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Es difícil, saber cómo desahogarte ante el dolor de la perdida, Jamie lo conoce mejor que nadie al saberse abandonado por su padre a la edad de siete años, desde entonces su libreta es la fiel confidente de sus sentimientos, aunque no necesita escribir demasiado para englobar el pesar de su alma marchita.

Un día con veinte años, escribe la primera nota mientras se encuentra en el desván del sótano esa noche oscura, un reloj continúa en su tik-tak mientras el joven de ojos avellana sostiene la pluma conteniendo lágrimas ante aquella cicatriz profunda en su piel trigueña; nacida en los inicios de la muñeca descansando con una costra seca hasta la mitad del antebrazo.
Lágrimas nacen de sus ojos ante la luz incandescente de una lámpara, mientras observa su libreta inerte la que permite que los pensamientos de Jamie se materialicen en carácteres prolijos y elegantes, ese fue el comienzo de su compilación de pensamientos.

¿Podría volver a sonreír ante su infortunio?

Tal vez...


Nadie lo sabe.

Pistola de lágrimas Where stories live. Discover now