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"Dios mío qué carajo hice" pensaba Yang Jeongin mientras recibía regaños de todos lados. Lo regañaba su jefe, su mánager, su guardaespaldas. Y él no entendía cómo había pasado esto.

Frente a él, descansando en el escritorio yacía una carpeta con un contrato de varias hojas que se titulaba "Contrato de Relación Mediática entre Lee Minho y Yang Jeongin". 

¿Quién era Lee Minho?

El contrato estaba firmado. Y esa era claramente su firma. 

—Realmente no puedo creer que hayas hecho esto, Jeongin ¿Te das cuenta que esto puede arruinar tu carrera? Debutaste hace seis meses.— decía su jefe mientras Jeongin se hacía cada vez más chiquito en su asiento —¡Hay videos! ¡Videos y fotos! Nos amenazaron a todos ¿Dónde estabas Jaebeom?

Los gritos de su jefe ya le estaban dando dolor de cabeza. Y Jaebeom estaba enojado, enojado con él y enojado porque se supone que era el guardaespaldas del Idol y no debería haber dejado que cometiera semejante error. 

Oh, iban a correr a Jaebeom, él le había dado el día libre diciéndole que se iba a quedar durmiendo y ahora su guardaespaldas iba a pagar los platos rotos.

—¡YO ME ESCAPÉ!— los tres pares de ojos giraron en su dirección y Yang se sintió palidecer —Yo-yo me escapé por las escaleras… las de emergencias, eh, esas que están al… ¿lado del ascensor?

Ni siquiera sabía si tenía escaleras de emergencia en su departamento pero eso pareció calmar la furia de su jefe. La mirada de agradecimiento que Jaebeom le dió le calentó un poquito el corazón. Lo quería mucho, no se lo merecía. 

—Vas a tener que hacer esto, Jeongin. Lo siento mucho.— su mánager lo miraba con pena, había pasado las dos horas que venía durando la reunión en su laptop tratando de encontrar alguna forma de librarse del problema, habló con abogados, reporteros amigos y hasta algunos policías. No había escapatoria. 

Suspiró y escondió su cabeza entre sus piernas para que nadie viera sus ojos llenos de lágrimas.

¿Cómo había llegado a ésta situación?

(...)

Un mes antes.

—¡ENCONTRÉ LA SOLUCIÓN!— su puerta fue abierta con ruido mostrando la cara sonriente de su estruendoso mejor amigo.

Se talló los ojos con pesadez. Era como la quinta vez en la semana que alguno de sus empleados "encontraba la solución" y no era más que la idea más idiota que escuchaba en su vida. 

—Antes de decir no, primero escucha la propuesta. No te va a gustar.— su cabeza punzó en un dolor agudo mientras se imaginaba la próxima idea idiota que le traerían. —Esto mata todos los pájaros de un mismo tiro. Primero da un vistazo a su carita, es adorable.— y le extendió una revista en extremo colorida, una revista de adolescentes.

Se volvió a tallar los ojos. Lo iban a matar un día de estos. Lo iban a matar de angustia.

—¿Cuál es la propuesta? ¿Irnos a mi casa, ponernos pijamas de Hello Kitty y quedarnos leyendo esta revista horrorosa mientras comemos caramelos y nos hacemos mascarillas? ¿Qué tengo cara de quinceañera con problemas paternales?— gritó y Christopher resopló antes de mostrarle el dedo medio y volver a agarrar la revista con furia.

—Los problemas paternales claramente los tienes, lo de quinceañera…

—Al punto Christopher, no estoy de humor.

—Uh, qué sorpresa— dijo rodando sus ojos antes de volver a hablar señalando la portada —este niño es tu solución. Leé, descerebrado, claramente dice "el ángel que enamoró a toda Corea con su voz y su encanto".

—Qué bien por él ¿Qué tiene que ver conmigo?

—Para ser CEO de este conglomerado a veces eres medio imbécil. Necesitas mejorar tu imagen si quieres que esa empresa firme contigo, demasiado con los rumores de que estás metido con la mafia y con todos los medios amarillistas publicando tu cara con una nueva conquista por semana.

Bang tenía razón. Necesitaba expandir su dominio, la única solución era hacer negocios con la empresa que manejaba el territorio sureste de Corea. Se había reunido varias veces con el dueño y jefe de dicha compañía esperando encontrarse con algún magnate de negocios parecido a él, pero lo que encontró fue una familia muy alegre y unida -la familia Kim-, quienes manejaban la empresa en conjunto. Los abuelos, los tíos, primos y cuantos familiares tuvieran. Todos trabajaban en armonía y se habían expandido casi tanto como su propia empresa. 

<<—Lee Minho, eres jóven y veo claramente a dónde has llegado con tu determinación, las cosas que has logrado son increíbles— el nombrado infló el pecho de orgullo ante tal confesión —pero somos principalmente una empresa familiar y tenemos una imágen construída, no queremos ofenderte… pero no estamos seguros de hacer negocios con alguien que se rumorea ha hecho negocios con la mafia y sale en todos los medios en escándalos amorosos. Tu imágen no es la mejor, y de hacer negocios sólo sería bueno para nuestra economía, no para la imágen que construimos durante tantos años.>>

Eso había sido un golpe para su orgullo y sobretodo para su ambición. 

Podría claramente hacer negocios con alguien más, pero ninguna empresa dentro de Corea podía llegar a competir con la empresa que el quería. 

Y si lo quería lo iba a tener.

—Dime cuál es el plan, Bang. 















🦊🐰

you ruined my life  [ jeongho ]Onde histórias criam vida. Descubra agora