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Definitivamente, esta situación estaba acabando con mi cordura.

Es decir, normalmente me resultaría algo maravilloso el acompañar a Hyunjin a sus clases de baile, debido a que no era nada más ni nada menos que el mejor de su clase, hasta me atrevería a decir que la música se había hecho a su medida, como si cada nota tuviese más sentimientos envueltos una vez que él las utilizaba a su antojo. Por ende, era un placer inigualable para mi el que él decidiera compartir esa parte artística suya conmigo. Sin embargo, desde que desarrollé estos sentimientos hacia él, la situación cambiaba en sobremanera, ya que ahora no podía concentrarme del todo en su baile, sino en la manera en la que su ropa de ballet le quedaba. De alguna forma, me hacía sentir extraño, ya que nunca antes había percibido lo bien que le acentuaba, pero el siquiera verlo con otros ojos ya era a lo que a día de hoy, me costaba acostumbrarme. Ni siquiera tenía idea de cuándo, cómo o por qué había pasado, pero allí estaba, viendo cómo quien acostumbraba a sentirse como mi mejor amigo, envolvía la música de aquel lugar con su grácil movimiento. 

Porque sí, para mi, solamente estaba él.

—Jeonginnie..–Me llamó el aparente dueño de mis pensamientos, tomándome desprevenido y por ende, provocando que me llegase a sobresaltar. Al parecer, no pudo evitar el soltar una risa risueña ante eso–¿Y? ¿Qué tal te pareció? ¿Te ha gustado?–Cuestionó, haciendo referencia a la clase, ahora terminada, de la cual, me hubiera encantado estar más presente sino hubiese sido por la exorbitante belleza de mi actual mejor amigo.

Para mi suerte, antes de que tuviese siquiera tiempo de soltar alguna ridiculez, quien parecía ser un muy frecuente vínculo de Hyunjin aquí, interrumpió nuestra conversación.

—Hyunjin, la profesora me ha dicho que quiere hablar contigo.–Avisó, dejándome ciertamente desconcertado ante tal timbre de voz. Ese chico tenía la voz más grave de lo que yo podría tener incluso a mis 20 años, pero lo curioso es que hasta parecía más joven que nosotros dos.–Oh, lo siento, no te vi. Mi nombre es Felix, mucho gusto–Me ofreció una disculpa, presentándose con amabilidad, junto con una sonrisa amigable. Yo simplemente atiné a brindarle una media sonrisa con un breve asentimiento. Sí, definitivamente debía mejorar mis interacciones sociales.

—El gusto es mío, Felix. soy Jeongin.–Le brindé una sonrisa más genuina, que por suerte, pareció convencerlo. No solía ser complaciente en lo absoluto con las demás amistades de Hyunjin, pero él y Felix eran muy cercanos, por ende, no quería dar la impresión de ser un cretino antisocial. Aunque así lo fuera.–Hyunjin me ha hablado mucho de ti.

—Espero que hayan sido cosas buenas–Respondió, riendo sutilmente–Aunque, metemo que Hyunjin no es la única razón por la que me he acercado. Lamento si te llego a incomodar, Jeongin, pero al parecer uno de los bailarines tiene interés por ti y me ha preguntado sino podría pedirte alguna red social tuya, pero de forma discreta, cosa que claramente, no se me da–Volvió a reír, encogiéndose de hombros–Es el rubio que está cerca de los bolsos, quien muy probablemente ahora quiera que la tierra lo trague–Señaló con no mucha disimulación al susodicho, quien efectivamente, se encontraba rojo de la vergüenza. Gesto que, según parecía, provocó que Felix soltara una risita. Era un chico alto, de ojos castaños, con facciones delgadas, resaltadas por una cabellera notoriamente rubia. Lo había notado en la coreografía, tenía un papel co-protagónico con Hyunjin y a pesar de mi notorio desvío de atención, podía percibir que era alguien con mucha experiencia en el área–Se llama Huening Kai, discúlpalo, es algo tímido–Añadió Felix, ciertamente conmovido por la reacción del chico al tener nuestra atención posada en él, quien sin darse cuenta, se había chocado con otro de los bailarines a su paso. No pude evitar sonreír ante aquella acción.–

—Si, es lindo–Reí inevitablemente ante aquella secuencia, para luego, volver mi atención hacia Felix nuevamente–Pero no estoy interesado en él de esa manera, me interesa alguien más. Aunque, no me molestaría ser su amigo–Aclaré, encontrándome en cierta forma confundido ante la expresión que ahora se encontraba en el rostro de Felix, la cual, me resultaba difícil de adivinar. ¿Acaso era.. satisfacción? 

—Claro, yo le diré.–Asintió, sin poder evitar el reír con complicidad, desviando su mirada en dirección a Hyunjin por unos segundos. Imité su accionar, y al postrar mi atención en él, reía en sintonía con Felix, negando por momentos, mientras que le dedicaba miradas amenazantes de vez en cuando.–

 ¿Acaso me había perdido de algo?

Pero sin más y mucho antes de poder tener una respuesta, Hyunjin tomó del brazo a Felix, dispuesto a llevárselo–Felix, creo que la profesora nos está llamando a los dos.–Le hizo una seña que alcancé a percibir, quedando aún más confundido–Jeonginnie, ¿Te importaría conseguirme algo de agua? Olvidé traer la mía–Cuestionó, mirándome suplicante, mientras que dejaba un leve codazo en el brazo de Felix, el cual no pasó inadvertido por mi, al percibir como este se reía nuevamente. Yo solamente tendí a asentir, sin embargo, la situación no dejaba de ser un tanto extraña. 

¿Acaso Hyunjin estaba.. nervioso?

—No hay de qué, Hyunjinnie. Te veré afuera.–Le sonreí, dejando un beso en su mejilla a continuación. Mi mirada se posó nuevamente en el peliplateado, quien me observaba con ambas cejas elevadas, con una expresión aparentemente sorprendida pero divertida debido a la situación–Fue un gusto conocerte.–Le sonreí con cierto aire triunfal, el cual pareció captar, ya que me respondió imitando aquella expresión, en lo que esperaba que fuera, un gesto de aprobación.

Y al parecer, no estaba equivocado, ya que al darme media vuelta con predisposición a marcharme del lugar, su risa se hizo distinguible en su conversación, aún esta siendo lejana para mi, por lo cual, fue inevitable el que una sonrisa victoriosa se postrara en mis labios. Definitivamente, me había ganado el visto bueno de Felix. Pero de igual forma, esperaba algún día, ganarme el corazón de aquel rubio que se paseaba por mi cabeza incontables veces, quien ante mi accionar, se quedó petrificado en su lugar y por lo que alcancé a mirar, con su rostro enrojecido por completo.

No limits ; [Jeongjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora