capítulo 2.

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Advertencias: drama y angst. Minho!Alfa x Seungmin!Omega.

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Seungmin y Minho empezaron a salir cuando el omega tenía dieciséis años, cuando creía que no atraía la mirada de ningún alfa, y siempre se consideró afortunado porque Minho no era como ningún alfa que hubiera conocido antes.

En primer lugar, Minho siempre le dio su espacio y se encargó de cortejarlo correctamente, en lugar de encerrarlo a solas en algún momento y marcarlo a la fuerza. Minho le dio la posibilidad de elegir estar con él, cosa que casi ningún alfa hacía, porque ellos eran la cúspide de la pirámide social, por lo que tenían más derecho que los omegas.

En segundo lugar, también le respetaba y jamás le levantó la mano ni usando la voz alfa de forma déspota, no como ocurría con una gran parte de parejas actuales. Seungmin comprendía muy bien cuál era su lugar, siendo el esposo ideal y madre perfecta, y mientras cumpliera con ese papel, Minho no tenía problema en permitirle lo que quisiera. Las únicas veces que Minho usaba la voz alfa era cuando Seungmin no podía controlar su lengua y soltaba lo que pensaba, sin considerarlo dos veces.

Por último, Minho era un padre preocupado de que nada le faltara a los cachorros, permitiéndoles caprichos de vez en cuando, aunque tuviera cierto favoritismo por Changbin. Seungmin se sentía algo culpable de no haberle dado otro hijo alfa a su esposo, pero cuando hablaban de un cuarto bebé, el omega aludía siempre a que no se sentía preparado. No luego de los mellizos y Jeongin.

Así que Minho, con todas esas cualidades, debía ser comprensivo y empático con su familia, ¿no?

-Necesito que me lo cuenten todo -dijo, una vez Jeongin se calmó en sus brazos, acariciándole el cabello desordenado y dándole un beso en la frente.

Jeongin hipó, en tanto Felix se sentaba en el sofá y Changbin hacía una mueca. Los mellizos poco se parecían, en especial porque Changbin sacó la altura de Seungmin, mientras Felix era mucho más alto, pero era evidente que Changbin era el alfa por su actitud exigente.

-Hoy tenía club de Taekwondo -comenzó a explicar Jeongin, levantando su rostro mientras sorbía por su nariz-, así que fui y el profesor nos hizo entrenar en parejas. Me tocó contra Lee Junho, el alfa que siempre me molesta, entonces...

Seungmin apretó sus dientes al reconocer el nombre. Lee Junho era un chico de dieciséis años que también estaba en el club de Taekwondo, siendo uno de los mejores miembros, aunque...

Se supone que los omegas no pueden entrar a esos clubes. Los omegas, según las leyes de la sociedad coreana, eran delicados, tiernos y frágiles, por lo que debían ser cuidados, evitar entrar a lugares y clubes en los que pudieran ser dañados, y dedicarse sólo a aprender tareas del hogar junto con la crianza de los hijos.

Sin embargo, existían algunas pequeñas excepciones: Jeongin, en este caso, había demostrado un año atrás habilidades excepcionales para el Taekwondo, pues el omega se interesó por aquel deporte y comenzó a practicarlo en secreto. Cuando fueron las pruebas para entrar al club, Jeongin fue increíble, llamando la atención del entrenador, y quién le permitió la participación en el taller, pero teniendo la autorización del alfa a cargo, en este caso, Minho.

Sin embargo, la respuesta de Minho fue un no rotundo.

-Jeongin es un omega -dijo en la cena, cuando Seungmin se lo contó (porque su hijo habló primero con él)-, Taekwondo no es bueno para él, se hará daño, y eso es peligroso.

-Jeongin es genial -replicó Changbin, viendo la cara triste de su hermano menor-, el otro día le quité su leche de plátano y me tiró una patada para recuperarla. ¡Fue genial, papá!

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⏰ Última actualización: Oct 20, 2023 ⏰

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