Guardián

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Odín ya tenia cuatro meses el mismo tiempo que llevaba al lado de Carlisle, había sido un reto para el rubio empezar a darle carne al cachorro, ya que se negaba rotundamente y prefería la leche, pero con el paso de los días y la insistencia logro que empezara a comer.

Esme estaba sentada enfrente de la chimenea con un muy dormido Odín en sus piernas, una imagen demasiado tierna, si bien el cachorro no era un bebe humano ayudaba con ese pequeño vació que Esme ignoraba.

Odín había estado jugando, intentando atrapar unos conejos durante varias horas y el resultado era el mismo, parecía que los conejos se divertían más jugando con el que el cachorro mismo.

Edward se había ido de Alaska con el motivo de aclarar sus pensamientos, fue a Brasil prometiendo regresar cuando ya esté en paz consigo mismo, Emmett y Rosalie viajaron a celebrar su luna de miel después de volverse a casar, Jasper empezó a estudiar en una universidad filosofía y Alice lo siguió sin una carrera para estudiar específicamente. Carlisle y Esme fueron los únicos que se quedaron junto a los Denali.

A pesar de que Carlisle y Esme eran los únicos restantes del clan en Alaska no se sentían tan solos, este pequeño tiempo les servía para descansar del drama que trajo Forks, extrañaban estar ahí, sin embargo, ese sentimiento pasaba al estar con los Denali.

—¿No crees que crece rápido? —pregunto Tanya mientras miraba el cachorro.

—Puede ser...pero supongo que es normal, no es un simple cachorro.

Las suposiciones de Carlisle eran correctas, Odín no nació de una leona fue creado, no viviría lo mismo que un león normal era prácticamente inmortal y sus habilidades sobrepasaban lo inimaginable.

Entre los árboles oculta de la vista y sentidos de los vampiros estaba la mujer que había creado al cachorro, observaba con atención que ese pequeño león estaba creciendo al igual que el lazo con su protegido.

Odín sintió una presencia aparte de su familia y no dudo en correr a aquella dirección, el pequeño sabía que esa presencia no presentaba una amenaza. Carlisle y el resto de los vampiro estaban confundidos de la repentina huida de Odín.

Carlisle siguió al cachorro con curiosidad, se detuvo cuando vio a la mujer que estaba entre los árboles la cual se veía tan tranquila, le sorprendió que Odín fuera directamente hacia la mujer, la cual con gusto acaricio al pequeño.

—Mira que grande estas pequeño... ¿te apetece crecer más pequeño? Te aseguro que serás un buen guardián— la mujer tomo un poco de barro entre sus delgados dedos e hizo una runa en la cabeza del león, la runa brillo de manera sutil y desaprecio cuando el brillo se fue —corre de regreso a tu hogar.

Carlisle no escucho las palabras de la mujer, pero sabía que ella conocía a Odín o más bien conocía a los guardianes, tomo al pequeño entre sus brazos cuando llego a él. Los vampiros preguntaron en donde habían estado, resulta que habían tardado casi dos horas en regresar, pero al intentar seguir su rastro este solo desaprecia a medida que avanzaban entre el frondoso bosque.