Zee era un niño especial y raro. Podía hablar mucho, pero en el fondo se sentía solo. Era energético, pero era solo una imagen para los demás, porque no se abría con nadie sobre lo que siente.
Su respaldo emocional, abrazar osos de peluche. Zee en a...
—La verdad, es que ni yo tengo explicación — Contestó, ya era un nuevo día y NuNew se apareció donde el lugar de juegos.
—Pero maestro Tao —NuNew insistió —¿Por qué se veía tan serio cuando me quería hablar?—
—Es que podía ser que Zee vió algo en ti y tú la rechazaste, pero resulta que solo te confundió con un peluche — Contó él —Ahora, no sé cómo te vió en éso, pero no importa—
—¿Y por qué vería algo especial en mí él?
—Es que nunca toca a nadie, o sea, nunca abraza a alguien —Contestó Tao —Entonces pensé que te había abrazado por algo.
—Solo me trató de oso de peluche. Seguro me dijo gordo — Se quejó el menor haciendo un puchero y abultó sus mejillas —Al mirarme pensó que por ser así, parecía oso de peluche y literalmente me ve cara de oso —Hablaba totalmente ofendido.
—NuNew — El maestro volvió a hablar deteniendo su explicación y calmando ese sentimiento de ofendido total —Solo déjalo ser, ¿Si?
—¿Cómo? — Se volvió a cruzar de brazos —¿Quiere que lo deje tratarme como un peluche? — NuNew movió sus brazos en exageración.
—No, él no tiene las intenciones de pensar en ti de forma mala — Negó Tao —Solo déjalo.
—¿Por qué tendría que ser el oso de peluche de un niño incluso mayor que yo? — Él se creía maduro.
—No vas a ser su oso — Negó otra vez seguro —Verás que Zee vendrá y ya no te tratará de eso, espero. Él ya se dió cuenta ayer que abrazó a un chico, creo, y al parecer se negó un poquito, así te pido ahora que lo dejes hasta que se dé cuenta.
—Pero más le vale que se dé cuenta luego porque no lo voy a soportar mucho tiempo — Y una vez más se cruzó de brazos.
No dejó que el maestro le dé alguna palabra más porque se fue a revisar los libros que estaba leyendo hace un rato. El libro hablaba del príncipe más guapo que había, y la princesa que era una chica bonita, pero malhumorada.
No se dio cuenta cuando la presencia de Zee había llegado al salón de juegos. El de cabello negro se fue por todo el lugar, buscando algo, el mismo libro que tenía NuNew. Le preguntó al maestro y esté dijo que no sabía nada. En ninguna parte de la librería estaba el libro.
Pero algo más interesante apareció en la vista del pelinegro. Su osito de peluche estaba ahí.
—¡Osito de peluche! — Lo primero que pensó hacer y éso, fue tirarse en un abrazo al castaño que fue rápidamente tirado al piso encima de los cómodos cojines.
—¿¡Qué!?, ¡Ahg! — Estuvo a punto de gritarle como la otra vez, pero recordó las palabras del maestro y que la última vez Zee se había puesto a llorar sin sentido alguno, así que se quedó callado.
—Sabía que volverías, osito — Remarcó Zee —Por cierto, no te tengo nombre.
—Me llamo NuNew, y no soy un osito y no me parezco uno — A ver si le salió sutil.
—Muy largo. Nunu — Le puso su apodo —Ahora eres mi Nunu — Esto causó que lo abrazara más fuerte.
—¡No! — Se iba a negar más y sólo le quedó dejarse ser.
Zee lo abrazó con bastante fuerza, no dándole chance de soltarse. Había puesto su rostro en el suyo y movió en fricción sus mejillas. El pelinegro llevaba una enorme sonrisa de oreja a oreja. NuNew terminó quitando su rostro enfurecido y dejando uno neutral, como también dejó de hacer cualquier fuerza, dejando literalmente su cuerpo para ser abrazado por completo.
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Trataré de publicarles un capítulo por día, gracias por leer. 💗
