Everything It's going to be alright now

30 1 3
                                    

Final bueno
Sunny le dice la verdad a todos

━━━━━━━━━━━━━━━

Silencio. Un profundo y pesado silencio reinaba en la habitación.

Miraste a tu grupo de amigos con una expresión serena en tu rostro.

Te dio miedo, pero sabías que fue lo mejor. Ellos merecían saber la verdad.

Si tú merecías un cierre, entonces ellos también lo merecían. Incluso mucho más que tú. Ellos no tenían la culpa de tu error.

El primero en reaccionar fue tu amigo Kel.

Te dolió al ver que la expresión de tu amigo estaba turbia. Parecía perturbado. No había rastro de aquella sonrisa tan radiante.

Sin embargo, te intentó mirar con una sonrisa en tu rostro, pero pareció más bien como si le hubieran estirado la cara.

Intentaba sonreír, pero en sus ojos podía reflejarse lo que de verdad estaba sintiendo.

—Oye, Sunny —habló con un tono algo tembloroso—. Esto es una broma, ¿verdad? Tu humor siempre fue un poco ácido y cruel, pero esto ya es pasarse.

No le contestaste. Sabías que no era necesario hacerlo.

Aun así, querías decirle que era un broma. Tenías ese impulso.

No obstante, no sería lo correcto. Y Kel se dio cuenta al instante.

Su sonrisa poco a poco desapareció y su rostro se transformó en una expresión de absoluto horror.

Te dolió mucho ver eso. Esa expresión tan horrible no encajaba con Kel.

—¿Qué...?

La segunda en reaccionar fue Aubrey.

Con el último pedazo de voluntad que tenías, observaste a la chica quien fue tu 'crush' por mucho tiempo.

Como se esperó, la vista no fue para nada bonita.

Aubrey era fuerte. Era valiente. Siempre fue alguien que mostraba una gran fuerza de voluntad y un carácter inquebrantable; cualidades que te enamoraron, por supuesto.

Aubrey, una persona de naturaleza fuerte, estaba a una nada de romperse.

En lugar de reaccionar con enojo, Aubrey solo se tomó la molestia de verte con una expresión confundida y de profundo dolor. Estaba a punto de llorar.

Pero no te esperaste para nada en que tu amiga saldría corriendo de la habitación sin decir palabra.

Te tensaste por un momento cuando pasó al lado tuyo para salir de allí, pero no pudiste hacer nada. Te lastimaba, pero sabías que era lo mejor.

—¡Aubrey, espera! —gritó Kel, mas no hizo nada. Se quedó en su lugar sin saber qué hacer.

Kel en modo de buscar apoyo, miró a su hermano mayor. Y tu naturalmente imitaste lo que hizo Kel.

Hero no había reaccionado. De hecho, ni siquiera sabías si estaba prestando atención a su alrededor.

Tenía una expresión sombría, el ceño fruncido y su mirada estaba dispersa. No estaba mirando a ningún punto fijo.

Alzó su vista. Él y tú cruzaron miradas por un segundo que fue suficiente para ti en saber cómo se sentía.

Enojo. Hero estaba enojado.

¿Con quién? No te sorprendería el saber que estaba enojado con Basil y tú. Pero conociendo a Hero, podrías apostar que estaba más enojado con él mismo que con cualquier otra persona.

Con dolor, aceptaste ese enojo sin importar a quién iba dirigido. Hero tenía el derecho de sentirse así.

—Disculpen... —habló en un susurro. Su voz fue pequeña, pero mostraba un gran mar de emociones.

Caminó hacia la salida con un paso lento. En ningún momento, se dignó a mirarte a la cara ni tú a él.

—¡Hero, no te vayas! —suplicó Kel, pero solo recibió un fuerte portazo como respuesta.

Kel se encogió por el fuerte ruido. Tú también lo hiciste, pero fue una reacción insignificante; ya te habías esperado aquel comportamiento.

Kel y tú se quedaron solos con un Basil quien todavía no despertaba.

Fue un momento muy incómodo, más por la expresión de inquietud de tu amigo.

—Y-yo... —suspiró—. Lo siento mucho, Sunny.

Con esa rápida disculpa, Kel salió corriendo. Posiblemente, iba a seguir a su hermano.

Ahora estabas solo, pero no te importó; o por lo menos querías creer que no te importaba.

Te quedaste al lado de Basil, esperando a que despertara.

No sabías cuánto tiempo pasó. Treinta minutos, cuarenta minutos. Tal vez ya se cumplió la hora.

Hasta que por fin Basil abrió los ojos.

Lo primero que hizo fue mirarte. Estaba un poco desorientado y el efecto de la agitada batalla que tuvieron seguía presente.

«¿Qué fue lo que pasó, Sunny?», decía su mirada.

No era necesario el hablar. Él y tú siempre tuvieron una fuerte conexión. Nunca hubo tanta necesidad de decir palabra alguna entre ustedes.

Por primera vez en cuatro años, le sonreíste.

Un peso de encima desapareció al instante. Después de mucho tiempo de tormento, te sentías liberado.

Y Basil al ver tu sonrisa, él sonrió, captando lo que quisiste decir.

«Todo va a estar bien ahora».

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 22, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝗪𝗲𝗹𝗰𝗼𝗺𝗲 𝘁𝗼 𝗺𝘆 𝘀𝗽𝗮𝗰𝗲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora