Capítulo VI

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El Jueves es probablemente el peor día de la semana mucho más que el Lunes, al ser el día antes que el Viernes todo el cansancio de la semana empieza a acumularse y provoca más estrés. Las chicas a pesar de eso estaban bastante animadas con su salida el fin de semana así que no lo notaban mucho.

Rosabelle y las demás se encontraban en el patio en una clase práctica de Literatura, tenían que buscar un lugar de la escuela que les transmitiera paz para leer un buen libro en una tarde. Una tarea ardua ya que buscar un lugar así en la escuela es bastante difícil y una indicación impropia en una escuela donde no tienes tiempo para leer más que los libros de la propia institución. Rosabelle caminaba por el patio un poco más adelante de Dyanne y Angie, la naturaleza le transmitía paz a pesar de estar tan reducida dentro de la escuela.

— Te gusta mucho la naturaleza Rosabelle, parece que en cualquier momento te vas a convertir en un tulipán — comentó Dyanne.

— No creo, es solo que los ambientes así me gustan, emanan tanta tranquilidad — dijo Rosabelle sonriendo levemente ante lo dicho por su hermana.

— Regresemos, la profesora está llamándonos — informó Angie y todas fueron a reunirse con los demás y la profesora.

Luego de que la profesora diera unas últimas indicaciones de lo que tenían que hacer como tarea en casa, dio por terminada la clase y cada quien recogió sus cosas y se dirigió a su clase correspondiente. Las chicas iban caminando por los pasillos que conectan todos los cursos para dirigirse al salón de artes. Al pasar cerca de primer año, Rosabelle mirando a su alrededor sin motivo en específico pudo distinguir la figura de Mason y su grupo de amigos caminando por los pasillos de esa división.

Le pareció algo extraño que estuvieran por ahí en horario de clases, a esa hora era el receso de primer año, que se hacía en un horario diferente al de segundo y tercer año para que no hubiera tanta concurrencia en la escuela.

— ¿Ocurre algo? — preguntó Dyanne al tiempo que ella y Angie detuvieron su paso al ver a su amiga quieta en la escalera.

— No, solo.. — respondió rápidamente Rosabelle — Creí ver a alguien conocido pero me equivoque, sigamos subiendo.

Sin poder analizar más la situación continuó con su camino y olvido ese detalle, más tarde, en el horario de salida tuvieron que esperar que la mamá de Dyanne pasará a buscarlas en su auto porque comenzó a llover de forma torrencial y ninguna llevó paraguas. A pesar de eso a las chicas les parecía un clima extraordinario ya que últimamente hacía mucho calor y con esto tal vez disminuiría un poco.

— Es muy amable de parte de tu mamá querer llevarnos a ambas a casa — le dijo Rosabelle a Dyanne.

— No es problema, además le hace camino — respondió Dyanne.

— Pero igual, es algo lindo — agregó Angie.

A los pocos minutos llegó la mamá de Dyanne y al fin pudieron salir de la escuela. Mientras iban en el auto, Rosabelle se dedicó a mirar por la ventanilla, admirando a las personas recorriendo las calles con sus paraguas y resguardandose en tiendas y cafeterías hasta que pasara la lluvia. Sin darse cuenta ya habían llegado a su casa, por lo que recogió sus cosas y se dispuso a bajarse del auto.

— Muchas gracias por traerme — le dijo Rosabelle a la madre de Dyanne cuando estacionó.

— No hay de que pequeña, ten cuidado al salir — le contestó amablemente la mamá de Dyanne.

Después de despedirse de sus amigas Rosabelle salió del auto, la lluvia no era tan fuerte ya y pudo llegar a la puerta de su casa sin mojarse tanto. Entró a su casa y se sacó los zapatos al tiempo que su mamá se asomaba al ver quien había llegado.

— ¡Al fin, pensé que no ibas a llegar! — dijo su madre besando su mejilla sonoramente.

— Sí hola mamá, me fue bien en la escuela, gracias por preguntar — dijo irónicamente Rosabelle al tiempo que su madre la miraba seria — Era broma, era broma — rectificó rápidamente.

— Más te vale señorita, ve a bañarte para que se te quite el frío y luego ven a ayudarme.

Rosabelle subió a su habitación, soltando la mochila en el suelo. Rebuscó en su clóset algunas cosas y cuando tenía todo salió de nuevo en dirección a darse una ducha. Luego de salir del baño y organizar un poco su habitación, bajó a ayudar a su madre en algunas tareas.

— ¿Y las chicas como están? ¿Todo bien? — preguntó su madre mientras cortaba unos tomates para la ensalada.

— Sí, el sábado vamos a salir para despejar un poco de la escuela — respondió Rosabelle.

— Que bien, se merecen salir un poco, ustedes se esfuerzan demasiado — afirmó su mamá.

En eso no se equivocaba, las chicas se esforzaban mucho en la escuela para aprobar y cumplir las expectativas de los profesores, al tiempo que llevaban sus vidas como adolescentes, de vez en cuando merecían salir y divertirse. Luego de ayudar a su madre por la cena, Rosabelle subió a su cuarto y comenzó a revisar sus redes sociales medio activas. Al entrar a Instagram a revisar las historias de sus amigas vio que Dyanne había subido una foto suya.

Rosabelle se encontraba de espaldas, caminando por el patio y señalando al parecer algo que en ese instante le llamó la atención. La foto tenía un aire poético y casi parecía sacada de un libro, y la frase que agrego Dyanne "Fairy of nature" hizo reír a Rosabelle, quien resubió la historia agregando: ¿En qué momento fue que tomaste esa foto?

Rosabelle apagó su celular y se tiro en su cama a descansar y, en ese momento, recordó haber visto en el pasillo de primer año a Masón, no es que fuera una cotilla pero le daba curiosidad saber que hacía ahí.

— Ah, debería dejar de pensar en eso — afirmó Rosabelle al tiempo que se acomodaba en su cama.

Al poco rato se quedó dormida por el cansancio del día de escuela que tuvo. Al otro día partió a la escuela y se encontró de camino con Dyanne y Angie como siempre. El día transcurrió de forma normal y sin problemas, no vió a Mason en todo el día, ni siquiera cuando miro disimuladamente al pasillo de primer año al pasar como todos los días que tenía clases cerca de ese pasillo para ver si estaba ahí como el día anterior. A pesar de sus deseos de saber, sacó su mente de ahí para enfocarse en la salida con sus amigas del día siguiente que prometía relajarlas.

— ¿Están listas para mañana? — preguntó Shanna en el videochat que estaban haciendo por el celular de Rosabelle.

Tenían dos horas libres por la ausencia de profesor de Matemáticas, así que aprovecharon para hablar con Shanna ya que hacía días no lo hacían.

— Sí, solamente nos faltas tú — dijo Angie y las demás asintieron.

— Saben que me gustaría mucho estar ahí con ustedes, y algún día podremos salir de nuevo las cuatro juntas — expresó Shanna.

— Todavía me da un poco de bronca que no puedas viajar hasta después de dos años — sentenció Rosabelle.

— Es algo un poco injusto verdaderamente — agregó Dyanne.

— Eso da igual, dos años no van a impedir que nuestra amistad muera, ahora levanten los ánimos porque ¡Mañana es día de chicas! — exclamó Shanna — Exijo fotos de todo lo q hagan.

Las demás comenzaron a reír, diciéndole a Shanna que cumplirían con lo que pedían, además lo que decía era totalmente real; ni la distancia ni el tiempo iban a romper su amistad, porque mientras sigan compartiendo momentos juntas así sea a través de una pantalla, iban a seguir siendo amigas en las buenas y en las malas.

















Notas de la autora:
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Hasta la próxima ;)

Sk8ter Boy ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora