Trás haber regresado a su vida como Spider-Man, la vida de Piter va mejorando como héroe y tutor de las quintillizas. Pero un viejo enemigo quiere vengarse de Piter, poniendo en peligro su identidad de héroe y a las quintillizas.
La historia de Pite...
En un restaurante se ve a un joven saliendo después de un largo día de trabajo viendo el sobre del dinero que ganó hoy.
"Hoy por fin me dieron mi paga! Podré comprar una pizza con esto o uno de mis mangas favoritos."
"Déjame en paz!"
El chico escucha la voz de una mujer que proviene de un callejón viendo a la mujer siendo asaltada por un ladrón.
"Cállate! Dame el bolso o te disparo!"
"Suéltame! No te daré mi bolso, por favor, que alguien me salve!"
El muchacho veía a la mujer pidiendo ayuda estando paralizado del miedo.
"Podré señora. Está siendo asaltado por un ladrón. Quisiera ayudar, pero tiene un arma." Diría el joven en sus pensamientos.
"Se acabo, señorita! No me deja más opción que matarla!" Diría el ladrón arrojando a la señora al suelo y apunta con su arma a ella.
"Hasta nunca, perra." Diría el ladrón.
El ladrón estaría a punto de presionar el gatillo del arma, pero sería golpeado en la cabeza por una barra de metal de parte del joven.
"Salga de aquí, señora." Diría el joven.
El ladrón toma su arma a lo que el joven intenta quitárselo, pero recibe un disparo en el vientre cayendo al suelo comenzando a perder mucha sangre.
"Carajo! Me voy de aquí!" Diría el ladrón escapando.
"Oye, no te mueras! Llamaré a una ambulancia." Diría la señora.
"No, no llegarán a tiempo. Ya comienzo a ver borroso mi vista, pero me alegro que este bien." Diría el joven.
"Muchas gracias." Diría la señora.
El joven comienza a cerrar los ojos y muere a los ojos de la señora que salvó. En un vacío todo oscuro, se ve al joven despertando observando el inmenso vacío.
"Qué es este lugar?" Diría el joven confundido.
El muchacho voltea a otro lado viendo unas escaleras blancas que llevan a un portón dorado.
"Acabo de salvar a esa señora y morí. Estoy seguro que mi familia ya se enteraron de que morí, me hubiera gustado despedirme de ellos, pero ya ni modos. Es hora de ir al cielo." Diría el joven levantándose para subir las escaleras.
"No tan rápido."
Una mano sostiene el hombro del joven haciendo que voltee viendo a un ser humaniode de ropa blanca con vendas, un bastón con el símbolo de una media luna, y una cabeza con el craneo de una ave.
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"Quién eres?! Eres el diablo?!" Diría el joven asustado.
"No soy el diablo, yo soy Jonsu, el dios de la luna egipcia." Diría Jonsu.
