Toothless tiene al menos unos 21 Años (misma edad que Hiccup), pero el furia nocturna que es el otro protagonista será mayor que él, tendrá unos 27-28 años.
El viento frío golpeaba sus escamas y la luz de la luna era su fiel compañía, había estado volando durante horas por lo que iba siendo tiempo de que encontrará un lugar en el cual poder dormir.
A la distancia logro divisar una isla, ese sería el lugar donde dormiría, aunque estaba claro que primero debía asegurarse de que no hubiese aniquiladores habitando en ella o tendría que seguir buscando un lugar para poder descansar sus ya cansadas alas.
Dio varias vueltas por la isla y no logro ver ningún nido de humanos (cabañas), por lo que aquí no debía haberlos, así que era un lugar seguro para tomar un descanso y comer algo, aunque también tendría que cuidarse de los dragones caníbales, esos eran tan peligrosos como los aniquiladores.
Aterrizó en uno de los extremos de la isla y empezó a caminar, buscando ahora un buen árbol del cual pudiera colgarse, tenía que ser resistente, no quería que le sucediera lo de la última vez (intento dormir sostenido de una rama y está acabo rompiéndose debido a su peso).
Mientras observaba un enorme árbol de ramas gruesas escucho algo a la distancia, era un llamado que se le hacía familiar, sonaba como uno de los escamas lisas, pero no era uno de ellos, lo sabía, ¿Podía ser que tal vez... Fuera uno de los suyos?.
Soltó un gruñido ante su estúpida idea, ¡Era el único que quedaba! ¡Ya no había más! ¡Los aniquiladores acabaron con todos! ¡Fue testigo de ello!, Aun tenía pesadillas que le recordaban continuamente que había perdido a sus padres, hermanos, familiares y amigos, todos lo que componían su rebaño.
Volvió a escuchar el llamado, está vez se oía más cerca.
Dejo su tarea de buscar un sitio para dormir y empezó a correr, siguiendo aquel llamado, su corazón latiendo fuertemente en su pecho albergando un poco de esperanza, aquella que hacia años creyó que había perdido, pero su cabeza le decía que no se hiciera ilusiones, que acabaría decepcionado como cuando fue cruelmente rechazado por el rebaño de escamas lisas.
En solo un breve intervalo de tiempo logro llegar hasta un área donde el bosque concluía y la playa iniciaba, se quedó quieto viendo la bajada que lo llevaría hasta la orilla, sus pupilas se dilataron cuando vio a aquel joven dragón que pertenecía a su especie, este miraba con cara de bobo a una femenina de escamas lisas, gruñó ante esto, esa hembra trataba de conquistarlo.
Con horror vio el cómo una hembra de escamas lisas hacia un baile de apareamiento hacia alguien que no era uno de los suyos, ¡¿Por qué hacia tal cosa?! ¡No tenía sentido! ¿O es que acaso intentaba crearle falsas ilusiones al joven dragón para después aplastarlas?, ante ese pensamiento el enojo lo dominó.
Tenía que hacer algo para que el macho joven se alejara de la hembra, ¿Pero que podría hacer?. Tras pensarlo por un breve momento, decidió que lo mejor sería captar la atención del macho joven mediante los llamados de su especie, así vendría hasta él por si solo, dejando en el olvido a la hembra de escamas lisas que esperaba a que el otro continuará la danza de apareamiento.
Se acercó al borde y soltó un rugido bajo, un llamado de compañía muy común en su especie, uno que no podía ser imitado por los de escamas lisas, luego de realizar un segundo llamado se oculto detrás de un árbol y desde allí observó a los dragones jóvenes.
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