorar.
al separarse, te miraba con un puchero, tenía una expresión molesta pero el cansancio se le notaba más.

— ¿me perdonas si ahora vamos a la cama juntas?— pareció pensarlo un poco antes de asentir—. vamos entonces, cariño.

probablemente al día siguiente ibas a recibir un regaño de gaeul o yujin por dejar todo sobre la mesa sin limpiar, pero poco te importaba, la prioridad estaba en salvar y recompensar al pequeño angelito herido que te guiaba a la cama de la mano.
al meterse bajo las sábanas, se pegó a tu cuerpo como koala y se aferró a tu ropa con las manitos.

— por favor no me dejes— murmuró, mirándote con ojos llenos de sueño—.

—no lo haré, lo prometo.

subió un poquito para dejarte un beso de buenas noches, y con el corazón totalmente derretido, cerraste los ojos.

subió un poquito para dejarte un beso de buenas noches, y con el corazón totalmente derretido, cerraste los ojos

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no es broma, el corazón me duele de saber que esta preciosa nunca llegará a ser mi novia. :(

someone's dream come true ▪︎ iveWhere stories live. Discover now