Tener una vida de casados con Tom Kaulitz, hijos, sobrinos, amigos... igual tiene sus complicaciones, no todo es perfecto, mas si debes ayudar a tus hijos a resolver sus problemas o hacer de todo para que todos esten bien. Quizas Tom y Holly tienen...
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(Eso no quiere decir que no habrán escenas de los demás personajes.)
Gustav y Erika fueron al parque. Habian sacado a pasear a Mia y Philip, los cuales corrian y jugueteaban por lo columpios.
Bill, Kerstin y los demas estaban ayudando con la mudanza de Georg y Hanna, pero lo pequeños no podian ayudar, asi que dejaron a Gustav y Erika a cargo de ellos.
Estaban sentados en una banca, Erika estaba apoyada en el hombro de Gustav, mientras el besaba su cabeza.
—Me preocupa la relacion de Georg y Hanna...– Confesó Erika.
—¿Por qué?...
—Es que ella a veces puede llegar a ser muy celosa y Georg puede llegar a ser muy... Obediente a las cosas que le dice Hanna... O sea, se que es su vida y todo, pero me he dado cuenta que Georg nunca le dice lo que piensa hasta que explota...– Habla Erika con nervios.
—Tienes razón... Les falta comunicacion, pero nosostros no podemos hacer nada al respecto... A no ser que juguemos a un cara a cara como en los viejos tiempos...
Erika lo piensa un poco... Pero de repente se pone derecha y mira a Gustav.
—¡No es mala idea!... Pero puede acabar mal...
—Si, puede acabar en una pelea pero no en un divorcio, tu y yo sabemos que se aman mucho como para no terminar... Además si o si pelearán, porque deben arreglar sus problemas y desigualdades. – Dijo Gustav.
—Tienes razón... Eres un genio. – ella besa la mejilla de Gustav y lo abraza.
Pasaron unos cuantos minutos, y Erika estaba muy cariñosa (No, no de esa forma, mal pensadas.) daba besos por toda la cara de Gustav, mientras le recordaba lo mucho que lo amaba y el solo correspondía gustoso.
—Pensar que hace dos noches no estabas asi...– Gustav ríe.
—¿A que te refieres?... ¿Como estaba?...
—Comenzaste a bailarme de una manera en la que nunca me habías bailado... Bueno si, pero pocas veces... Y también me preguntaste que porqué los vampiros chupaban sangre y no semen, siendo que tenía miles de vidas más que la sangre. – Gustav vuelve a reír, mientras Erika se queda inmóvil.
—¿Yo dije eso?... Wow... Espero no hayas hecho caso a mis insinuaciones.
—¡Obvio no!
En eso, Mia y Philip comenzaron a acercarse. Al llegar hacia Gustav y Erika, Mia habló.
—¿Pueden compradnos helados, por favod? – Habla la pequeña sin modular bien.
—Claro.– Erika se para y saca su billetera.
Gustav la detiene y el saca su billetera primero, indicando que el pagaría, Erika se negó, pero Gustav se negó a hacerle caso y compró los helados de los pequeños.
