2: Nuestro abrazo

179 23 2
                                    

La vista de Jungwon se centraba en su teléfono, mirando una nueva tendencia en TikTok que no terminaba de entender del todo, siempre fue un chico que cuando veía algo que atraía su curiosidad lo descifraba hasta el final, el tipo de chico curioso.

Su novia estaba en el sillón del costado mirándolo con tanta dulzura como siempre solía hacerlo.

- Papá quiere que vayamos este fin de semana al cóctel de familias, vienes verdad, Wonie?

Jungwon asintió sin dejar de prestar atención en su teléfono.

El cóctel de familias era un evento que se hacía entre las familias de sociedad, todas eran invitadas, pero sobre todo siempre fue un evento de benéficos, para darse a conocer y subir de categoría entre las personas adineradas.

Jungwon como los demás hijos herederos iba como invitado, sin embargo, Jungwon no solía asistir con frecuencia, no le agradaban los eventos donde debía sonreír y hablar con muchas personas. Aunque sabía hacerlo no lo amaba.

Su novia hizo un leve puchero con sus labios al no recibir la atención suficiente de él, no era una chica que soliera hacerlo, no le gustaban los dramas, aunque su corazón siempre se apachurraba un poco cada vez que la ignoraba.

Jungwon al darse cuenta de eso dejo su teléfono a un costado prestándole total atención.

- Puedes elegir mi traje por mi? - El mayor depósito un beso en la frente de Hanni. - Quiero ir combinado con mi novia.

Nuevamente ese sabor agridulce apareció en el sentir de ella, amaba cuando Jungwon era cariñoso, cuando le daba sutiles besos o caricias acompañadas de palabras endulzantes, pero aunque lo amaba, no podía olvidar cuando encontraba en su novio el aroma de otra chica.

- Lo haré por ti.

Jungwon sonrió, como todo un ángel.

- Tengo clase, debería ir a prepararme. - Jungwon mintió descaradamente.

Hanni se despidió saliendo de aquella sala de estudio mientras Jungwon esperaba pacientemente a alguien más.

Sin remordimientos de mentirle a su novia.

Cuando la nueva chica llegó Jungwon se había convertido en otro, en un chico de sonrisa encantadora y seductora que lo único que deseaba era satisfacerse.

En pocos segundos el uniforme de ambos había sido desprendido, la chica se situó en el regazo de Jungwon forrando su ropa interior con la del contrario. No hacían falta palabras o charlas, iban a lo que iban. Las manos de Jungwon se detuvieron en el pecho voluminoso de aquella chica.

La fantasía de Jungwon, siempre fueron los pechos.

Tal vez si no hubieran estando tan centrados en su momento hubieran escuchado como las llaves se movían desde el otro lado de la puerta y hubieran notado la presencia de un intruso antes de que entrara en la habitación.

- Eres un puerco. - Jay hablaba mientas con el pie aventaba la camisa de la chica hacia ella.

Ella se apresuró a tomarla y con pena de haber sido descubierta se marchó de la habitación.

- Dios Jay, ahora tendré que solucionar esto por mi mismo. - Jungwon se recargo en el respaldo del sillón.

Con la vista Jay pudo notar como el menor tenía una clara erección sobre el, Jungwon parecía no prestarle importancia, sin embargo, una parte de Jay se murió de la pena por ello.

- Deberías dejar de ser tan descarado. - El mayor le dio la espalda permitiendose ir hasta la televisión para así prenderla. - Ve a solucionar esos antes de que alguien más llegué.

Por unos segundos Jay se quedó buscando el control de la televisión, queriendo hacer tiempo para que Jungwon se fuera, no quería verlo en esa situación.

Aunque Jungwon no lo creía así, Jungwon le restaba importancia al no conocer que su mejor amigo estaba totalmente enamorado de él. Sin saber que cada vez que Jay lo veía con una chica su ser se retorcía de celos y solo quería reclamarlo como suyo.

Por eso no prestó atención cuando fue a abrazarlo por detrás, como Jay pudo sentir, sentirlo.

- No seas tan enojon, todos tienen clases. - El menor lo abrazo con más fuerza. - Solo tú no tenías clase, pero tú no eres problema, verdad, Jay?

Jay tragó saliva, queriendo con todo su ser decirle que no. Aunque se había acostumbrado a sonreír y reprimir sus sentimientos, siempre dolía un poco.

Después de todo Jay no podía decir o hacer algo incorrecto, Jay no podía poner en juego sus amistad. Aún si no tenía su corazón, su sentir y su día a día, quería tenerlo como amigo, aunque eso le costará su propia felicidad.

- No soy problema Jungwon.

- Por eso eres mi favorito.

Jay no quería ser su favorito, quería ser su único.

DominameWhere stories live. Discover now